Tomorrowland, un festival de m¨²sica para saborear

Ca?ones de humo, lanzaconfeti y serpentinas voladoras acorde a los graves de una m¨²sica electr¨®nica que hace bailar hasta al m¨¢s rancio bajo la tem¨¢tica circense denominada Amicorum Spectaculum. Todo ello sumado a 200.000 personas que se desplazan por 45 hect¨¢reas de paraje natural y 16 escenarios (adem¨¢s del principal), la mayor¨ªa dej¨¢ndose llevar por el lema que abandera Tomorrowland, Live today, love tomorrow, unite forever (vive hoy, ama ma?ana, unidos para siempre). As¨ª da la bienvenida uno de los mayores festivales de electr¨®nica del mundo. Pero la cita no va solo de m¨²sica y fiesta. Tambi¨¦n es gastronom¨ªa. Y as¨ª lo ha querido reflejar la organizaci¨®n en esta 13? edici¨®n, ofreciendo una oferta que va m¨¢s all¨¢ de las t¨ªpicas hamburguesas, pizzas, tacos o kebabs.

El festival ha querido dar a conocer la comida belga y ha apostado por los Flandes Kitchen Rebels como embajadores. Son un grupo de 25 cocineros de menos de 35 a?os con pasi¨®n por la gastronom¨ªa flamenca y los productos puros, aunque solo han sido 15 los seleccionados para Tomorrowland. Durante los dos fines de semana que ha durado el festival (este es el ¨²ltimo) un chef Rebel cocina para quienes deseen cambiar un bocadillo y una cerveza en vaso de pl¨¢stico por un men¨² de dise?o y un buen vino.

Los hermanos Haegeman, Jonas, de 32 a?os, y Laurence, de 29, se encargaron del men¨² de ayer: tartaleta con vegetales de la zona acompa?ada de un sorbete de manzana y apio con espuma de menta y, como principal, un redise?o del t¨ªpico bocadillo belga con la base de un cogollo de lechuga y una mezcla de jam¨®n, queso y yema de huevo. ¡°Elegimos los productos m¨¢s naturales posibles e incluso muchos de ellos los recolectamos nosotros¡±, explica Jonas. Uno de sus objetivos es demostrar que los j¨®venes tambi¨¦n pueden alimentarse de manera saludable, rica y econ¨®mica. En Tomorrowland disponen de 20 asistentes para que a las dos en punto est¨¦ el plato en la mesa de cada comensal, que solo disponen de una hora para degustar el men¨², ya que existen siete turnos de comidas al d¨ªa. Aun as¨ª no todos pueden llegar a probar sus delicias, y no porque solo sea apto para bolsillos adinerados ¡ªel men¨² son 29,50 euros¡ª, sino porque la demanda es tal que muchos asistentes se quedan sin opci¨®n a la reserva.

La inmediatez tambi¨¦n la vive Sam D¡¯Huyvetter desde la perspectiva de los puestos de comida del festival. El chef, que tambi¨¦n forma parte de los Flandes Kitchen Rebels, a sus 30 a?os tiene dos estrellas Michelin, y este a?o ha decidido ausentarse de sus dos restaurantes en Gante y Amberes para desplegar su ingenio en Tomorrowland. Por casi el mismo precio que tiene el resto de comida r¨¢pida ¡ªunas ocho perlas, la moneda del evento (12 euros al cambio)¡ª se pueden degustar unas costillas braseadas, un pollo con salsa barbacoa, bocadillos de salchicha o zanahoria cocinada. ¡°Era un reto salir de mi zona de confort para dirigirme a un p¨²blico tan exigente como es el de un festival, que quiere comer y beber en el momento y que est¨¦ bueno¡±, comenta el chef belga.

A muchos no les importa pagar un extra en su entrada si eso conlleva disfrutar de un zona vip donde, adem¨¢s de disfrutar de la m¨²sica con m¨¢s espacio, pueden comer en vajilla de cristal y saborear una bebida m¨¢s exclusiva. Aunque la diferencia en el precio de cada consumici¨®n puede ser de una o dos perlas, en la llamada Zona de Confort hay quien paga hasta 25.000 euros por una botella de 15 litros de champ¨¢n Armand de Brignac Ace of Spades. Con los a?os, Tomorrowland es mucho m¨¢s que electr¨®nica, y la gastronom¨ªa cobra una mayor importancia en aquellos j¨®venes, y no tanto, que ahorran un a?o para no tener preocupaciones durante los cuatro d¨ªas del festival de sus vidas.