Si quiere salvar el mundo, que le lleven la compra a casa
A veces ser ecol¨®gico puede ser mucho m¨¢s c¨®modo
El ambientalista Matt Grocoff publicaba hace unos meses un tuit en el que confesaba que, cuando naci¨® ¡ªdeducimos que en 1966¡ª hab¨ªa 323,87 partes por mill¨®n (ppm) de CO2 en la atm¨®sfera terrestre. El famoso primo negacionista de Rajoy naci¨® bajo una atm¨®sfera relativamente limpia en la que se contaban 310,4 ppm de CO2, muy similar a la que se encontr¨® Donald Trump, 310,3 ppm. Cuando yo nac¨ª ¡ªsoy algo m¨¢s joven¡ª ya hab¨ªa 342,54 ppm de CO2.
Por desgracia, cuanto m¨¢s joven sea usted m¨¢s CO2 hab¨ªa en la atm¨®sfera el a?o en el que naci¨®. Las mediciones de di¨®xido de carbono en la atm¨®sfera de la Tierra amenazan con convertirse en una ignominiosa se?a de identidad de la ¨¦poca en la que vivimos, porque si en tiempos pasados ¡ªhablamos de hace millones de a?os¡ª estas fueron excepcionalmente altas, est¨¢ probado que los niveles actuales son obra nuestra, de los humanos que habitamos la Tierra; ella no quer¨ªa.
Nos gustar¨ªa poder explicarle el impacto de estos crecimientos en el n¨²mero de gatitos que mueren por cada unidad por mill¨®n de CO2 que a?adimos a la atm¨®sfera. No es posible. "Lo que s¨ª sabemos es que el di¨®xido de carbono es un gas invernadero y que est¨¢ estrechamente relacionado con la temperatura de la Tierra", cuenta Nu?o. Eso se traduce en el aumento del nivel del mar que ya se engulle islas y amenaza a poblaciones, impactos en la producci¨®n agr¨ªcola, reducci¨®n de la capa de ozono, temperaturas m¨¢s extremas (m¨¢s fr¨ªo en invierno y calor en verano), expansi¨®n de las enfermedades, y cambios irreversibles en el ecosistema.
Con los crecimientos actuales, hemos incrementado un grado cent¨ªgrado la temperatura del planeta, pero eso es a nivel global. En el Mediterr¨¢neo, hemos crecido 1,4?C. Seg¨²n un informe del Ministerio de Medio Ambiente, el 80% del territorio espa?ol podr¨ªa convertirse en un desierto en este siglo si no frenamos en calentamiento global; un dato refrendado por un importante estudio del director cient¨ªfico del Instituto Mediterr¨¢neo para la Diversidad y la Ecolog¨ªa en Aix-en-Provence, Wolfgang Cramer.
Espa?a est¨¢ en el centro del cambio clim¨¢tico, ?y los espa?oles? Seg¨²n los datos del Banco Mundial, cada uno de nosotros emit¨ªamos 1,6 toneladas m¨¦tricas en 1960 y despu¨¦s de llegar a un pico de 8,1 en 2005, ahora arrojamos 5,1 toneladas m¨¦tricas por cabeza, algo por encima de la media mundial que est¨¢ en 5; eso s¨ª, por debajo de la Zona euro (6,8) y de la Uni¨®n Europea (6,7). El pa¨ªs que m¨¢s CO2 emite es Catar, con 37,8 toneladas m¨¦tricas por habitante, y llama la atenci¨®n Luxemburgo, un pa¨ªs algo m¨¢s grande que la isla de Tenerife, con unas emisiones de 18,7 toneladas m¨¦tricas por cabeza.
Us¨¦ la calculadora del Carbon Footprint Project Group, de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, para tratar de medir mi impacto: solo en electricidad y en moverme genero unos 6.476 kilogramos de CO2 al a?o; como como carne, he de a?adir 350 kilogramos anuales, y por hacer la compra emito 201 kilogramos al a?o. Para saber si es mucho o poco necesitar¨ªamos varios comentarios de lectores con sus resultados. Si cada a?o de mi vida, hubiese emitido 5 toneladas de CO2, remiti¨¦ndome a los datos de hoy del Banco Mundial, soy responsable de 180.000 kilos de CO2 en la Tierra. Trump ha emitido alrededor de 1.136.000 kilos de CO2 en su vida (media de toneladas per c¨¢pita en su pa¨ªs multiplicado por su edad y por 1.000 para convertirlo en kilogramos).
Otra cosa he aprendido: emito m¨¢s de lo que es capaz de limpiar un alcornoque (4.537 kilos anuales), seg¨²n un estudio de la Universidad de Sevilla llevado a cabo en 2007, aunque menos de lo que puede limpiar un pino carrasco (48.870) o un pino pi?onero (27.180). Yo sola he necesitado 6,6 pinos pi?oneros para limpiar mis emisiones. Eso s¨ª, Trump ha requerido 41,7 ¨¢rboles de esa especie.
Seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Ciencias Forestales en nuestro pa¨ªs hab¨ªa 17.804 millones de ¨¢rboles en septiembre de 2009, pero de acuerdo con un informe del Instituto de Investigaci¨®n del Impacto Clim¨¢tico de Postdam (Alemania), plantar un ¨¢rbol ya no es la estrategia m¨¢s inteligente para combatir el cambio clim¨¢tico, pues ya no son capaces de capturar la cantidad de CO2 que necesitamos restar a la atm¨®sfera: hay que parar de emitir.
Para quienes se cuestionen si su peque?a aportaci¨®n puede hacer algo o si esto es m¨¢s bien cosa de los gobiernos y las industrias, Nu?o recuerda que "por supuesto que todo cuenta: Podemos cambiar pol¨ªticas variando h¨¢bitos de la poblaci¨®n, por ejemplo". Dejarse el cargador el m¨®vil en el enchufe no solo puede costarle unos 40 euros al a?o: mucho peor, emiten 250.000 toneladas de CO2 al a?o. La Universidad de Warwick aporta estos datos pr¨¢cticos:
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