As¨ª es la botella m¨¢s grafiteada del mundo
JonOne se suma a la lista de reputados artistas urbanos que han reinterpretado la m¨ªtica etiqueta de Hennessy
La noche en que JonOne cen¨® con Nina Simone en Par¨ªs no ten¨ªa ni idea de qui¨¦n era esa se?ora que se pas¨® toda la noche taciturna. ¡°Un amigo me dijo: ¡®Hoy viene una invitada muy especial, pero t¨² act¨²a con normalidad¡¯. Y aparecieron dos se?oras negras muy particulares, una de ellas [Simone] envuelta en un abrigo de piel de zorro. Literalmente, llevaba la cabeza del zorro colgando de una manga. Apenas habl¨® ni interactu¨®. Al marcharse, mi colega me solt¨®: ¡®T¨ªo, ?esa era Nina Simone!¡¯. Yo por entonces solo escuchaba hip hop, ya sabes, Run DMC, NWA, Curtis Blow¡ Habr¨ªa sido incapaz de apreciar la dimensi¨®n de la artista que hab¨ªa estado sentada a mi lado¡±, recuerda entre risas este grafitero que hoy vende sus obras por miles de d¨®lares.
JonOne es el ¨²ltimo encargado de ¡®profanar¡¯ la botella de Hennessy, el cognac de LVMH, en una edici¨®n limitada muy especial. En los ¨²ltimos a?os, la firma francesa ha acudido a artistas que han sabido reformular el lenguaje del arte urbano para el gran p¨²blico como KAWS, Futura 2000, OSGEMEOS, Shepard Fairey, Ryan McGinness y Scott Campbell. La jugada les ha salido redonda, elevando esta etiqueta de m¨¢s de dos siglos y medio de antig¨¹edad a base favorita para la mezcla en determinados c¨ªrculos del moderneo, particularmente en el mercado estadounidense. Hoy, Hennessy vende unos 50 millones de botellas al a?o en todo el mundo. No es de extra?ar que lo celebraran con una fiesta por todo lo alto este mes de julio en Nueva York con la actuaci¨®n del rapero A$AP Ferg, la modelo Chanel Iman contone¨¢ndose en la pista y el propio JonOne salpicando a los presentes en primera fila con un show de pintura en vivo.
Unas horas antes, frente a un cuenco de granola, este artista nacido en Harlem y ¡°exiliado¡± -como ¨¦l dice- a Par¨ªs hace ahora 30 a?os, nos dibuja los lazos invisibles que unen el grafiti con el lujo. Por muy parad¨®jico que suene. ¡°Tienen mucho m¨¢s que ver de lo que a priori pueda imaginarse. Cuando hablamos del lujo, hablamos de trabajar las cosas de una manera artesanal, alejada de la producci¨®n masiva; de algo hecho para unos pocos. Yo, como artista, siento que abordo mis piezas con el mismo mimo que un artesano. Y tambi¨¦n soy consciente de que lo que hago est¨¢ hecho para unos pocos. No importa que la gente que compre lujo tenga mucho dinero o que quien contemple una pared firmada en la calle no tenga un c¨¦ntimo: para m¨ª el mensaje es el mismo. Mi objetivo al dise?ar esta etiqueta [manchada de colores por todas partes] era lograr la misma impresi¨®n que tuve yo de peque?o cuando vi grafitis en la calle por primera vez y quise saber qu¨¦ era eso; fue mi entrada en el mundo del arte. Es invitar al descubrimiento de este cognac, animar a probarlo¡±, defiende este neoyorquino de origen dominicano con su mix de castellano e ingl¨¦s.
En 1987, John Andrew Perello, ya conocido en las calles como JonOne, huy¨® del elitismo de la escena art¨ªstica neoyorquina [¡°en las galer¨ªas solo hab¨ªa espacio para Basquiat y diez artistas urbanos contados¡±]. Se aplic¨® l¡¯art de vivre. Se compr¨® un billete de ida a Par¨ªs, porque no ten¨ªa dinero ni para el de vuelta, y logr¨® abanderar su incipiente escena grafitera. Hoy lo recuerda todo con una mezcla de alivio y nostalgia. ¡°A finales de los ochenta, la cultura del grafiti neoyorquina se mor¨ªa. Las drogas se hab¨ªan convertido en una parte sustancial de la escena. El hip hop hab¨ªa pasado de lanzar proclamas de amor, paz y diversi¨®n para entregarse a la violencia. Y todos nos encontramos en el punto de buscarnos un curro de verdad. Te puedo asegurar que no conozco a nadie que estuviera viviendo la versi¨®n grafitera de West Side Story¡±.
M¨¢s all¨¢ de todo lo que se ha mercantilizado por el camino, no puedo evitar preguntarle por esa visi¨®n romantizada de la cultura hip hop que se nos sirve hoy a trav¨¦s de productos tan edulcorados como la serie de Netflix The get down. ¡°No la he visto, t¨ªo, pero no he escuchado cosas muy buenas sobre ella. Su enfoque a lo Romeo y Julieta dista mucho de la realidad. Cuando yo era un cr¨ªo y sal¨ªas a firmar las calles, despu¨¦s de esmerarte decorando un vag¨®n o una pared, ven¨ªa otro t¨ªo y te lo pintaba encima. No era una cuesti¨®n de ego, sino de simple fuerza bruta. Si protestabas o se te ocurr¨ªa pintar encima de la pintura del autor inadecuado, te pod¨ªan dejar seco de un tiro o un navajazo ah¨ª mismo. ?Entiendes ahora por qu¨¦ algunos damos tanto valor a lo que otros solo ven como cuatro paredes manchadas de pintura?¡±.
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