La m¨¢quina de lavado perruno que se adelant¨® a su tiempo
Hace 23 a?os tres amigos de Bilbao renunciaron por falta de apoyo a un invento que ahora prolifera en distintos espacios
Un mast¨ªn napolitano de unos cincuenta kilos, casi un metro de altura y con barro hasta en el hocico no trae nada bueno. Trinidad Andr¨¦s, bilba¨ªna afincada en Madrid, puede dar fe de ello. C¨¦sar, que as¨ª se llamaba el animalito, llegaba enfangado a casa cuando sal¨ªa a pasear al monte con su due?a y los amigos de la "cuadrilla" Josune Rey y Ricardo Gald¨®s.
Como los problemas de los amigos tambi¨¦n son tus problemas, aquellos treinta?eros decidieron dise?ar en 1994 una m¨¢quina para que C¨¦sar ¡ªy ya de paso otros tantos como ¨¦l¡ª no pusiera todo perdido. "Observamos que, aunque hab¨ªa todo tipo de artilugios para limpiar coches y camiones, no exist¨ªa nada espec¨ªfico para los perros. Y como lavar a mi mast¨ªn era muy complicado, nos propusimos idear algo para facilitar esta tarea a otros due?os en la misma situaci¨®n", comenta Andr¨¦s. Tras noches con muchas risas y alg¨²n que otro atisbo de trabajo, este proyecto tom¨® forma. "Durante la creaci¨®n, Ricardo, que es ingeniero, se encarg¨® de la parte t¨¦cnica. Josune y yo nos dedicamos a investigar aspectos como la temperatura a la que deb¨ªa estar el agua o c¨®mo secar a los animales para que no se asusten. Ten¨ªamos claro desde el principio que el confort de la mascota era primordial", afirma esta profesora de Filosof¨ªa.
Esa b¨²squeda de la comodidad fue la que hizo que se decantaran por un modelo semiautom¨¢tico. A diferencia de las de autolavado de los veh¨ªculos, el due?o toma parte en el proceso. As¨ª, el invento de Andr¨¦s, Rey y Gald¨®s se basa en un bloque de lavado y secado que incorpora como elementos esenciales una manguera para agua normal y jabonosa, y un ventilador con difusor. Esta estructura principal va unida a la zona de lavado, que consta de una rejilla con desag¨¹e donde se coloca al animal. La m¨¢quina da la posibilidad de regular la presi¨®n y temperatura tanto del agua como del secador ¡ªno es lo mismo ba?ar a un husky que a un bulldog franc¨¦s¡ª y de atar el perro a un poste en caso de que se ponga m¨¢s nervioso de la cuenta. Adem¨¢s, est¨¢ configurada para que funcione durante un tiempo limitado y mediante la inserci¨®n de monedas.
Sin embargo, aquella idea que tan ingeniosa parec¨ªa a este grupo de amigos no tuvo mucho ¨¦xito. "Patentamos el modelo, pero ten¨ªamos un plazo m¨¢ximo de cuatro a?os para realizar el prototipo. Por esta raz¨®n nos lanzamos a presentar la m¨¢quina a empresas potentes del Pa¨ªs Vasco como Fagor, que pasaron completamente de nosotros", cuenta Andr¨¦s. El tiempo se les ech¨® encima, la patente caduc¨® y solo el propietario de una gasolinera de Bilbao mostr¨® alg¨²n inter¨¦s por el proyecto. Por desgracia solo qued¨® en eso, en inter¨¦s. As¨ª pues, estos tres bilba¨ªnos dieron por perdida la iniciativa, sus vidas m¨¢s adelante se separaron y C¨¦sar no pudo quitarse en la m¨¢quina de su due?a el barro de las tardes de paseo.
Pero cu¨¢l no ser¨ªa la sorpresa cuando, unos a?os despu¨¦s, la estaci¨®n de servicio que se interes¨® por su patente hab¨ªa instalado un modelo muy parecido al que ellos dise?aron. Casualmente, la misma gasolinera en la que un tiempo atr¨¢s, Trinidad Andr¨¦s recogi¨® a C¨¦sar cuando solo era un cachorro.
Puedes descargar el PDF de la patente en esta direcci¨®n.
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