?Amas la naturaleza? Deja de tirar comida
La agricultura es responsable del 66% de las amenazas a las especies, mientras que cada a?o se tiran m¨¢s de mil millones de toneladas de comida. Hay que reducir el desperdicio
En mi trabajo como conservacionista, me re¨²no con ministros, activistas, ejecutivos y otros actores, muchos de los cuales est¨¢n comprometidos en la protecci¨®n de la biodiversidad en todo el mundo. En estas conversaciones, a menudo les digo algo que no esperan o¨ªr: si te preocupas por la naturaleza, deja de desperdiciar comida.
Si bien es dif¨ªcil estimar completamente los impactos que la p¨¦rdida y desperdicio de alimentos tienen sobre la biodiversidad a nivel mundial, sabemos que la expansi¨®n de la agricultura en ¨¢reas silvestres representa una presi¨®n excesiva sobre mam¨ªferos, aves, peces y anfibios. La producci¨®n de nuestros alimentos abarca inmensas extensiones de tierra y gran cantidad de recursos naturales, lo que lleva a los h¨¢bitats silvestres al l¨ªmite. Una vez trasformados para la agricultura, los h¨¢bitats en dichos suelos son fragmentados y a menudo destruidos permanentemente.
De hecho, la agricultura es responsable del 66% de las amenazas a las especies. Esto significa que dos tercios de las amenazas se deben a la producci¨®n de alimentos para los seres humanos. Y sin embargo, cada a?o m¨¢s de mil millones de toneladas de ese alimento nunca es consumido. El desperdicio es incre¨ªble.
La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n estima que la expansi¨®n de los cultivos es la amenaza m¨¢s grande en las zonas tropicales, que albergan la mayor riqueza de especies y endemismos. Por desgracia, estas tierras tambi¨¦n proporcionan grandes oportunidades para la expansi¨®n de la producci¨®n agr¨ªcola mundial. Las tasas m¨¢s altas de desperdicio y p¨¦rdida de alimentos conducen a un aumento de la demanda y, por lo tanto, aceleran la expansi¨®n de estas tierras, lo que pone en peligro la biodiversidad local.
Reducir la cantidad de alimentos desperdiciados es tener sentido com¨²n e incluso tener un buen instinto para los negocios. A principios de este a?o, Champions 12.3 public¨® una investigaci¨®n sobre la raz¨®n comercial para reducir la p¨¦rdida y el desperdicio de alimentos. El informe identific¨® razones convincentes para que act¨²en los l¨ªderes de los sectores privado y p¨²blico.
A trav¨¦s de la evaluaci¨®n de 1.200 negocios de 700 empresas de 17 pa¨ªses, el informe sugiere que casi todas las compa?¨ªas evaluadas, que representan una amplia gama de sectores, lograron un retorno muy positivo, con un retorno medio de la inversi¨®n del 1.300%. Por cada d¨®lar que las empresas invirtieron para reducir la p¨¦rdida de alimentos y residuos se ahorraron 14 d¨®lares.
Las empresas se benefician financieramente de diversas formas, como el aumento de la proporci¨®n de alimentos que pueden vender a los clientes y la reducci¨®n de los costes de gesti¨®n de desechos de los alimentos. Por esta raz¨®n, reducir el desperdicio y la p¨¦rdida de alimentos es una gran oportunidad financiera para las empresas, cualquiera que sea su lugar en la cadena de producci¨®n, para reducir costes y aumentar los ingresos; adem¨¢s, esto puede ayudar a comprometer a los consumidores y construir la marca de la empresa, al mismo tiempo que se reduce la demanda de expansi¨®n de la agricultura y se protege la biodiversidad.
Por cada d¨®lar que las empresas invirtieron para reducir la p¨¦rdida de alimentos y residuos se ahorraron 14 d¨®lares
Tambi¨¦n es una oportunidad real para los Gobiernos, seg¨²n demuestran los datos del Reino Unido. Entre 2007 y 2012, el Reino Unido redujo el desperdicio de alimentos dom¨¦sticos en un 21%, como resultado de una iniciativa a nivel nacional liderada por el Gobierno, los comerciantes y la organizaci¨®n sin fines de lucro WRAP.
Esa reducci¨®n supuso un ahorro en los hogares del Reino Unido de casi 13.000 millones de libras en un per¨ªodo de cinco a?os, a trav¨¦s de la disminuci¨®n del gasto en alimentos que de otra manera hubieran sido desperdiciados. Si bien el n¨²mero de hogares que se beneficiaron fue abrumador, las autoridades locales tambi¨¦n ahorraron 86 millones de libras en costes de disposici¨®n de los residuos alimenticios. En ¨²ltima instancia, por cada libra invertida, fueron ahorradas m¨¢s de 250.
El ¨¦xito del Reino Unido en la reducci¨®n de los residuos alimenticios fue equivalente a retirar 1,4 millones de autom¨®viles de la carretera, ahorrar 400.000 piscinas ol¨ªmpicas de agua y eliminar la necesidad de una superficie de tierra agr¨ªcola del doble del tama?o de Luxemburgo.
Es f¨¢cil asumir, considerando el s¨®lido argumento comercial para reducir el desperdicio y la p¨¦rdida de alimentos, que muchas empresas y pa¨ªses ya est¨¢n actuando. Ha habido un progreso significativo en los ¨²ltimos a?os, pero se deben adoptar muchas m¨¢s medidas si queremos alcanzar la Meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que insta a reducir la mitad del desperdicio y la p¨¦rdida de alimentos hasta el 2030.
Este es un desaf¨ªo en el que todos podemos estar implicados. El liderazgo de las empresas y el Gobierno al m¨¢s alto nivel es fundamental. Y podemos tener un impacto individual, empezando por nuestras propias cocinas a trav¨¦s de la reducci¨®n de nuestro desperdicio personal.
Tenemos opciones y, si elegimos desperdiciar menos alimentos y ser m¨¢s conscientes y comprometidos, podemos contribuir al tipo de acci¨®n global que se necesita urgentemente. Se trata de un problema con una soluci¨®n que nos implica a todos.
Por eso, a cualquier persona que conozco le digo que si se preocupa por proteger la biodiversidad y crear un planeta mejor, debe dejar de desperdiciar los alimentos. Porque est¨¢ claro que lo que comemos y lo que no, tiene un impacto en el mundo natural.
Yolanda Kakabadse es presidenta de WWF Internacional y exministra de medio ambiente del Ecuador. Tambi¨¦n es miembro de Champions 12.3, una coalici¨®n de l¨ªderes dedicados a inspirar ambici¨®n, movilizando la acci¨®n y acelerando el progreso hacia la Meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
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