Ruanda camina hacia la reconciliaci¨®n mientras silencia a las voces cr¨ªticas
Amnist¨ªa Internacional advierte del "clima de terror" previo a las elecciones del pr¨®ximo viernes
Ruanda acudir¨¢ a las urnas el pr¨®ximo viernes 4 de agosto en medio de un aparente ambiente de unidad y reconciliaci¨®n, bandera del Gobierno de Paul Kagame que contrasta con las denuncias de organizaciones internacionales que advierten de un clima de terror por la represi¨®n a las voces cr¨ªticas.
A alguien que visite por primera vez el pa¨ªs le puede parecer que la sociedad ruandesa es homog¨¦nea y que ya nada tiene que ver con la polarizaci¨®n ¨¦tnica de 1994 que desemboc¨® en el asesinato de cerca de un mill¨®n de tutsis y hutus moderados en apenas 100 d¨ªas a manos de hutus extremistas.
Sin embargo, solo se necesita un poco de tiempo para ver que el genocidio sigue siendo un tema tab¨², y todos evitan pronunciar en p¨²blico las palabras tutsi o hutu. El trauma del genocidio sigue muy presente entre los supervivientes, que desde hace a?os, adem¨¢s, han visto mermados algunos de sus derechos b¨¢sicos, como la libertad de expresi¨®n.
El Gobierno de Kagame, que lidera el pa¨ªs desde 2003, asegura haber logrado la cohesi¨®n social con estrictas leyes sobre el genocidio y su ideolog¨ªa, pero, seg¨²n observadores internacionales, tambi¨¦n con pol¨ªticas represivas que entierran cualquier debate pol¨ªtico.
Organizaciones como Amnist¨ªa Internacional (AI) han advertido recientemente del "clima de terror" que se vive en Ruanda antes de las elecciones debido a los ataques contra miembros de la oposici¨®n y voces disidentes. Con el pretexto de salvaguardar la cohesi¨®n nacional, por ejemplo, la comisi¨®n electoral ha impuesto la censura previa a los mensajes en las redes de los candidatos durante la campa?a.
El Gobierno ha creado clubes en la mayor¨ªa de las escuelas de secundaria y debates en instituciones de ense?anza superior
Las autoridades ruandesas tambi¨¦n han atacado la libertad de prensa, con la detenci¨®n, acoso e incluso asesinato de periodistas, muchos de los cuales se han visto obligados a exiliarse del pa¨ªs, seg¨²n AI. El secretario ejecutivo de la Comisi¨®n Nacional de Unidad y Reconciliaci¨®n (NURC, en sus siglas en ingl¨¦s), Fidel Nyayisaba, asegura que los esfuerzos encaminados a lograr la unidad y la reconciliaci¨®n siguen en curso.
Para conseguir que se trate de una reconciliaci¨®n duradera, el Gobierno ha creado clubes en la mayor¨ªa de las escuelas de secundaria y debates en instituciones de ense?anza superior. "Ruanda ha logrado extraordinarios resultados en la unidad y la reconciliaci¨®n, y ahora los ruandeses se enorgullecen de vivir en una sociedad transformada, reconciliada, pac¨ªfica y comprometida"', asevera Ndayisaba. El 90% de los expresos vinculados al genocidio y sus familias se ha reintegrado con ¨¦xito, y el nivel de satisfacci¨®n de la reinserci¨®n entre los vecinos y los supervivientes de la masacre es del 87,2% y el 80,7%, respectivamente, seg¨²n datos de la NURC.
Las autoridades defienden que el hecho de que todos los ruandeses hablen kinyarwanda -lengua materna para la mayor¨ªa y la lengua nacional- y aprecien su cultura son s¨ªntomas de que el camino hacia la unidad sigue la ruta correcta. Los matrimonios entre los tres grupos ¨¦tnicos, hutu, tutsi y twa, durante el post-genocidio han dado lugar a una nueva generaci¨®n desprovista de las caracter¨ªsticas f¨ªsicas ¨¦tnicas que, en 1994, sirvieron a los hutus para exterminar a los tutsis.
Los matrimonios entre los tres grupos ¨¦tnicos han provocado a una nueva generaci¨®n desprovista de caracter¨ªsticas f¨ªsicas
Los or¨ªgenes ¨¦tnicos, que ya no figuran en los carn¨¦s de identidad, como s¨ª pasaba antes del genocidio, han quedado eclipsados ahora por otros factores, como la pobreza, que s¨ª comparten todos los ruandeses. Ahora, el acceso a las oportunidades sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas vienen proporcionadas por los m¨¦ritos, y no por la etnia, que tampoco limita los servicios educativos y sanitarios.
Todos conf¨ªan en que la reconciliaci¨®n definitiva venga de la mano de los j¨®venes, el 60% de la poblaci¨®n es menor de 30 a?os, que han crecido escuchando las historias terribles sobre el genocidio que han marcado a toda la sociedad. Ellos ser¨¢n decisivos en las urnas para elegir entre Kagame, que cambi¨® la Constituci¨®n para poder presentarse a su tercer mandato de siete a?os, o el principal l¨ªder opositor, Frank Habineza.
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