El futuro del centralismo
Tanto en el independentismo como en el giro centralista hay miedos y deseos muy reales, y pol¨ªticos que han hecho un mal trabajo
En la opini¨®n p¨²blica espa?ola el apoyo al estado de las autonom¨ªas lleg¨® a su m¨¢ximo hist¨®rico durante los a?os 2006 y 2007, coincidiendo con la aprobaci¨®n del Estatuto catal¨¢n, en un progreso constante desde la Transici¨®n. El n¨²mero de partidarios de centralizar el Estado toc¨® un m¨ªnimo, el 10%. Adem¨¢s, los partidarios de modificar la organizaci¨®n territorial con m¨¢s autonom¨ªa o con otras f¨®rmulas se manten¨ªan en unas cifras estables y moderadas. Poco despu¨¦s se abri¨® una brecha en la ciudadan¨ªa, dispar¨¢ndose tanto el n¨²mero de independentistas en Catalu?a como el n¨²mero de centralistas, enemigos de las autonom¨ªas, en el resto de Espa?a.
Como es bien sabido, la publicaci¨®n de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Catalu?a y el comienzo del Gobierno de Artur Mas, ambos en 2010, fueron un punto de ignici¨®n: se hundi¨® el apoyo al Estado auton¨®mico y los partidarios del derecho a la independencia llegaron a duplicar a los autonomistas moderados. Es menos com¨²n subrayar que el giro centralista en la opini¨®n p¨²blica del conjunto de Espa?a fue a¨²n m¨¢s acusado. Durante los dos primeros a?os del Gobierno de Rajoy el n¨²mero de ciudadanos dispuestos a limitar o eliminar las autonom¨ªas se dispar¨® hasta ser mucho mayor que el de los autonomistas. Los centralistas llegaron a ser la mayor¨ªa o cerca de la mayor¨ªa de los votantes en casi todo el interior. Un territorio que, salvo Madrid, puede recordarse, est¨¢ sobrerrepresentado en las Cortes.
Es notable que algunos piensen que el independentismo catal¨¢n es un fen¨®meno de arriba abajo, manejado por las ¨¦lites pol¨ªticas, pero no se planteen lo mismo para el giro centralista. En realidad, en ambos hay miedos y deseos muy reales, y pol¨ªticos que han hecho un mal trabajo a la hora de buscar soluciones responsables.
Esa brecha se ha ido cerrando, la opini¨®n p¨²blica es sensata. Seg¨²n los datos del CIS, el consenso auton¨®mico vuelve a dominar, aunque no en Catalu?a. Pero la opini¨®n centralista seguir¨¢ cayendo pues, aqu¨ª tambi¨¦n, hay un salto generacional. Los espa?oles son menos centralistas cuanto m¨¢s j¨®venes: entre los menores de 45 a?os existen espacios de consenso entre soberanistas y autonomistas que parecen faltar entre los mayores. @AlbertoPenad¨¦s
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