Macky-Wade, la batalla contin¨²a
A sus 91 a?os, el expresidente senegal¨¦s vuelve a la arena pol¨ªtica en busca de revancha en las elecciones legislativas del domingo
Febrero de 2012: miles de j¨®venes tratan de tomar por asalto la plaza de la Independencia, en el centro de Dakar, para reclamar la partida del entonces presidente, Abdoulaye Wade, pero son repelidos por los gases lacrim¨®genos y las pelotas de goma de las fuerzas del orden. El Gobierno hab¨ªa prohibido toda manifestaci¨®n en este espacio p¨²blico, simb¨®lico coraz¨®n de la capital senegalesa situado a pocos metros del Palacio Presidencial. 25 de julio de 2017: unos pocos j¨®venes seguidores de Wade intentan acceder a la plaza de la Independencia y se encuentran de bruces con decenas de polic¨ªas que ejecutan la prohibici¨®n dictada cinco a?os antes por su l¨ªder. Las vueltas de la vida.
Nunca hubo tantos candidatos y, sin embargo, la partida se juega s¨®lo a tres bandas. Este domingo 30 de julio se celebran unas elecciones legislativas en Senegal que servir¨¢n para someter a veredicto popular el proyecto pol¨ªtico y econ¨®mico liderado por el presidente Macky Sall desde 2012. Si obtiene una amplia mayor¨ªa, como esperan casi todos los analistas, conseguir¨¢ el suficiente caudal como para llegar a 2019 en condiciones de ser reelegido al frente de la naci¨®n. Para ello cuenta con la baza de la divisi¨®n de la oposici¨®n en multitud de coaliciones, las dos principales lideradas por el nonagenario expresidente Abdoulaye Wade (s¨ª, ha vuelto) y por el emergente alcalde de Dakar Khalifa Sall, encarcelado desde el pasado 7 de marzo.
El viejo, como llaman a Wade en Senegal, se ha convertido en la cara m¨¢s visible de una oposici¨®n dividida
Cinco a?os despu¨¦s de las convulsiones que engendraron la alternancia pol¨ªtica de 2012, Senegal, uno de los pa¨ªses m¨¢s estables y democr¨¢ticos de ?frica occidental, tiene una nueva cita con las urnas. Dos son las principales novedades del proceso: en primer lugar, la Asamblea Nacional ha pasado de 150 a 165 diputados para dar cabida a 15 representantes de la di¨¢spora y, en segundo lugar, se ha batido el r¨¦cord de listas para ocupar esos asientos, un total de 47, es decir, casi el doble de las 24 que concurrieron en 2012. Ello ha provocado una modificaci¨®n urgente de la Ley electoral para permitir a los electores entrar en las cabinas de voto con s¨®lo cinco papeletas y no con todas como obligaba hasta ahora la legislaci¨®n, lo que hubiera retrasado considerablemente el proceso.
La campa?a electoral, en general tranquila salvo alg¨²n que otro enfrentamiento menor, se ha ido calentando con el paso de los d¨ªas. El Gobierno no ha hecho sus deberes en cuanto al reparto de los carn¨¦s electorales, necesarios para votar, y el lunes solicitaba al Tribunal Constitucional que los ciudadanos pudieran acudir a las urnas con sus antiguos carn¨¦s de identidad, pasaportes o incluso permisos de conducir. Una evidente irregularidad que, cual nube negra, amenaza con ensombrecer el d¨ªa de la votaci¨®n e incluso cuestionar los resultados de los comicios.
Pese a todo, la gran favorita de los comicios es Benno Bokk Yakaar (Unidos por la misma esperanza, en wolof, la lengua nacional), la coalici¨®n que respalda al Gobierno y formada, principalmente, por tres partidos: la Alianza por la Rep¨²blica (APR) de Macky Sall, el Partido Socialista (PS) de Ousmane Tanor Dieng y la Alianza de las Fuerzas de Progreso (AFP) del actual presidente del Parlamento Moustapha Niasse. Ahora cuenta con una aplastante mayor¨ªa de 119 parlamentarios frente a un total de 150. Al frente de la lista nacional se encuentra el actual primer ministro Mahammed Boun Abdallah Dionne, hombre de total confianza de Macky Sall, aunque su confecci¨®n no estuvo exenta de problemas y tensiones entre los citados tres partidos.
El desgaste de cinco a?os respaldando a un Gobierno que ha tenido aciertos pero tambi¨¦n ha cometido errores podr¨ªa pasar factura a Benno Bokk Yakaar, pero la oposici¨®n no ha conseguido llevar a buen puerto su sue?o de acudir unida a esta cita electoral, lo que hace que sus posibilidades de imponer una cohabitaci¨®n al Ejecutivo queden seriamente da?adas. Las dos principales candidaturas aspirantes a ara?ar diputados a la mayor¨ªa parlamentaria son los liberales de la Coalici¨®n Ganadora Wattu Senegal (Proteger a Senegal) encabezada por el expresidente Abdoulaye Wade y Manko Taxawu Senegal (Unirse para Ayudar a Senegal), liderada por Khalifa Sall, alcalde de Dakar.
El regreso de Wade, llamado Gorgui en Senegal, que significa en wolof El viejo, fue el 10 de julio. Tras su amarga derrota electoral de 2012, el expresidente, de 91 a?os, hab¨ªa fijado su residencia en Versalles, cerca de Par¨ªs, y tan solo hab¨ªa pisado Senegal unas pocas semanas en 2015 para tratar de interceder por su hijo Karim, entonces en prisi¨®n y posteriormente liberado por una gracia presidencial. Miles de seguidores acudieron al aeropuerto a recibirle como si fuera un libertador, ansiosos por encontrar en el pasado un l¨ªder fuerte que no parece vislumbrarse en el futuro. Desde entonces ha multiplicado sus actos de campa?a y se ha mostrado como la cara m¨¢s visible de la oposici¨®n.
¡°Es una bestia pol¨ªtica¡±, revela un colaborador de Wade, ¡°el ¨²nico capaz de frenar el deterioro que est¨¢ viviendo Senegal, morir¨¢ con las botas puestas¡±. Desde el bando presidencial, sin embargo, minimizan el impacto de su regreso a la arena pol¨ªtica. ¡°Es un eucalipto, nada crece a su sombra. Ha vuelto porque su partido no cuenta con nadie capaz de hacernos frente¡±, explica Adama Niang, militante de base de la APR y mackysta por los cuatro costados.
Pese a la existencia de una ley de paridad pocas candidaturas est¨¢n encabezadas por mujeres
El tercer eje de esta ecuaci¨®n es Khalifa Sall. Figura pol¨ªtica en ascenso capaz de derrotar a los delfines liberales en la mism¨ªsima capital del pa¨ªs, alcalde de Dakar desde 2009 donde se mantiene con una solidez a prueba de bomba, enfant terrible del Partido Socialista al que ha preferido abandonar para ir por libre en su ambici¨®n presidencial, hoy convertido en m¨¢rtir pol¨ªtico desde su ingreso en prisi¨®n el 7 de marzo, ?qu¨¦ hubiera pasado en estas elecciones si se hubiera entendido con Wade? Nadie lo sabe, pero la sensaci¨®n es de oportunidad perdida. En todo caso, Khalifa Sall no estaba dispuesto a echarse a un lado para dejar a los liberales ocupar la cabeza de lista. Sabe de su tir¨®n y su mirada est¨¢ puesta con nitidez en 2019, la gran batalla de las presidenciales.
Nacido en Louga pero criado en el popular barrio capitalino de Grand Yoff, Khalifa Sall fue uno de los m¨¢s j¨®venes diputados socialistas del pa¨ªs. Sin embargo, su creciente popularidad tanto en la calle como en el seno de un partido esclerotizado y dominado por la vieja guardia precipitaron su salida, lo que le ha permitido erigirse en la figura pol¨ªtica con m¨¢s posibilidades de hacer sombra a Macky Sall en los pr¨®ximos a?os. Quiz¨¢s por eso sobre su detenci¨®n e ingreso en prisi¨®n en marzo pasado, acusado de la malversaci¨®n de 2,7 millones de euros en los ¨²ltimos a?os, planea la sombra de la duda de una utilizaci¨®n pol¨ªtica de la Justicia por parte del poder en plaza.
Pese a todo, sus intentos por salir de la c¨¢rcel en libertad provisional para poder hacer campa?a han tropezado con el Tribunal Supremo. Seydou Diagne, abogado del primer edil capitalino, lo ha dicho a los cuatro vientos: ¡°Khalifa Sall no ha podido recorrer las calles para pedir el voto a los ciudadanos pese a que tiene derechos pol¨ªticos y electorales que est¨¢n siendo violados¡±. Ha sido el ausente m¨¢s presente durante la campa?a electoral que concluye este viernes.
De los otros partidos que concurren a los comicios, muchos de ellos liderados por exdelfines de Wade que han preferido alejarse de su alargada sombra, como Abdoulaye Balde, alcalde de Ziguinchor, cabe destacar la presencia de la abogada Aissata Tall, apodada la Leona del Fouta, alcaldesa de Podor y exministra socialista durante el Gobierno de Abdou Diouf, al frente de la coalici¨®n Atreveos al futuro. Pese a que en Senegal existe una ley de paridad en las listas electorales, un enorme avance en el contexto regional, pocas est¨¢n encabezadas por mujeres. Otra candidatura novedosa la lidera Ali Haidara, exministro de Medio Ambiente del primer gobierno de Macky Sall, quien pretende que el ecologismo pol¨ªtico obtenga por primera vez representaci¨®n en el Parlamento.
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