Por qu¨¦ hay que tomarse tambi¨¦n vacaciones de la familia

Hace a?os conoc¨ª a una persona que me explic¨® que distribu¨ªa sus vacaciones del siguiente modo: tres semanas con su familia, dos con su pareja y una para ¨¦l solo, que aprovechaba para irse con amigos o sencillamente para estar solo. Aquello era un acuerdo que ten¨ªa con su mujer desde hac¨ªa tiempo y les funcionaba a las mil maravillas. Esta persona era alemana, ten¨ªa seis semanas de descanso a lo largo del a?o y en su opini¨®n, se trataba de algo muy com¨²n en su pa¨ªs. M¨¢s all¨¢ de que esta pr¨¢ctica estuviera realmente extendida, no cabe duda de que encierra muchas ventajas, siempre y cuando sea aceptada por ambos c¨®nyuges y no se sientan culpables por ello.

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C¨®mo evitar el sentimiento de culpa

Cuando somos m¨¢s j¨®venes, pasamos las vacaciones con familia o con amigos. La dificultad se presenta cuando tenemos una relaci¨®n estable o a¨²n m¨¢s, cuando hay hijos de por medio. En ese momento, se presentan las expectativas cruzadas, no siempre coincidentes. Escaparse la pareja a solas puede ser dif¨ªcil por log¨ªstica o por posibles culpabilidades de dejar a los ni?os con otra persona, pero el problema se agrava cuando el planteamiento es irnos solos si el otro no lo ve con buenos ojos. Y curiosamente para recargar pilas y sentirnos bien, necesitamos tambi¨¦n tiempo para nosotros mismos.

Los buenos momentos son aquellos en los que uno disfruta haciendo algo que le gusta. Por supuesto que es preferible vivirlo con quien nos apetece, pero, acept¨¦moslo, no siempre se coincide en gustos o en momentos tanto con la pareja como con los amigos o con la familia. La soluci¨®n habitual es negociar y sacrificarse. Pero, a la larga, sacrificarse continuamente tiene un precio a medio y largo plazo. Puede que no seamos conscientes al principio, pero pasado el tiempo, genera un mar de fondo que nos lleva, por ejemplo, a enfadarnos por cualquier tonter¨ªa. Por tanto, vale la pena quiz¨¢ buscar una tercera v¨ªa: las vacaciones a la alemana, tomando el gentilicio de la persona que conoc¨ª. Es decir, incluyamos en la din¨¢mica de pareja, de amigos o de familia un tiempo compartido y un tiempo para estar solo, para hacer el Camino de Santiago en bici, subir a una monta?a o estar tirado a la bartola en una hamaca un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n. Lo que sea.

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?Por qu¨¦ necesitamos hablar las cosas que nos molestan?

La calidad de una relaci¨®n de pareja (y amigos) se puede medir por el miedo y las suspicacias que se levantan por la otra parte si decidimos irnos solos unos d¨ªas. Pero las relaciones se construyen con los pasos que vamos dando. Por tanto, para vivir unas vacaciones a la alemana necesitamos ser conscientes de que es una pr¨¢ctica muy saludable pasar tiempo con la familia, como pareja y solos haciendo lo que nos gusta. Para ello, requiere que seamos muy honestos y preguntarnos qu¨¦ queremos hacer realmente. ?De verdad que te apetece ir a la playa o te gustar¨ªa escaparte a ese sitio al que llevas a?os queriendo ir y nunca encuentras el apoyo para hacerlo? Segundo, es necesario negociarlo con la otra parte. La decisi¨®n ha de ser en ambos sentidos. Los mismos d¨ªas que se toma uno los ha de permitir al otro sin reproches o quejas. Y tercero, aceptar la culpabilidad de no agradar siempre al 100 por cien de los que nos rodean, pero es el precio de ser tambi¨¦n uno mismo. As¨ª pues, si ya tenemos la agenda de vacaciones cerrada, al menos, tom¨¦monos un rato para estar con la pareja si la tenemos, o para estar solos, y disfrutemos de lo que realmente nos gusta.