¡°No juzgo las motivaciones de los pol¨ªticos. Si hacen algo contra la pobreza, estoy feliz¡±
Sabina Alkire cre¨® el ?ndice de Pobreza Multidimensional para medir las carencias que sufren las personas independiente de sus ingresos. Medio centenar de pa¨ªses lo usan hoy ya para mejorar la situaci¨®n de su ciudadan¨ªa
La primera vez que Sabina Alkire vio la pobreza fue cuando ten¨ªa 17 a?os, en Chiapas, all¨ª donde su madre ya entonces fallecida hab¨ªa trabajado durante un lustro. Aquella experiencia y sus creencias religiosas le hicieron cambiar de planes. Ella, que hab¨ªa querido ser veterinaria primero y m¨¦dico despu¨¦s, decidi¨® que se iba dedicar a cambiar la situaci¨®n de las personas m¨¢s pobres del planeta. Hoy, dirige la Iniciativa de Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford (OPHI, por sus siglas en ingl¨¦s) y su contribuci¨®n a la teor¨ªa y la pr¨¢ctica en la lucha contra la miseria es mundialmente conocida y aplicada.
Junto con su colega James Foster, la investigadora es la creadora del ?ndice de Pobreza Multidimensional (IPM), un m¨¦todo para saber si una persona es pobre en tanto que sufre ciertas carencias. Y el dinero no es solo una de ellas. Hay otras privaciones, dice Alkire, como no tener acceso a educaci¨®n o servicios sanitarios, no disponer de un retrete o agua potable, e incluso ser discriminado por etnia o g¨¦nero que van m¨¢s all¨¢ de tener una determinada cantidad de ingresos al mes. Esas son las que han conseguido traducir a indicadores y datos. ¡°Pero nuestra meta no era solamente la investigaci¨®n para realizar publicaciones acad¨¦micas. Siempre pensamos que quer¨ªamos ser ¨²tiles a la gente pobre y que las mediciones pudieran ser usadas para elaborar pol¨ªticas p¨²blicas, as¨ª como por ONG, el sector privado¡¡±, asegura. Por eso, establecieron conversaciones con M¨¦xico para probar su m¨¦todo. En 2009, el pa¨ªs fue el primero en lanzar su IPM, que le daba una fotograf¨ªa detallada de cu¨¢ntos pobres multidimensionales hab¨ªa y qu¨¦ necesidades no ten¨ªan cubiertas. En la actualidad, 53 pa¨ªses trabajan en medir su pobreza con el llamado M¨¦todo Foster-Alkire.
Durante su participaci¨®n en el Foro Pol¨ªtico de Alto Nivel en la ONU en el que el 44 pa¨ªses presentaban sus progresos en la consecuci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la agenda que debe guiar la acci¨®n internacional hacia un mundo m¨¢s igualitario y justo en 2030, Alkire saca un hueco en su apretada agenda de reuniones con ministros y gobernantes. Dedica una tarde ventosa y soleada en Nueva York para explicar en profundidad su propuesta y c¨®mo est¨¢ ayudando a numerosos pa¨ªses del mundo a que, como reza el mandato de la ONU, no dejen a nadie atr¨¢s. Al menos, no porque no los vean.
Pregunta. ?Cu¨¢ndo concibi¨® la idea de que la pobreza es algo m¨¢s que la falta de dinero?
Respuesta. Hice el trabajo de campo para mi doctorado en Pakist¨¢n, con grupos de mujeres. Solo se hac¨ªa una medici¨®n econ¨®mica de su pobreza, pero cuando las entrevistaba sobre su situaci¨®n ellas hablaban de su falta de amistades, de si su trabajo era m¨¢s o menos digno¡ Ellas valoraban aspectos diferentes al ingreso. Pero en los a?os noventa todav¨ªa no hab¨ªa una manera de medir la pobreza de manera multidimensional. Junto a mi colega James Foster, cre¨¦ una forma de convertir esas carencias, como no tener acceso a saneamiento, en indicadores rigurosos. Es una t¨¦cnica b¨¢sica, pero nos permite ver las diferentes caras de la pobreza.
P. ?Hay riesgo en que se confunda pobreza multidimensional con causas o consecuencias de no tener ingresos?
R. A veces son las dos, pero hay que distinguirlas, porque la definici¨®n de la pobreza desde la perspectiva de los protagonistas, que son las personas pobres, no es solo no tener dinero, sino que en realidad es la falta de trabajo o de educaci¨®n. O por ejemplo, la violencia no es solo causa de no tener dinero, es un sufrimiento en s¨ª mismo.
P. El contexto en cada pa¨ªs es distinto, ?c¨®mo se eligen los indicadores para cada pa¨ªs?
R. Casi todos los pa¨ªses incluyen sanidad y salud, muchos indicadores centrados en los ni?os, y algunos a?aden la violencia y el medio ambiente. No hay un listado fijo de indicadores. Pero trabajamos ya en muchos pa¨ªses, as¨ª que podemos mostrar a los nuevos lo que ya hacen otros. Al final, quienes lo elaboran tienen que hablar con su poblaci¨®n. En El Salvador, seg¨²n un estudio participativo de dos a?os, los ciudadanos ped¨ªan que se midiera la exposici¨®n a la violencia y el acceso al ocio como dimensiones significativas en su pa¨ªs. Y el Gobierno, que hasta entonces no hab¨ªa considerado incluirlas en su IPM, acab¨® por hacerlo. En Rep¨²blica Dominicana, vivir al lado de un r¨ªo que pueda inundar la comunidad es considerado una carencia.
P. ?Cu¨¢ntas privaciones tiene que sufrir una persona para ser considerado pobre multidimensional?
R. La buena noticia es que nosotros como t¨¦cnicos hacemos todos los cortes posibles, desde 1% hasta 100%. Normalmente, la selecci¨®n es muy pol¨ªtica porque determina la proporci¨®n de poblaci¨®n pobre y los gobernantes siempre est¨¢n pensando en los peri¨®dicos. Algunos quieren una tasa m¨¢s alta porque muestra su compromiso, como en el caso de Chile; otros quieren que les salga el mismo n¨²mero de pobres que los que hay por ingreso, como en But¨¢n. Nosotros como t¨¦cnicos hacemos estudios de robustez para determinar el corte final. Pero, en uno u otro caso, las prescripciones en t¨¦rminos de pol¨ªtica p¨²blica son iguales. Aunque la prensa hable de ese porcentaje inicial de pobres multidimensionales en el momento de la medici¨®n, a lo largo del tiempo se va a observar una progresi¨®n si se toman medidas.
P. ?Hay enfoque de g¨¦nero en la medici¨®n del IPM?
R. S¨ª. Por ejemplo, en Pakist¨¢n es considerada una privaci¨®n si al menos una mujer y un hombre de la familia no tienen cinco a?os de escolaridad. Esto quiere decir que si el hombre los tiene y la mujer no, lo consideran una carencia. Esto se puede medir porque en el pa¨ªs, en casi todos los hogares, hay una mujer y un hombre adultos; en otros pa¨ªses no se podr¨ªa usar esta medici¨®n de g¨¦nero. En otros casos, se introducen indicadores que solo afectan a las mujeres, como el acceso a cuidados neonatales. Pero hay pa¨ªses que no tienen buenos datos desagregados por sexo y para que haya enfoque de g¨¦nero hay que obtenerlos. Nosotros les proponemos que lo hagan, pero algunos no lo toman en cuenta. En el otro extremo, la Rep¨²blica Dominicana es el ¨²nico pa¨ªs en el que cualquier tipo de discriminaci¨®n, por g¨¦nero, identidad sexual, etnia ind¨ªgena, lo que sea, es un indicador de pobreza.
P. Los pa¨ªses de renta baja o media, ?est¨¢n preparados para hacer mediciones estad¨ªsticas tan precisas?
R. S¨ª, todos. Impartimos cursos de formaci¨®n de dos semanas para dar el conocimiento necesario a los funcionarios. Normalmente, son jefes de oficinas de estad¨ªstica que quieren saber los detalles sobre la medici¨®n de la pobreza multidimensional. Y algunos vienen de pa¨ªses de renta baja. En cuanto a la recolecci¨®n de datos somos flexibles. Algunos lo hacen a trav¨¦s del censo, otros realizan encuestas nacionales y los hay que utilizan las internacionales. As¨ª lo hac¨ªa, por ejemplo But¨¢n, que empez¨® en 2010 usando los datos de encuestas internacionales realizadas por Unicef. Despu¨¦s empezaron a realizar una propia a nivel nacional. Si un Gobierno quiere, se puede hacer. M¨¦xico, T¨²nez o Sud¨¢frica usan el censo, pero lo combinan con encuestas porque el censo es cada diez a?os y para poder hacer un uso de los datos para pol¨ªticas se necesita informaci¨®n cada a?o o cada dos a?os. Anualmente lo hacen Colombia, Panam¨¢ y Ecuador. Cada dos a?os, Chile o M¨¦xico.
P. Introducir el ?ndice de Pobreza Multidimensional implica utilizarlo para la toma de decisiones, ?c¨®mo se realiza ese traslado de las estad¨ªsticas a la acci¨®n?
R. Esto es fundamental. Al principio trabaj¨¢bamos solo con las oficina de estad¨ªstica y no hab¨ªa resultados. Mi colega y cofundador de OPHI, John Hammock, que no es t¨¦cnico, sino que fue director ejecutivo de Oxfam y de Women¡¯s World Banking, y sabe m¨¢s de pol¨ªtica, dijo que necesit¨¢bamos estar en contacto, adem¨¢s de con las oficinas de estad¨ªstica, con los ministerios de desarrollo social, de planificaci¨®n, de finanzas¡ Que las personas responsables de la pol¨ªtica p¨²blica estuvieran involucradas en el proceso, de tal modo que cuando se lanzase el IPM en un pa¨ªs estuviera asegurado que los responsables pol¨ªticos lo fueran a van a usar. Cuando Ecuador lanz¨® su IPM, el presidente del pa¨ªs en aquel momento, Rafael Correa, estaba presente y habl¨® durante una hora; el jefe de estad¨ªstica present¨® los resultados de la medici¨®n y, despu¨¦s, las ministras de planificaci¨®n y del programa de transferencias expusieron c¨®mo lo iban a usar. Esto fue para nosotros una buena muestra del compromiso que se necesita de las diferentes partes de un Gobierno.
P. ?C¨®mo pueden utilizarse en la pr¨¢ctica los datos obtenidos del IPM?
R. En Colombia, el presidente Santos est¨¢ muy comprometido con la paz, pero tambi¨¦n en la lucha contra la pobreza. Estas son sus dos prioridades. ?l lanz¨® personalmente su IPM nacional en 2011 y fij¨® una meta de reducirlo en 13 puntos hasta el 22,5% en 2014. Fue ambicioso y lograron hacerlo. Para conseguirlo, form¨® una mesa redonda de ministros involucrados en los programas relacionados con los 15 indicadores. Esa mesa se reun¨ªa dos veces al a?o con el Presidente, y no val¨ªa mandar representantes. Ah¨ª se segu¨ªa el progreso del IPM y hablaban sobre qu¨¦ hacer para cambiar la situaci¨®n de aquellos indicadores que no hab¨ªan mejorado. En una de las reuniones que mantuvimos con ellos, el ministro de Salud nos dijo que en estas reuniones hab¨ªa aprendido que para lograr ¨¦xitos en t¨¦rminos de salud necesitaba agua, transporte y educaci¨®n, en definitiva, el apoyo de sus colegas. Y hasta entonces no se hab¨ªa percatado de ello.
P. En sus viajes a terreno para hacer el seguimiento, ?qu¨¦ caso de pol¨ªtica p¨²blica a partir del IPM le ha sorprendido m¨¢s?
R. El jefe de Coneval en M¨¦xico, la entidad que hace el IPM y medici¨®n de la pobreza monetaria oficialmente, me cont¨® que lanzaron su IPM a trav¨¦s de la Ley General de Desarrollo Social, pero no fue hasta dos a?os despu¨¦s, cuando se celebraban elecciones, cuando recibi¨® llamadas de los jefes de los Estados para preguntarle qu¨¦ deb¨ªan hacer para reducir su pobreza multidimesional. As¨ª, cuando se celebrasen los comicios podr¨ªan mostrar sus progresos a los electores.
P. ?No es ego¨ªsta que quieran mejorar sus indicadores solo para ganar elecciones?
R. S¨ª lo es. Pero para la gente pobre, si funciona, es un ¨¦xito Yo soy t¨¦cnico, pero comprometida con la vida de la gente pobre, y he tenido que aprender a no juzgar las motivaciones de los pol¨ªticos. Si hacen algo para reducir la pobreza, estoy feliz. Al final, eso cambia vidas.
P. ?Cree que si m¨¢s pa¨ªses midieran su IPM, se lograr¨ªa la Agenda de Desarrollo Sostenible?
R. Creo que s¨ª. Lo que me preocupa es que la presi¨®n burocr¨¢tica para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible no es suficiente, hacen falta compromiso y creatividad porque surgen problemas y solo alguien comprometido buscar¨¢ soluciones imaginativas para seguir avanzando.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.