?Por qu¨¦ la crema de cacao noruega ya no contiene aceite de palma?
El pa¨ªs escandinavo libra desde hace a?os una guerra contra este ingrediente cuya producci¨®n es responsable de la deforestaci¨®n de extensas ¨¢reas de bosque tropical
Nugatti, el unta pan de leche, cacao, avellanas y az¨²car en versi¨®n noruega, sustituy¨® el aceite de palma de su receta por el de girasol. Y esta marca no ha sido la ¨²nica que ha tomado tal decisi¨®n en los ¨²ltimos a?os en el pa¨ªs escandinavo. Hasta el Parlamento decidi¨® el pasado junio prohibir la adquisici¨®n de biodi¨¦sel a partir de esta materia prima por parte de las administraciones p¨²blicas. En general, los noruegos han reducido dos tercios su consumo de productos con el pol¨¦mico ingrediente, desde alimentarios hasta carburantes, seg¨²n datos de la Rainforest Foundation Norway. Todas estas decisiones responden a la presi¨®n social y el compromiso legal del pa¨ªs contra la deforestaci¨®n, en este caso en Indonesia y Malasia, donde las plantaciones de palmeras se est¨¢n comiendo los bosques tropicales.
Mientras que en otros pa¨ªses, como Espa?a, el debate en torno al aceite de palma se ha centrado en su uso en la industria alimentaria y sus posibles efectos nocivos sobre la salud, en Noruega piensan en salvar el planeta. Cada a?o, se tala una extensi¨®n de selva tropical del tama?o de Austria.?Esta r¨¢pida deforestaci¨®n tiene mucho que ver con la expansi¨®n de plantaciones de palma para la producci¨®n de aceite o biocombustible. Y los legisladores noruegos prohibieron en junio de 2016 actividades o importaciones que supongan la destrucci¨®n de bosques, sumideros de carbono que, entre otras funciones vitales para la Tierra, contribuyen sobremanera a mitigar el calentamiento global.
Cada a?o, se tala una extensi¨®n de selva tropical del tama?o de Austria
Malasia e Indonesia son los mayores productores de aceite de palma del mundo (85% del total), su exportaci¨®n genera ganancias para la econom¨ªa y crea empleo rural. "Hay, sin embargo, un lado oscuro en esta industria", advierte la Rainforest Foundation Norway en un informe reciente sobre las consecuencias medioambientales del negocio. Ambos pa¨ªses asi¨¢ticos son, de hecho, de los m¨¢s afectados en cuanto a la deforestaci¨®n de su territorio en favor de estas plantaciones. Las v¨ªctimas directas son, en primera instancia, los pueblos ind¨ªgenas, al ser ellos los moradores de los bosques y defensores de su preservaci¨®n.
"El Gobierno de Indonesia ha otorgado concesiones para producir aceite de palma y para miner¨ªa sin consultar a los ind¨ªgenas del lugar", subraya Anja Lillegravem, responsable para el Sudeste Asi¨¢tico y Ocean¨ªa de la Rainforest Foundation Norway. "All¨ª hay unos 4.000 conflictos por tierras entre comunidades locales y empresas, as¨ª como con el Estado", a?ade durante una visita de este medio a sus oficinas en Oslo el pasado junio. Adem¨¢s del impacto medioambiental y sobre los derechos de los pueblos originarios, los vecinos de las poblaciones cercanas a las plantaciones sufren tambi¨¦n las consecuencias sobre su salud. "Cuando se cortan ¨¢rboles, se degrada el bosque y arde m¨¢s f¨¢cilmente. Aumentan los incendios y se produce humo t¨®xico", contin¨²a Lillegravem. "En 2015, que fue un mal a?o en este sentido, se tuvieron que cerrar instalaciones porque ni siquiera se pod¨ªa ver", anota.
Una estrategia con ¨¦xito
Gracias a distintas acciones desde la d¨¦cada de los 90 del siglo pasado, los noruegos son sensibles a la deforestaci¨®n, asegura Nils Hermann Ranum, responsable de campa?as de la organizaci¨®n ecologista. El pa¨ªs fue el primero del mundo en prohibir el a?o pasado que las instituciones p¨²blicas compren productos que favorezcan la tala de ¨¢rboles. Pero, ?c¨®mo se consigue que los ciudadanos sigan esa misma pol¨ªtica en casa? El experto detalla su estrategia que, a tenor de los resultados, se atreve a calificar de exitosa. "El primer paso es ligar el consumo de productos como el aceite de palma con la destrucci¨®n de bosques", comienza. El objetivo es doble: que baje el consumo y que el mayor fondo soberano del mundo, el fondo de pensiones p¨²blico de Noruega deje de invertir en empresas relacionadas con la producci¨®n de palma.
Para ello, la organizaci¨®n decidi¨® pon¨¦rselo f¨¢cil a los compradores. "Hicimos una lista con productos que conten¨ªan aceite de palma y en un a?o se redujo un tercio su consumo", relata Ranum mientras pasa diapositivas con gr¨¢ficas que sostienen sus palabras. "Muchas empresas dejaron de usarlo, como Nugatti", a?ade.?
Malasia e Indonesia son los mayores productores de aceite de palma del mundo (85% del total), su exportaci¨®n genera contribuye de manera importante a sus econom¨ªas, tambi¨¦n a la deforestaci¨®n de su bosque tropical
En cuando a su segundo reto, el especialista de la Rainforest Foundation Norway explica que el Fondo de Pensiones Noruego invierte en 9.000 compa?¨ªas del mundo, tambi¨¦n lo hac¨ªa en algunas relacionadas con la producci¨®n de aceite de palma, papel, soja, mineras... que contribuyen a la deforestaci¨®n. "Pero lanzaron la Iniciativa por el Clima y los Bosques y era dif¨ªcil para ellos defender que eran protectores de los ¨¢rboles mientras invert¨ªan en empresas que los destru¨ªan", detalla. Por eso, opina Ranum, dej¨® de invertir en muchas de ellas. "Incluido Wilmar International, la mayor comercializadora de aceite de palma del mundo y calificada como la menos amigable con el medio ambiente".
Pero todav¨ªa quedan frentes abiertos en este sentido. Como hizo con los productos alimentarios, la ONG public¨® el pasado mayo un listado de empresas n¨®rdicas con inversiones en bancos que financian compa?¨ªas con "pr¨¢cticas insostenibles". Las recomendaciones que los autores del informe redactaron no exig¨ªan el cese de las inversiones de las primeras, sino que involucrasen a las entidades financieras asi¨¢ticas a adoptar una pol¨ªtica de no deforestaci¨®n y que sean ellas las que dejen de apoyar a las productoras de aceite de palma, soja o mineras.
La tercera batalla es contra el biocombustible a base de palma. "Su uso est¨¢ aumentando en Europa y, aunque en la Uni¨®n no se compra de zonas deforestadas desde 2004, se alimenta el mercado incrementando la demanda", argumenta Ranum. Adem¨¢s, dice, se llama aceite de palma "sostenible" al que proviene de tierras que no hayan sido bosque en los ¨²ltimos 20 a?os. ?Las extensiones que hoy se talan ser¨¢n en dos d¨¦cadas aptas para la venta en Europa? "Exacto", responde.
M¨¢s a¨²n, sus datos demuestran que la reducci¨®n de emisiones por el uso de biodi¨¦sel no es tal, pues hay que tener en cuenta la huella de carbono debido a la tala de bosque para su obtenci¨®n. As¨ª, el biodi¨¦sel es tres veces m¨¢s contaminante que el gas¨®leo, seg¨²n los c¨¢lculos publicados en el informe Comprendiendo las implicaciones sobre el clima del consumo de biodi¨¦sel de palma, firmado por Chris Malins. De momento, las organizaciones ecologistas han ganado la cruzada en Noruega. Ahora, lanzan la ofensiva para que la UE siga el ejemplo del pa¨ªs escandinavo y revise su pol¨ªtica respecto a los biocombustibles que contribuyen a la deforestaci¨®n de los bosques tropicales.?
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Los claroscuros de Noruega
Noruega es considerado un ejemplo por su determinaci¨®n para preservar el medio ambiente y luchar contra el cambio clim¨¢tico. Algunas medidas y proyectos lo demuestran. El pa¨ªs se ha puesto el ambicioso objetivo de acabar con la compraventa de coches di¨¦sel y gasolina en 2025 para fomentar los veh¨ªculos el¨¦ctricos e h¨ªbridos. Adem¨¢s, en junio de 2016 fue el primer pa¨ªs del mundo que prohibi¨® la deforestaci¨®n. Una medida que supone que la administraci¨®n p¨²blica no adquiera productos que contribuyan a la tala de ¨¢rboles, entre ellos el biodi¨¦sel a partir de aceite de palma.
Con todo, el pa¨ªs no est¨¢ exento de cr¨ªticas al ser exportador de gas y petr¨®leo. Hace unos d¨ªas, el Gobierno ha otorgado 10 licencias de exploraci¨®n petrol¨ªferas en el mar de Barents ¡ªen pleno C¨ªrculo Polar ?rtico¡ª para que 13 compa?¨ªas internacionales extraigan petr¨®leo de 40 pozos en altamar.
Sobre los aciertos y las contradicciones en su compromiso con la conservaci¨®n del planeta, preguntamos a Vidar Helgesen, ministro de Clima y Medio Ambiente, el pasado junio durante el lanzamiento en Oslo de la Iniciativa Interreligiosa para salvar los bosques tropicales.
Noruega se ha propuesto ser un pa¨ªs libre de emisiones, ?c¨®mo planean conseguirlo?
Tenemos el objetivo nacional de reducir nuestras emisiones un 40% en 2030. El transporte concentrar¨¢, con mucho, nuestros esfuerzos. La electrificaci¨®n de la flota de veh¨ªculos es nuestra estrategia y estamos viendo resultados incre¨ªbles ya; el uso de biocombustibles tambi¨¦n es importante. Adem¨¢s, hay que hacer una importante inversi¨®n en l¨ªneas de tren.
Pero Noruega es exportador de gas y petr¨®leo, ?alguna perspectiva de una transformaci¨®n industrial?
Tenemos muy claro que el gas y el petr¨®leo no ser¨¢n los pesos pesados de nuestra econom¨ªa en el futuro como lo han sido hasta ahora. Esta es una premisa muy importante en un proceso de transformaci¨®n econ¨®mica. El petr¨®leo es una mercanc¨ªa global y cada pa¨ªs es responsable de las emisiones en su territorio. As¨ª que la demanda determinar¨¢ c¨®mo de r¨¢pido el petr¨®leo se comportar¨¢ globalmente. El transporte es lo que m¨¢s petr¨®leo necesita y Noruega est¨¢ dando ejemplo mostrando que la electrificaci¨®n de la flota de veh¨ªculos es posible.
?Por qu¨¦ es especialmente importante para Noruega luchar contra el cambio clim¨¢tico?
Es muy importante, vemos ya c¨®mo la temperatura aumenta en el ?rtico el doble de r¨¢pido que en el resto del mundo, lo que est¨¢ cambiando los ecosistemas. Se est¨¢ derritiendo debido a las emisiones globales y, por lo tanto, tener una pol¨ªtica ambiciosa contra el cambio clim¨¢tico es crucial. En este sentido, lanzamos la iniciativa para preservar los bosques tropicales porque desempe?an un papel muy importante en la mitigaci¨®n del calentamiento global.
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