El valor de la irritaci¨®n
A los moderados nos toca aguantar lo que nos molesta y aprender
En un foro p¨²blico suceden dos cosas que son necesarias para una democracia: hay experiencias a las que estamos sometidos de forma colectiva (sabemos que los dem¨¢s tambi¨¦n); y todo el mundo se enfrenta a hechos y argumentos con los que no contaba y que no planeaba escuchar, algo que, a menudo, produce irritaci¨®n. En un alegato sobre esas dos ideas descansan varios de los libros de Cass Sunstein, un jurista que se ha ocupado mucho en pensar sobre c¨®mo proteger a la democracia de la polarizaci¨®n ideol¨®gica. El ¨²ltimo, de este a?o, se titula #Rep¨²blica: la democracia dividida en la era de los medios de comunicaci¨®n sociales.
La informaci¨®n sobre los atentados de Catalu?a y las acciones que ha desencadenado han sido una experiencia colectiva de este tipo. Por supuesto, la vivencia atroz de los atentados es solo de quienes los sufren o persiguen, pero a todos los dem¨¢s nos hace mirar hacia un mismo lugar e inevitablemente escucharnos los unos a los otros. A veces, con m¨¢s que irritaci¨®n.
Los medios de comunicaci¨®n social ofrecen un instrumento para evitar el disgusto: crear tu propia comunidad de noticias y de intercambio de ideas. El problema es que hay bastantes datos que muestran que la polarizaci¨®n aumenta si reducimos el trato con los puntos de vista alternativos. Las mismas redes sociales lo visibilizan: ascazo, carro?a, retrasado¡ son t¨¦rminos f¨¢ciles de encontrar en el r¨ªo de comentarios a las noticias de estos d¨ªas.
A los moderados nos toca aguantar lo que nos molesta y aprender. La reacci¨®n de simpat¨ªa a la respuesta del mayor de los Mossos a un periodista holand¨¦s que se ausent¨® de su rueda de prensa porque emple¨® el catal¨¢n, aunque fuera correcta, como no lo han sido muchos castellanoparlantes con la lengua catalana, es solo un ejemplo de c¨®mo preferimos dar la espalda y hacer pi?a. Adem¨¢s de ser trending topic se hicieron hasta camisetas con sus palabras, posiblemente, en la creencia de que iban dirigidas a un periodista espa?ol. Pero, recuerda Sunstein, hacer bandera de algo as¨ª como ¡°si no te gusta no escuches¡± no apela a la soberan¨ªa democr¨¢tica, sino a la del consumidor, y la socava. @AlbertoPenades
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