La epidemia de usurpaci¨®n de tierras en ?frica
Un informe del Oakland Institute revela la implicaci¨®n del Banco Mundial en esta pr¨¢ctica
El Grupo del Banco Mundial ha financiado indirectamente algunas de las usurpaciones m¨¢s notorias de tierras en ?frica, seg¨²n un reciente informe publicado por una agrupaci¨®n de organizaciones internaciones, que corrobora las investigaciones del International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ) en 2015. Ambos concluyen que la principal instituci¨®n internacional de desarrollo dedicada exclusivamente al sector privado en los pa¨ªses en desarrollo, la Corporaci¨®n Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en ingl¨¦s), permite y se aprovecha de estos proyectos mediante la subcontrataci¨®n de sus fondos de desarrollo al sector financiero.
Este nuevo documento se titula Unjust Enrichment: How the IFC Profits from Land Grabbing in Africa (Enriquecimiento injusto: c¨®mo la IFC se beneficia de la usurpaci¨®n de tierras en ?frica) y est¨¢ firmado por Inclusive Development International, Bank Information Center, Accountability Counsel, Urgewald y Oakland Institute.
?frica se encuentra en el centro de una epidemia de usurpaci¨®n de tierras. Hace casi una d¨¦cada, a ra¨ªz de la crisis financiera mundial, los precios de los alimentos y de los productos b¨¢sicos se dispararon. Esto cre¨® una oportunidad sin precedentes de hacer dinero para los inversores. Las grandes multinacionales se dirigieron a ?frica en busca de tierras baratas para cultivar y extraer minerales con las que hacer negocios. As¨ª inici¨® una ola de concesiones de grandes extensiones de terreno a estas empresas, principalmente en forma de arrendamientos a largo plazo para proyectos mineros y agroindustriales.
Se calcula que solamente entre 2008 y 2010 los inversores adquirieron entre 53 y 61 millones de hect¨¢reas en el continente, un ¨¢rea del tama?o de Ucrania, como denunciaba el informe Land grab in Africa: Emerging land system drivers in a teleconnected world, publicado en 2010 por Global Land Project (desde 2016, Global Land Programme).
Los responsables de la formulaci¨®n de pol¨ªticas en lo nacional y de las instituciones internacionales de desarrollo, incluido el Banco Mundial, han permitido esta tendencia al promover las inversiones a gran escala en tierras como catalizador del desarrollo rural. Sus partidarios sostienen que estos proyectos aumentan la productividad de tierras mal utilizadas y crean empleos en pa¨ªses ricos en recursos naturales pero pobres en capital.
IFC ha financiado proyectos que han desplazado a cientos de miles de personas
Unjust Enrichment, sin embargo, tras un a?o de investigaciones, lideradas por Development Internacional, descubri¨® que los bancos comerciales y los fondos de capital privado financiados por la IFC han financiado, a su vez, proyectos en todo el mundo que han desplazado a cientos de miles de personas y causado la deforestaci¨®n generalizada e importantes da?os medioambientales. En ?frica, el informe descubri¨® 11 proyectos respaldados por clientes de la IFC que han transferido aproximadamente 700.000 hect¨¢reas de tierra a inversores extranjeros.
Los proyectos incluyen:
- Concesiones de tierra para negocios agroindustriales en la regi¨®n de Gambela, Etiop¨ªa. Para ello fue necesario desalojar a los habitantes de la zona durante una masiva campa?a que inclu¨ªa la trasferencia forzosa de esas poblaciones.
- Plantaciones de palma aceitera en Gab¨®n que han destruido 19.000 hect¨¢reas de selva e infringido los derechos territoriales consuetudinarios de las comunidades locales.
- La mina de oro de Kintinian y la de bauxita de Boke, en Guinea, que han llevado al desalojo forzoso de cientos de familias y han causado un serio da?o medioambiental.
- Plantaciones industriales de ca?a de az¨²car orientadas a la exportaci¨®n como la planta de bio-etanol de Makeni, en Sierra Leona, y la Nakambala Sugar Plantation de Zambia, que han sido acusadas de quedarse con la propiedad de peque?os agricultores y forzado el desplazamiento de miles de personas. Esto ha provocado una disminuci¨®n de sus ingresos econ¨®micos y puesto en riesgo su seguridad alimentaria.
- Exploraciones petrol¨ªferas en el Lago Alberto, Uganda.
- La f¨¢brica de cemento de la empresa Les Ciments du Sahel en Senegal, construida en terrenos usurpados a la comunidad local y que ha contaminado las fuentes de agua de la zona. Esto afecta directamente al medioambiente y a la salud de muchas de las comunidades cercanas.
- La mina de n¨ªquel y cobre de Trident o la de cobre de Konkola, ambas en Zambia para las cuales se han desplazado, hasta el momento, a miles de familias.
En ?frica, la investigaci¨®n descubri¨® 11 proyectos respaldados por clientes de la IFC
¡°Estos proyectos son contrarios a la ¨¦tica de la misi¨®n del Banco Mundial de luchar contra la pobreza a trav¨¦s del desarrollo sostenible¡±, proclam¨® David Pred, director de Inclusive Development Internacional, durante la presentaci¨®n del informe. ¡°Tambi¨¦n se burlan de las Normas de Desempe?o sobre Sostenibilidad Ambiental y Social de la IFC, que se supone que son las reglas a seguir por las actividades del sector privado que apoyan los intermediarios de la IFC¡±,
¡°Verter el dinero en los bancos comerciales que son impulsados solo por la motivaci¨®n de los beneficios no es la manera de fomentar el desarrollo sostenible¡±, dijo Marc Ona Essangui, director ejecutivo de Brainforest y ganador del Goldman environmental prize 2009, en el mismo acto. ¡°En Gab¨®n, este modelo de desarrollo ha permitido una expansi¨®n masiva del aceite de palma industrial, que amenaza nuestra seguridad alimentaria y el equilibrio ecol¨®gico de las antiguas selvas tropicales de la Cuenca del Congo¡±.
En respuesta a estas alegaciones, el vicepresidente ejecutivo de IFC, Philippe Le Hou¨¦rou, reconoci¨® recientemente la necesidad de que este organismo del Banco Mundial reexamine su trabajo con las instituciones financieras a las que financia. En un blog publicado el 10 de abril, Le Hou¨¦rou escribi¨® que la IFC har¨ªa ¡°algunas mejoras adicionales importantes en nuestra forma de trabajar¡±. Estas pasar¨ªan por reducir las inversiones de alto riesgo de la IFC en instituciones financieras, aumentar la supervisi¨®n de clientes de intermediarios financieros y traer m¨¢s transparencia a esas inversiones, entre otros puntos. Pero en ning¨²n momento habla de reparar el da?o causado a millones de personas y al medio ambiente por las pol¨ªticas actuales.
En ?frica millones de hect¨¢reas de tierra han sido usurpadas por extranjeros en los ¨²ltimos a?os
No podemos olvidar que gracias a la financiaci¨®n de la IFC, en ?frica millones de hect¨¢reas de tierra han sido usurpadas por extranjeros en los ¨²ltimos a?os. Esto ha provocado p¨¦rdida de vidas, tierras y medios de subsistencia para millones de personas y pone en peligro la supervivencia de comunidades enteras y grupos ind¨ªgenas. Por eso, ¡°El Banco Mundial debe reconocer que esto no es desarrollo. No es reducci¨®n de la pobreza. Estos son inversiones para beneficios corporativos que explotan y desplazan a las personas¡±, afirm¨® Anuradha Mittal, director ejecutivo de Oakland Institute.
Este informe es el cuarto de la serie de investigaci¨®n Outsourcing Development: Lifting the Veil on the World Bank's Lending Through Financial Intermediaries, que sigue el rastro del dinero de la IFC y examina c¨®mo afecta a las comunidades de todo el mundo.
Sira B¨¦r¨¦t¨¦ y la mina de Kintinian
FRAGMENTO DE Unjust Enrichment: How the IFC Profits from Land Grabbing in Africa (Enriquecimiento injusto: c¨®mo la IFC se beneficia de la usurpaci¨®n de tierras en ?frica), pp. 4 y 5.
"El 7 de noviembre d 2015, Sira B¨¦r¨¦t¨¦ volv¨ªa a casa desde la escuela secundaria. Era un mediod¨ªa caliente y seco en el noreste de Guinea, uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres de ?frica Occidental.
Cuando B¨¦r¨¦t¨¦ se acerc¨® a su aldea, escuch¨® gritos de soldados. La situaci¨®n en su comunidad, Kintinian, llevaba un tiempo tensa y las fuerzas gubernamentales de seguridad y defensa se hab¨ªan convertido en una presencia regular. La conmoci¨®n alarm¨® a la estudiante, pero necesitaba llegar a casa. As¨ª que continu¨® caminando.
B¨¦r¨¦t¨¦ escuch¨® disparos. No tuvo tiempo de reaccionar. Sinti¨® una inmensa fuerza golpearla por detr¨¢s. Su cuerpo avanz¨® hacia delante. Una bala entr¨® en su espalda, a la izquierda de su columna vertebral, justo debajo de sus hombros. La atraves¨® y sali¨® por la parte delantera del cuello.
Recuerda el dolor. Recuerda comenzar a correr. Luego perdi¨® el conocimiento. Ya no recuerda mucho m¨¢s.
M¨¢s tarde se enter¨® de que un vecino la hab¨ªa llevado al hospital. El personal m¨¦dico le salv¨® la vida. Pas¨® tres meses recuper¨¢ndose -casi 90 d¨ªas de agon¨ªa y trauma- antes de ser dada de alta. Su vida no ha sido la misma desde entonces. B¨¦r¨¦t¨¦ ha abandonado la escuela. Ha perdido el uso funcional de su brazo izquierdo. Sufre un dolor constante que agarra su cabeza, cuello y brazo y se mueve hacia abajo a su mano y dedos.
Ella carga con algo m¨¢s que el dolor de ese d¨ªa. Le preocupa que el terror nunca desaparezca. ¡°Todav¨ªa tengo miedo¡±, dijo B¨¦r¨¦t¨¦, con los ojos llenos de l¨¢grimas, ¡°Esos soldados vinieron a maltratarnos. Vinieron a tomar nuestra tierra¡±.
Antes del tiroteo, B¨¦r¨¦t¨¦ viv¨ªa con su padre, que ten¨ªa un peque?o huerto de ciruelos. Sus vidas eran modestas. ¡°Siempre ten¨ªamos lo suficiente para comer¡±, dijo. Pero ellos y otras 380 familias viv¨ªan en tierras muy valiosas. Hab¨ªa oro debajo de la tierra y una compa?¨ªa minera lo quer¨ªa. La empresa, llamada Soci¨¦t¨¦ Anglo-Gold Ashanti de Guin¨¦e, o SAG, tiene una concesi¨®n desde 1998 para explotar una zona de 1.500 kil¨®metros cuadrados que incluye el pueblo de B¨¦r¨¦t¨¦. En 2015, SAG anunci¨® que sus minas existentes en la concesi¨®n se hab¨ªan agotado y que necesitaba nuevos terrenos para seguir extrayendo el mineral.
Seg¨²n numerosos miembros de la comunidad entrevistados para este informe, la compa?¨ªa lleg¨® a la zona acompa?ada de las fuerzas gubernamentales de seguridad y defensa y oblig¨® a las familias a firmar inventarios de sus posesiones, a menudo a punta de pistola. Las fuerzas mixtas inclu¨ªan a miembros de la famosa guardia presidencial, conocida como los Boinas rojas, una unidad de ¨¦lite que masacr¨® y viol¨® a cientos en una manifestaci¨®n pol¨ªtica en la capital en 2009.
¡°Firm¨¦ el documento con un soldado apunt¨¢ndome con su arma. No tuve elecci¨®n¡±, dijo Bassy Camara, de 42 a?os, compradora de oro a peque?a escala que perdi¨® su casa y su negocio. ¡°Si tuvieras un hombre apunt¨¢ndote con una pistola, ?qu¨¦ har¨ªas?¡±
SAG es una filial de AngloGold Ashanti, una empresa minera de oro de Sud¨¢frica con operaciones en tres continentes. El ¨²nico prop¨®sito de SAG, una empresa con participaci¨®n del gobierno guineano, es explotar la concesi¨®n de Guinea.
AngloGold Ashanti es la tercera compa?¨ªa minera de oro del mundo. La compa?¨ªa obtuvo una ganancia de 4.25 mil millones de d¨®lares en 2016.
En 2015, un a?o antes de que B¨¦r¨¦t¨¦ y sus vecinos fueran desalojados, AngloGold Ashanti recibi¨® un pr¨¦stamo de 1,4 mil millones de rand sudafricano (aproximadamente 102 millones de d¨®lares) de dos bancos comerciales ubicados en Sud¨¢frica. El pr¨¦stamo era de naturaleza general, lo que significa que el dinero se pod¨ªa usar como la empresa quisiera, incluyendo el financiamiento de sus operaciones mineras en todo el mundo.
Uno de los prestamistas, Nedbank, es un cliente intermediario financiero de la Corporaci¨®n Financiera Internacional (IFC). El sector privado del Banco Mundial proporcion¨® a Nedbank 140 millones de d¨®lares para ¡°pr¨¦stamos transfronterizos a trav¨¦s de ?frica, incluyendo proyectos intensivos en capital¡±. Un comunicado de prensa de la IFC anunci¨® que el financiamiento fue dise?ado para incrementar los pr¨¦stamos para ¡°Proyectos de extracci¨®n de recursos¡± en ?frica, entre otros objetivos. El apoyo a la mina de oro de AngloGold Ashanti en Guinea cae directamente dentro del prop¨®sito del pr¨¦stamo de la IFC a Nedbank.
A trav¨¦s de esta relaci¨®n financiera, el dinero de la IFC podr¨ªa ser utilizado por la AngloGold Ashanti para operar y expandir la mina en Guinea. Por otra parte, los beneficios de AngloGold Ashanti y la mina se han movido a trav¨¦s de Nedbank y la IFC, en forma de intereses de los pr¨¦stamos".
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