D¨ªa de la Madre: felicidad, pero tambi¨¦n culpa y arrepentimiento
Pasada la etapa m¨¢s dura de la crianza, la autora reflexiona sobre lo que cambiar¨ªa
Celebr¨¦ mi primer D¨ªa de la Madre cuando mi hija mayor ten¨ªa tan solo tres meses de vida, inmersa en una nube de nuevas emociones que mi peque?a me hab¨ªa tra¨ªdo. Cuando vas a ser mam¨¢, esperas el momento de tener a tu reci¨¦n nacido en brazos como el instante de la felicidad absoluta, pero despu¨¦s afloran sentimientos que no sabr¨ªas ni nombrar. De hecho, la maternidad se vive de una manera muy diferente seg¨²n crecen los hijos y maduras como madre. A m¨ª ¨²ltimamente me invade una especie de frustraci¨®n por no haber sido ni de lejos capaz de anticipar lo qu¨¦ iba a suceder cuando me convirtiera en madre.
Para m¨ª la etapa dura de la crianza ya ha pasado, esos a?os en los que los ni?os son peque?os y demandan mucho, cuando est¨¢s siempre agotada, no duermes todo lo que necesitas y vives cada d¨ªa como si en vez de 24 horas tuviera 30 de la cantidad de decisiones que tomas y cosas que haces. Por fin parece que tengo tiempo para reflexionar, para cuestionarme si realmente he hecho lo mejor por mis hijos, o si solo he vivido la etapa m¨¢s linda de sus vidas siguiendo la inercia, haciendo lo mismo que los dem¨¢s, lo que demandan la sociedad y los puestos de trabajo.
Echando la vista atr¨¢s, pienso que tener hijos y sumirlos al ritmo de vida de unos padres cuyas obligaciones laborales no les dejan ni un minuto libre es, adem¨¢s de un alarde de inconsciencia, un tanto ego¨ªsta. S¨¦ que hay otras madres como yo, con hijos adolescentes o preadolescentes en las que se ha instaurado tambi¨¦n cierto derrotismo basado en la incertidumbre por el futuro de aquellas peque?as criaturas que trajimos al mundo, simplemente por el hecho de que nos hac¨ªa felices la idea de tener un beb¨¦. Pero ahora nos preguntamos ?y todo esto para qu¨¦? ?Qu¨¦ clase de vida les espera?
A d¨ªa de hoy pienso que muchas de las heroicidades que como mam¨¢ trabajadora he hecho no val¨ªan la pena. Me planteo, por ejemplo, si hice bien en dejar a mi ni?o en la guarder¨ªa a los cuatro meses de edad. Recuerdo especialmente la v¨ªspera del primer d¨ªa de trabajo despu¨¦s de la baja por maternidad de mi hijo, el cual hab¨ªa nacido a las 34 semanas de gestaci¨®n. El beb¨¦, aunque no fue un gran prematuro, a¨²n estaba en percentiles muy bajos para su edad, y se ve¨ªa demasiado indefenso para dejarlo en la guarder¨ªa.
Muchas de las heroicidades que como mam¨¢ trabajadora he hecho no val¨ªan la pena
Aquella noche, a causa del estr¨¦s, sufr¨ª una urticaria que me mantuvo despierta toda la noche, tratando de no rascarme y acudiendo a urgencias a ver qu¨¦ medicaci¨®n pod¨ªa tomar que me aliviara y fuera compatible con la lactancia. No dorm¨ª ni un minuto. Al d¨ªa siguiente, el ni?o se tuvo que quedar en la guarder¨ªa, y yo a las ocho de la ma?ana estaba en mi puesto de trabajo, dispuesta a alargar la lactancia todo lo posible. Llegu¨¦ a la oficina con un sacaleches, una peque?a nevera port¨¢til y una carga inmensa de culpabilidad que no me dejaba casi respirar. Para mi tercer D¨ªa de la Madre, un nuevo sentimiento asociado a la maternidad ya hab¨ªa aflorado.
Dicen que si no te sientes culpable tu beb¨¦ ser¨¢ m¨¢s feliz. Aunque dudo mucho que un beb¨¦ sea m¨¢s feliz estando en una guarder¨ªa que con su madre, por muy contenta que la madre est¨¦ con su empleo. Pero es cierto que tampoco puedes criar bien a un beb¨¦ si est¨¢s amargada. El caso es que mi trabajo no me hac¨ªa m¨¢s feliz que pasar el tiempo junto a mi hijo. ?Ten¨ªa que estar contenta dej¨¢ndolo en la guarder¨ªa mientras yo me iba a trabajar?
En aquel momento solo hice lo que deb¨ªa hacer, lo que todo el mundo hac¨ªa, pero ahora siento que dejar a un ni?o en una guarder¨ªa a los cuatro meses de edad es horrible. A las pocas semanas mi hijo comenz¨® con una racha de otitis que le dur¨® hasta los cinco a?os. Las ni?as tuvieron m¨¢s suerte, porque como cont¨¦ en este art¨ªculo, para bien o para mal, me qued¨¦ sin trabajo durante sus embarazos, as¨ª que pudieron estar un poco m¨¢s de tiempo conmigo. As¨ª, pas¨¦ mi quinto D¨ªa de la Madre con tres hijos y una enorme incertidumbre sobre mi futuro laboral.
Me planteo si hice bien en dejar a mi ni?o en la guarder¨ªa a los cuatro meses
Despu¨¦s de varios a?os de guarder¨ªas, lleg¨® el colegio, demasiado temprano, por cierto. En el tiempo que mis hijos llevan escolarizados, han sido much¨ªsimas las ocasiones en las que he pensado que tanta competitividad, tanta obsesi¨®n por el rendimiento, porque hagan todo cuanto antes ¨Cleer cuanto antes o ser aut¨®nomos y ser responsables cuanto antes¨C, no es m¨¢s que la necesidad de nuestra sociedad de que dejen de ser ni?os cuanto antes.
Creo que vivimos un momento en el que se respetan poco los ritmos de la infancia, inmersos como estamos en la necesidad de rendir, de producir, de ganar dinero y de gastarlo. Y as¨ª es como nuestros ni?os llegan a adultos sin haber disfrutado de la ni?ez, momento en el que algunas madres hasta piden perd¨®n por la infancia perdida. Es entonces cuando te arrepientes de no haberlos disfrutado m¨¢s, de no haberlos achuchado m¨¢s, de no haberlos dejado ser ni?os m¨¢s tiempo.
Y con esta sensaci¨®n de haber perdido un tiempo precioso, ha llegado mi decimoquinto D¨ªa de la Madre. Si hay algo que he aprendido en estos a?os es que si tuviera que volver a tener hijos sabiendo todo lo que s¨¦ ahora, tratar¨ªa de procurarles un mayor bienestar, una vida mejor como ni?os. No me atrever¨ªa a perpetuar la idea hip¨®crita de que pasar la mayor parte del d¨ªa separados de sus padres les viene bien para madurar, crecer, socializarse o aprender.
Ahora s¨®lo espero ser capaz de recordar por mucho tiempo todos esos momentos en los que mis hijos me han arrancado una sonrisa con cosas bien sencillas: un abrazo cuando menos me lo esperaba, un beso en la puerta del colegio, un dibujo que aparece por casualidad en mi mesita de noche, un secreto confiado en la oscuridad antes de caer dormidos, un peque?o juguete abandonado entre otro mill¨®n de cosas suyas en mi bolso o un "te quiero mam¨¢" cuando ya estoy extenuada despu¨¦s de todo un largo d¨ªa. ?Hay mejor regalo que esos momentos? Felicidades mam¨¢s, hoy, y todos los d¨ªas.
Eva Bail¨¦n es ingeniera en Telecomunicaciones y autora del blog todoeldiaconectados.com sobre nuevas tecnolog¨ªas para ni?os. Inici¨® la campa?a de Change.org "por unos deberes escolares justos".
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