La doble perversi¨®n de los CIE de frontera
?Por qu¨¦ se priva de libertad a las personas extranjeras reci¨¦n desembarcadas?
La Frontera Sur espa?ola vuelve a ser noticia: entre enero y junio de 2017, 6.441 personas migrantes desembarcadas en costas espa?olas, 1.750 han entrado en Melilla y 1.240, en Ceuta. Son m¨¢s de 9.500: un 65 por ciento del total de personas que entraron irregularmente en Espa?a en 2016. Visto as¨ª, fr¨ªas cifras estad¨ªsticas. Son noticia las intervenciones de Salvamento Mar¨ªtimo en el mar de Albor¨¢n y en el Estrecho: profesionales, impecables. La noticia llega hasta los puertos de Almer¨ªa, Motril, M¨¢laga y Tarifa: personas hambrientas, sedientas y ateridas, a las que atiende la Cruz Roja. O llega hasta las calles de Ceuta y Melilla: siguiendo a los j¨®venes que claman "?Boza!" camino del CETI. Fin de la noticia.
Desaparecen del horizonte informativo las 72 horas en calabozos policiales, la tramitaci¨®n de una autorizaci¨®n judicial de internamiento, que suele concederse, porque son personas que han entrado irregularmente, y no tienen arraigo ni domicilio. Y luego veintitantos d¨ªas dentro de un CIE: para muchos, uno de los CIE de frontera, los que se levantan en Algeciras, Tarifa, Las Palmas y Tenerife. D¨ªas que pasan con extrema lentitud, sin ocupaci¨®n alguna, fuera de unos ex¨¢menes m¨¦dicos someros, alguna llamada telef¨®nica a familiares o amigos, alg¨²n contacto con el personal de la Cruz Roja y, con suerte, breves visitas de miembros de oeneg¨¦. Por fuera, d¨ªas que la administraci¨®n emplea en gestionar la identificaci¨®n de las personas, por si encuentran medio de devolverlas a sus pa¨ªses de origen. Para la mayor¨ªa, un 85 por ciento de las personas internadas en Algeciras y Tarifa, pasadas esas tres o cuatro semanas, llega la libertad¡ dentro de un limbo jur¨ªdico.
?Por qu¨¦ se priva de libertad a las personas extranjeras reci¨¦n desembarcadas en las costas espa?olas, durante tres o cuatro semanas, en centros cuyas condiciones de habitabilidad son insuficientes, para luego ponerlos en libertad, arrojados a un largo limbo jur¨ªdico?
Esta es la gran cuesti¨®n que se plantea a la vista de las pr¨¢cticas en los CIE de frontera, sobre todo los de Algeciras-Tarifa, Las Palmas y Tenerife. El Tribunal Constitucional fij¨® un margen muy estrecho para que el internamiento no est¨¦ viciado de inconstitucionalidad: que sea autorizado, con car¨¢cter excepcional, mediante resoluci¨®n judicial motivada que controle el car¨¢cter imprescindible de la p¨¦rdida de libertad y permita al interesado presentar sus medios de defensa, y que tenga lugar en centros sin car¨¢cter penitenciario. En cambio, se autoriza el internamiento de las personas reci¨¦n desembarcadas con mucha facilidad, sin que tengan las mismas oportunidades de defensa que las personas que se enfrentan a procedimientos de expulsi¨®n despu¨¦s de tiempo de residir en Espa?a. Se les encierra en centros que se asemejan a todo en las c¨¢rceles menos en la reglamentaci¨®n de los derechos de los internos, desde los que se les liberar¨¢ como se dec¨ªa. Los CIE de frontera son doblemente perversos.
Es preciso pensar las insuficiencias, contradicciones y perversiones de la instituci¨®n del internamiento y de los CIE. Y hay herramientas que ayudan. Desde el Servicio Jesuita a Migrantes, ofrecemos nuestro s¨¦ptimo informe CIE, titulado 25,66. Media diaria de repatriaciones forzadas [PDF], plantea esta cuesti¨®n, entre otras. La doble perversi¨®n no se limita a la gratuidad del sufrimiento infligido a las personas internadas nada m¨¢s llegadas a territorio espa?ol. Tambi¨¦n se da cuando las personas internadas se encuentran en otras situaciones de especial vulnerabilidad: mujeres (muchas, v¨ªctimas de trata), los 51 menores detectados, quienes solicitan protecci¨®n internacional desde el CIE o quienes son internados a pesar de haber solicitado protecci¨®n. La asociaci¨®n Karibu ofrece una mirada cr¨ªtica, y una reflexi¨®n pertinente, sobre lo que toca a El internamiento en el CIE de Madrid. Una mirada a ?frica [PDF]. Ocho juristas eminentes, siete penalistas y un fil¨®sofo del Derecho, comparten su reflexi¨®n cr¨ªtica sobre las Razones para el cierre de los CIE: del reformismo a la abolici¨®n [PDF]. No es una reflexi¨®n ociosa, no cuando se plantea la construcci¨®n de tres nuevos CIE, cuando lo que se necesita es otra cosa.
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