Charo Ort¨ªn, realidad virtual al servicio del cerebro
La obsesi¨®n de Charo Ort¨ªn es enga?ar al cerebro. Sirvi¨¦ndose de gafas de realidad virtual (VR), esta doctora en neurocontrol motor estimula las neuronas espejo ¡ªlas que act¨²an por imitaci¨®n¡ª de personas que han sufrido un ictus, o que tienen un tumor cerebral o una esclerosis. Luis, uno de sus pacientes, se tumba y mueve repetidamente una pierna y el pie, hasta que sus extremidades tiemblan ligeramente sin control. Sin embargo, en cuanto se pone las gafas de VR y ve en la pantalla una pierna que simula ser la suya, el temblor desaparece.
Ort¨ªn explica que en el siglo XIX se cre¨ªa que el sistema neurol¨®gico ten¨ªa parcelas muy diferenciadas, cada una dedicada a una actividad, como el movimiento. Se sab¨ªa que del cerebro part¨ªa el tracto piramidal, neuronas motoras y sensitivas que salen desde los hemisferios derecho e izquierdo y tienen forma de V que, al juntarse, forman la m¨¦dula espinal y de ah¨ª llegan a cada m¨²sculo. ¡°Hoy la neuroimagen ha avanzado mucho y comprendemos que en realidad todo est¨¢ interconectado¡±, subraya Ort¨ªn, que bas¨® su tesis doctoral en la Universidad Rey Juan Carlos en esa idea de la interconexi¨®n. ¡°Mi hip¨®tesis fue: si el cerebro no est¨¢ tan parcelado y si el tracto piramidal se alimenta de m¨¢s cosas, voy a comprender qu¨¦ otras ¨¢reas participan del movimiento para estimularlas¡±.
¡°Cuando una persona ve un movimiento sin hacerlo se produce una neuroestimulaci¨®n¡±.
As¨ª lleg¨® a las neuronas espejo, descubiertas en 1996 por el neurobi¨®logo italiano Giacomo Rizzolatti, premio Pr¨ªncipe de Asturias 2011, y con quien Ort¨ªn se reuni¨® dos veces en Parma (Italia). ¡°Son un tipo de neuronas muy especiales porque act¨²an de manera reflejo, repitiendo inevitablemente lo que ven. Comprob¨¦ que cuando una persona ve un movimiento sin hacerlo se produce una neuroestimulaci¨®n¡±, explica Ort¨ªn. Seg¨²n cuenta, para que cojamos un vaso con la mano, primero tiene que estar cerca de nosotros. Solo por esto, nuestro cerebro ya est¨¢ activo, anticipando un posible movimiento. Es decir, hay una parte del cerebro rico en neuronas espejo que analiza la distancia, temperatura, peso¡ del vaso, y hay otra que hace la contracci¨®n, es decir, que mueve la mano para que lo cojamos.
Ort¨ªn, con la tesis terminada en 2015, y siendo directora de su centro, llamado Foren, en Tres Cantos (Madrid), pas¨® de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica. Empez¨® haciendo v¨ªdeos con su m¨®vil, pero comprob¨® que el cerebro no se enga?aba con el 2D. Se puso en contacto con la Fundaci¨®n Telef¨®nica, que tiene un espacio de realidad virtual, y conoci¨® a The Vrain, una empresa espa?ola que trabaja con VR. Juntos grabaron v¨ªdeos, siempre en el mismo entorno y con la misma ropa, por lo que en las sesiones los pacientes se tienen que poner id¨¦ntica vestimenta a la que aparece en imagen para que el cerebro se crea la treta. La t¨¦cnica combina la anticipaci¨®n (la persona se concentra en qu¨¦ parte del cuerpo quiere mover) con la observaci¨®n (mediante las gafas de VR, viendo su cuerpo), y finalmente con la contracci¨®n (el movimiento en s¨ª), a la que Ort¨ªn ayuda mediante peque?as descargas si el paciente ha enviado correctamente la orden desde su cerebro (ella lo sabe gracias a unos sensores).
Ort¨ªn nota mejor¨ªas en sus pacientes y el doctor Rizzolatti muestra inter¨¦s por su trabajo. Ahora, dice, el siguiente paso es escribir art¨ªculos basados en evidencias cient¨ªficas, con una muestra suficientemente alta, y para ello, dice, necesita recursos. ¡°?Conoces a alguien que pueda ayudar?¡±.
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