As¨ª ser¨ªa la versi¨®n japonesa de la serie The Office (en c¨®mic)
Cuando Jos¨¦ Domingo public¨® 'Aventuras de un oficinista japon¨¦s', su c¨®mic rompi¨® moldes. Ahora se reedita en un volumen que descubre parte de sus secretos
Jos¨¦ Domingo cuenta que la idea para Aventuras de un oficinista japon¨¦s "nace de una historieta corta y consist¨ªa en dibujar el tebeo conforme avanzaba, desplazando la c¨¢mara, un poco en plan Dogma, viendo qu¨¦ pasaba y sin di¨¢logos". Un m¨¦todo poco habitual y que le depar¨® muchas sorpresas: "No ten¨ªa ni idea de lo que iba a suceder, introduc¨ªa nuevos elementos seg¨²n dibujaba". El resultado fue una de las obras m¨¢s alabadas del c¨®mic de 2011, nominada para el premio Eisner, que ahora se reedita de la mano de Astiberri en un cuidado volumen que descubre muchos de los secretos ocultos en cada vi?eta.
El dibujante s¨ª que mantuvo, sin embargo, la idea de no tener un gui¨®n previo. "Crear el c¨®mic, en realidad, era algo que suced¨ªa ante mis ojos. Fue un ejercicio de improvisaci¨®n, casi de escritura autom¨¢tica", asegura. Aventuras de un oficinista japon¨¦s baraja influencias gr¨¢ficas de autores como Chris Ware o Max. Sin embargo, Jos¨¦ Domingo asegura que carec¨ªa de referencias en la elecci¨®n de los planos o en el aspecto formal. "Ten¨ªa en la cabeza los c¨®mics que me gustaban de peque?o, era una manera de buscarme a m¨ª mismo en el dibujo", cuenta, y a?ade que buscaba "esa sensaci¨®n de exploraci¨®n de crear el mundo, un poco como los libros de 'elige tu propia aventura' o videojuegos".
VIDA EXTRA
El de Jos¨¦ Domingo es un c¨®mic repleto de referencias y peque?os detalles. Por eso la reedici¨®n preparada por Astiberri cuenta con una gu¨ªa de lectura confeccionada por el cr¨ªtico Gerardo Vilches. Aventura ampliada y revisada.
Un poco de videojuego tienen las peripecias del atribulado japon¨¦s, un personaje ideado, confiesa Domingo, por el clich¨¦. "Quer¨ªa juntar dos cosas muy locas, algo anodino como el t¨ªpico oficinista japon¨¦s, el hombre que vive para trabajar, y mezclarlo con un mont¨®n de cosas locas".
El dibujante quiso explotar "esa cosa cultural que tienen ellos, esos polos opuestos que se alimentan mutuamente". Con a?os de perspectiva, Jos¨¦ Domingo considera que el oficinista sigue siendo una obra que destaca. "Quiz¨¢s ya no es tan rompedora como pudo ser en su momento", confiesa, "editoriales como Fosfatina, Autsaider o Fulgencio Pimentel hacen cosas m¨¢s arriesgadas, pero s¨ª mantiene el punto fresco y, al ser una obra larga, marca diferencias". El artista s¨ª considera que el suyo "es un c¨®mic situado como obra reconocible, por lo que no tiene nada que demostrar. Lo que pudo aportar ya lo aport¨®".
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