?Qu¨¦ dif¨ªcil es hablar de la pobreza!
Madrid celebra la I Feria de la Inclusi¨®n Social
En el a?o triunfal de la recuperaci¨®n econ¨®mica, uno de cada tres ni?os en nuestro pa¨ªs vive en hogares pobres o en riesgo de exclusi¨®n social. Lo que esto significa es que se hielan en invierno y se asan en verano. Se olvidan de la carne, del pescado y de cualquier forma de vacaciones. Viven de la ropa cien veces remendada, de los libros prestados o inexistentes. Soportan la tensi¨®n y la angustia de unos padres que se acuestan cada noche aterrados ante la posibilidad de que un gasto imprevisto desencadene un domin¨® de impagos que acabe en un desahucio. Como los otros 63.037 que tuvieron lugar en 2016 y de los que ni usted ni yo oiremos hablar esta ma?ana.
Uno de cada tres. Para estos ni?os, el discurso del ¡°emprendimiento¡± es como una granada lanzada sobre ellos desde lejos, porque les traslada una responsabilidad de la que se deshizo una sociedad que hoy les dice que el futuro ya no es lo que era: ¡°sois pobres porque sois culpables y lo contrario tambi¨¦n es cierto¡±.
La pobreza es un incordio. Aburre, incomoda y estropea las sobremesas desde el Telediario. No sabemos hablar de ella sin repetirnos o sin relatar un rosario de estad¨ªsticas que dejan al lector como lo encontraron. Peor: estamos hartos de malas noticias. Es muy dif¨ªcil establecer un v¨ªnculo emocional entre los excluidos y los informados, aunque estos ¨²ltimos formen parte sin saberlo de la misma jaula. O tal vez por eso mismo.
Los profesionales que deben informar sobre estos temas se enfrentan a la dificultad de dedicar tiempo y esfuerzo a asuntos t¨¦cnicamente complejos y cuyas implicaciones van mucho m¨¢s all¨¢ de ese dato y esa noticia. Un tiempo casi incompatible con el circo de tres pistas y el monumento al pluriempleo en el que se han convertido las redacciones de los medios. Y eso cuando un editor de otra galaxia admite colocar un tema de este mundo.
De este panorama poco edificante charlamos ayer durante un par de horas en el Matadero de Madrid, invitados por EAPN y los organizadores de la I Feria de la Inclusi¨®n Social que se celebra en nuestra ciudad. Pero no se dejen enga?ar por mi tono catastrofista, porque la conversaci¨®n fue un chute de optimismo. Comprendimos con Luis Alberto, Juan Jos¨¦ y Patricia lo corta que es la distancia entre la seguridad y la pobreza; nos removi¨® la fuerza arrolladora de Cristina Fallar¨¢s; y nos inspir¨® el tono firme e informado de Gabriela Jorquera.
Nos rodeaban amigos. Los protagonistas de la pobreza y quienes dedican sus profesiones o sus ratos disponibles a luchar contra ella. Antes hab¨ªamos estado dando una vuelta por la feria. Fue emocionante. Una tras otra, decenas de organizaciones de todo pelaje mostraban a los madrile?os su esfuerzo por garantizar techo a las personas sin hogar, facilitar empleo a quien nadie contratar¨ªa, atender a los refugiados, defender la dignidad del pueblo gitano u ofrecer una puerta del salida frente al alcohol y las drogas, por mencionar solo algunos ejemplos.
?Y saben algo m¨¢s? Mientras paseaba frente a los stands me di cuenta de que buena parte de estas organizaciones han pasado en alg¨²n momento por este blog, contando su experiencia, sus protestas y sus aspiraciones. Y creo que nunca me he sentido m¨¢s orgulloso de @3500M
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