El Ed¨¦n de Sebasti?o Salgado
El Instituto Terra, un proyecto del fot¨®grafo y su esposa L¨¦lia Wanick, ha devuelto el verde a la regi¨®n de Aimor¨¦s, en el Estado de Minas Gerais, en Brasil
La recepci¨®n se encuentra en uno de los corrales en los que antiguamente se criaban animales, mantiene la misma estructura de madera de la hacienda en la que el fot¨®grafo Sebasti?o Salgado hab¨ªa pasado toda su infancia y el mismo suelo de piedra de aquella ¨¦poca. En el jard¨ªn del Instituto Terra prevalece el verde; sin embargo, independientemente de la ¨¦poca del a?o en que se visite, siempre se encontrar¨¢ alguna planta en flor que lo llene de color, en contraste con las fotograf¨ªas en blanco y negro del artista. En poco m¨¢s de una d¨¦cada, este ambicioso proyecto del artista y su esposa, L¨¦lia Wanick, consigui¨® devolver el verde de la Mata Atl¨¢ntica a la hacienda y la esperanza a la peque?a regi¨®n de Aimor¨¦s ¨Cen el Estado de Minas Gerais, en Brasil¨C.
Tras pasar a?os congelando los momentos m¨¢s duros de la historia de la humanidad y cansado de los horrores que hab¨ªa presenciado, el fot¨®grafo quiso darle la vuelta a lo que llevaba siglos escrito. Antes de que las obras ?xodos y G¨¦nesis viesen la luz, decidi¨® crear, junto con su amada, su propio Ed¨¦n, en el que, en la actualidad, la manzana no ha sido mordida. Para ello compr¨® a sus padres la Hacienda Bulc?o, que hab¨ªa quedado totalmente arrasada y degradada debido a la sequ¨ªa y a su uso pecuario. Fue as¨ª como en 1998 se puso en marcha el Instituto Terra.
El esfuerzo del equipo del Instituto se ha visto materializado en la plantaci¨®n de dos millones y medio de esquejes que han dado lugar a 293 especies vegetales en la zona
Actualmente, cerca de 7.500 hect¨¢reas est¨¢n en proceso de restauraci¨®n en el Valle del R¨ªo Dulce. El esfuerzo de todo el equipo, un engranaje bien engrasado y compuesto por hasta 130 trabajadores, se ha visto materializado en la plantaci¨®n de dos millones y medio de esquejes que han dado lugar a 293 especies vegetales en la zona. Estas, a su vez, han atra¨ªdo a las m¨¢s de 235 especies animales ¨Canfibios, reptiles, aves y mam¨ªferos¨C que han regresado a su antiguo h¨¢bitat. "Uno de los ¨²ltimos hallazgos, un felino jaguatirica, c¨²spide de la cadena alimenticia, supone la confirmaci¨®n de que el trabajo realizado ha dado sus frutos¡±, explica Paulo Henrique Ribeiro, gerente de la Unidad Ambiental.
"Estos resultados tan espectaculares no son un ¨¦xito solo para el Instituto Terra; benefician al municipio, a la regi¨®n, al pa¨ªs y al mundo entero", comenta Gladys Nunes, gerente de Educaci¨®n del ¨¢rea medioambiental. La realidad ha superado con creces las expectativas: "Es la prueba de que, si creemos en algo y trabajamos con constancia y determinaci¨®n, podemos conseguir lo que nos propongamos", a?ade Nunes. Un fuerte mensaje para las nuevas generaciones que el propio Instituto Terra se ha encargado de divulgar a trav¨¦s de los m¨¢s de 800 proyectos educativos realizados y que han alcanzado a un p¨²blico de m¨¢s de 79.000 personas.
La semilla de la educaci¨®n
Terrinhas es el proyecto que m¨¢s enorgullece al equipo. Nacido en 2005, su objetivo consiste en sensibilizar sobre la importancia de la sostenibilidad medioambiental a directores, profesores y alumnos de todos los colegios de la regi¨®n. Hasta el momento, ya ha alcanzado a m¨¢s de 7.500 alumnos. El programa dura dos a?os, durante los cuales la ecolog¨ªa se trabaja de manera transversal en todas las asignaturas impartidas dentro de las aulas. La parte pr¨¢ctica, que se lleva a cabo en las instalaciones del Instituto Terra, convierte a los m¨¢s peque?os en protagonistas del proceso de restauraci¨®n. De esta forma, muchos desarrollan una conciencia medioambiental que perdurar¨¢ con el paso del tiempo. Un claro ejemplo son los 20 alumnos de entre 18 y 20 a?os que cada curso se forman en la escuela t¨¦cnica ubicada junto al jard¨ªn de Wanick. Jo?o Paulo y Franciela son dos de ellos. Jo?o Paulo tiene 19 a?os, trabaja en la zona de los viveros y quiere seguir desarrollando su carrera profesional en el ¨¢rea agroforestal. Para Franciela, de 18 a?os, estar form¨¢ndose en el Instituto Terra es todo un sue?o hecho realidad. Cuando termine sus estudios, quiere aplicar todo lo aprendido en una propiedad de sus padres.
Con vistas al futuro
Gladys Nunes recalca la idea de que para trabajar y avanzar en este campo "no es necesario inventar nada nuevo, tan solo hay que aplicar y llevar a la pr¨¢ctica lo que ya qued¨® escrito y publicado en documentos como la Agenda 2030 de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas". En un periodo de la historia en el que cada a?o desaparecen 13 millones de hect¨¢reas de bosque y la continua degradaci¨®n de las zonas ¨¢ridas ha causado la desertificaci¨®n de 3.600 millones de hect¨¢reas, el trabajo desarrollado por el Instituto Terra en los alrededores de la hacienda Bulc?o representa un brote de esperanza y la materializaci¨®n de uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados por todos los Estados miembros de la ONU dentro del plan de acci¨®n de la Agenda 2030 (Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificaci¨®n, detener e invertir la degradaci¨®n de las tierras y detener la p¨¦rdida de biodiversidad).
En la actualidad, en un momento en el que muchos pa¨ªses no llegan a cumplir con las obligaciones acordadas, entre ellos Espa?a, un grupo de personas est¨¢ demostrando que con ilusi¨®n y esfuerzo la situaci¨®n medioambiental puede revertirse. Numerosos galardones y distinciones, como el Premio E en la categor¨ªa de Educaci¨®n recibido en la convenci¨®n Rio+20 o la inclusi¨®n de uno de sus proyectos entre los 70 mejores programas mundiales en recuperaci¨®n y conservaci¨®n del agua por ONU-Agua, avalan su trabajo.
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