?Es una grabaci¨®n la forma m¨¢s adecuada de intentar comunicarse con una civilizaci¨®n extraterrestre?
Un profesor de ingl¨¦s concibi¨® en 1960 un ¡°mensaje interplanetario¡± con 24 s¨ªmbolos a¨²n sin descifrar
En las gigantescas colonias espaciales de las que habl¨¢bamos la semana pasada, bastar¨ªa una velocidad de rotaci¨®n del orden de una vuelta por minuto para generar, en su superficie interior, la apariencia de una gravedad similar a la terrestre debida a la fuerza centr¨ªfuga (centr¨ªpeta, en realidad, pues es la superficie la que al girar ¡°empuja¡± hacia el interior lo que hay sobre ella). Ser¨ªa un giro tan lento como el del segundero de un reloj, pr¨¢cticamente imperceptible en el interior de la colonia.
La construcci¨®n de estas enormes estructuras correr¨ªa en gran medida a cargo de cuadrillas de robots, nuestro tema inmediatamente anterior, que, tras un breve repaso a las leyes de la rob¨®tica de Asimov, nos llev¨® a las f¨¢bulas de Stanislaw Lem, y de ah¨ª a su novela Solaris y a su pesimista visi¨®n de las posibilidades de comunicaci¨®n con inteligencias extraterrestres.
Pero no todos son tan pesimistas como Lem. Como es bien sabido, las sondas Voyager llevan un Disco de Oro con sonidos e im¨¢genes sobre la vida en la Tierra, con la esperanza de que alguna civilizaci¨®n gal¨¢ctica pueda encontrar y decodificar esta botella de n¨¢ufrago lanzada a la inmensidad del espacio.
Aunque tal vez no sea una grabaci¨®n de im¨¢genes y sonidos la forma m¨¢s adecuada de comunicarse con mentes extra?as.
El mensaje interplanetario de Bell
En 1960, Ivan Bell, un profesor de ingl¨¦s afincado en Tokio, tras o¨ªr hablar del Proyecto Ozma (cuya finalidad era detectar posibles mensajes procedentes del espacio), concibi¨® un ¡°mensaje interplanetario¡± con 24 s¨ªmbolos, que el diario japon¨¦s Japan Times public¨® en enero de ese a?o, desafiando a sus lectores a que lo descifraran. Como desaf¨ªo yo a los m¨ªos a que hagan lo propio.
Este es el mensaje interplanetario de Ivan Bell:
A.B.C.D.E.F.G.H.I.J.K.L.M.N.P.Q.R.S. T.U.V.W.Y.Z
AA, B; AAA, C; AAAA, D; AAAAA, E; AAAAAA, F; AAAAAAA, G; AAAAAAAA, H; AAAAAAAAA, I; AAAAAAAAAA, J;
AKALB; AKAKALC; AKAKAKALD; AKALB; BKALC; CKALD; DKALE; BKELG; GLEKB; FKDLJ; JLFKD.
CMALB; DMALC; IMGLB.
CKNLC; HKNLH; DMDLN; EMELN.
JLAN; JKALAA; JKBLAB; AAKALAB; JKJLBN; JKJKJKJKLCN; FNKGLFG.
BPCLF; EPBLJ; FPJLFN.
FQBLC; JQBLE; FNQFLJ.
CRBLI; BRELCB.
JPJLJRBLSLANN; JPJPJLJRCLTLANNN; JPSLT; JPTLJRD.
AQJLU; UQJLAQSLV.
ULWA; UPBLWB; AWDMALWDLDPU; VLWNA; VPCLWNC; VQJLWNNA; VQSLWNNNA; JPEWFGHLEFWGH; SPEWFGHLEFGWH.
GIWIHYHN; TKCYT; ZYCWADAF.
DPZPWNNIBRCQC.
Huelga decir que tambi¨¦n invito a mis sagaces lectoras/es a reflexionar sobre los problemas que plantear¨ªa la comunicaci¨®n con una inteligencia extraterrestre y a ofrecernos sus ideas para solucionarlos.
(Una pista, que es m¨¢s bien una referencia bibliogr¨¢fica: Comunicaci¨®n extraterrestre es el t¨ªtulo de un magn¨ªfico libro de Martin Gardner en el que dedica un extenso cap¨ªtulo a este apasionante tema).
Carlo Frabetti es escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellos Maldita f¨ªsica, Malditas matem¨¢ticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal.
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