Criar a un ni?o biling¨¹e: ventajas e inconvenientes para su cerebro
La neurociencia nos permite saber m¨¢s sobre c¨®mo funciona el cerebro al aprender varios idiomas desde peque?os, y el coste que supone en otras habilidades.
Hasta los cuatro meses de edad, el cerebro de los ni?os es capaz de registrar todos los sonidos imaginables. Es la etapa en la que los beb¨¦s son potencialmente m¨¢s receptivos para ser biling¨¹es. ?Cu¨¢les son las ventajas e inconvenientes de que los ni?os aprendan una segunda lengua desde tan peque?os?
Con lo que nos cuesta a los adultos aprender un idioma nuevo... y la soltura con la que se desenvuelven los m¨¢s peque?os en una segunda lengua. Del lenguaje a¨²n falta mucho por descubrir, pero afortunadamente la neurociencia est¨¢ haciendo los deberes y ya podemos saber un poco m¨¢s acerca de c¨®mo funciona el cerebro en ni?os biling¨¹es, los beneficios de hablar dos idiomas y el coste que esto supone en otras habilidades.
Pero, ?qu¨¦ es ser biling¨¹e?
Albert Costa, psic¨®logo y profesor de investigaci¨®n del Centro para Cerebro y Cognici¨®n de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), de Barcelona, adem¨¢s de autor de El cerebro biling¨¹e (Ed. Debate), nos explica que la definici¨®n de biling¨¹ismo es compleja, pero simplific¨¢ndola al m¨¢ximo, podr¨ªamos decir que ¡°llamamos biling¨¹es a quienes usan dos idiomas para comunicarse, en diferentes grados, con diferentes competencias (altamente competente, de cuna, etc.)¡±.
?Cu¨¢ndo es momento de empezar?
Cualquiera que sea el grado de biling¨¹ismo, no hay duda de que los ni?os tienen una enorme capacidad para aprender idiomas, por lo que hacerlo desde peque?os es, parece ser, la f¨®rmula. Pero, ?cu¨¢ndo es, exactamente, el momento? ?Cu¨¢ndo nacen? ?Antes de saber hablar? ?Cu¨¢ndo empiezan el cole a los tres a?os? ?A los seis, cuando ya leen y su vocabulario nativo se enriquece? La respuesta del investigador es sencilla, pero rotunda: ¡°cuanto antes, mejor¡±. Pero, ojo, esto va m¨¢s all¨¢ de elegir un colegio biling¨¹e o una academia.
Aprender sonidos y palabras
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que existen dos niveles en el aprendizaje de una lengua: el l¨¦xico y los sonidos (o fonemas). En cuanto al primero, el de la adquisici¨®n de vocabulario, Costa se?ala que ¡°la capacidad para aprender palabras queda abierta para toda la vida. De hecho, estamos constantemente aprendiendo palabras nuevas. Como para ello no hay l¨ªmite de edad, que sea pronto o tarde no tiene mayor relevancia¡±. Sin embargo, ¡°la edad s¨ª tiene importancia en el aprendizaje de los sonidos¡±, a?ade el profesor. Si juntamos todas las lenguas del mundo, encontraremos m¨¢s de 800 sonidos diferentes, de los cuales cada idioma usa unos 40 como media.
Un estudio dirigido por N¨²ria Sebasti¨¢n-Gall¨¦s, de la Universidad Pompeu Fabra, y Laura Bosch, de la Universidad de Barcelona, pone de manifiesto que hasta los cuatro meses de edad, los beb¨¦s (biling¨¹es y monoling¨¹es) son capaces de discriminar entre dos lenguas, porque pueden distinguir las particularidades exclusivas de cada uno de los fonemas. Por eso, en esta etapa, los cr¨ªos podr¨ªan aprender cualquier idioma al que estuvieran expuestos, gracias a la gran plasticidad de su cerebro. A partir de los cinco meses, esta maravillosa habilidad innata empieza a decaer y los ni?os van reconociendo solo los sonidos que m¨¢s escuchan a su alrededor; se van especializando en lo que oyen con m¨¢s frecuencia, vamos. ¡°As¨ª como con la edad va aumentando la capacidad para aumentar palabras nuevas, sin ning¨²n l¨ªmite, va disminuyendo la capacidad de crear un repertorio fonol¨®gico nuevo, o sea, aprender nuevos sonidos ¡±, concluye Albert Costa. ¡°Esto supone que te haces muy bueno para identificar los sonidos a los que est¨¢s expuesto y malo para hacerlo con los que no est¨¢s expuesto, lo que se conoce como estrechamiento conceptual¡±, prosigue el experto. ¡°Por ejemplo, si un ni?o chino no est¨¢ expuesto a la ¡°R¡± ni a la ¡°L¡±, no percibe las propiedades exclusivas de estas letras, no las distingue ni diferencia, ni a sus sonidos, ni a las lenguas a las que pertenecen, por lo que al reproducirlas comete errores de pronunciaci¨®n¡±, concluye Costa. Tan importante es la exposici¨®n a la segunda lengua que incluso siendo biling¨¹e de cuna, si no se est¨¢ en contacto constante con las dos lenguas, terminar¨¢ por perderse la que no se escucha a menudo.
Los buenos modelos desde la cuna
Los ni?os que nacen y crecen en un entorno en el que se habla dos idiomas, est¨¢n ¡°especializados¡± en ambas lenguas. Si los progenitores hablan lenguas nativas diferentes y se dirigen a su hijo en sus idiomas, este puede reconocer los sonidos de cada lengua, lo que le servir¨¢ despu¨¦s para pronunciarlas naturalmente, como si fuera nativo de ambas.
Pero esto, de ninguna manera significa que quienes no hayan ¡°mamado¡± un idioma extranjero desde el nacimiento, no puedan aprenderlo despu¨¦s. Si un ni?o empieza a los 10 a?os, puede que le cueste un poco m¨¢s (solo un poco), pero seguramente podr¨¢ adquirir la nueva lengua perfectamente siempre que siga en contacto activo con ella.
Los dibus en ingl¨¦s no bastan
En los casos de los biling¨¹es de cuna, no solo est¨¢n expuestos a los sonidos desde la primera infancia. Esa exposici¨®n va acompa?ada de un componente emocional y comunicaci¨®n personal. Y esto es clave porque la sola exposici¨®n auditiva, no es suficiente. De un estudio, liderado Patricia K. Kuhl, de la Universidad de Washington se extrae que ¡°la interacci¨®n con otras personas resulta esencial para el aprendizaje de fonemas y palabras¡±. Lo confirma Costa en su libro: ¡°la mera exposici¨®n pasiva a una lengua no es demasiado eficaz¡±. As¨ª es que malas noticias para quienes creen ¡°aquello de poner a los ni?os delante de los dibujos en ingl¨¦s para que lo vayan pillando¡±; parece que esto no sirve de mucho. Tampoco parece funcionar ponerlos a dormir con una grabaci¨®n en ingl¨¦s.
La misteriosa participaci¨®n del cerebro
Es sabido que el hemisferio izquierdo del cerebro est¨¢ m¨¢s involucrado en los procesos anal¨ªticos y l¨®gicos, mientras que el derecho est¨¢ m¨¢s relacionado con los emocionales y sociales, aunque esta no es una separaci¨®n definida. El idioma navega entre ambos hemisferios. Albert Costa se?ala que ¡°el lenguaje es una de las capacidades cognitivas m¨¢s generales, por lo que en ¨¦l intervienen muchas ¨¢reas del cerebro, lo que hace que este trabaje como una orquesta. En la sistematizaci¨®n de procesos (gram¨¢tica) intervienen los ganglios basales, por ejemplo; las zonas temporales participan en la memoria con la que guardamos las palabras, el mundo m¨¢s representacional¡±. Cuando hablamos de un ni?o h¨¢bil para aprender una segunda lengua, seguramente tambi¨¦n lo es para aprender su lengua materna, si es monoling¨¹e. Esto depender¨¢ de esas estructuras cerebrales que intervienen en el lenguaje, m¨¢s sensibles o pl¨¢sticas en la adquisici¨®n de nuevos sonidos. No obstante, Costa advierte que ¡°esto no nos tiene que preocupar tanto; con una buena exposici¨®n a la segunda lengua, los cr¨ªos aprender¨¢n perfectamente, sobre todo, si los modelos son buenos (nativos), ya que en estas edades tempranas, los nenes prestan mucha atenci¨®n a los sonidos¡°.
Beneficios del biling¨¹ismo
-Lo m¨¢s evidente es que permite a los ni?os hablar con personas de diferentes pa¨ªses, ampliando su mundo social, cultural, literario...
-Aumenta la capacidad de separar dos c¨®digos distintos (los idiomas) y de centrarse en uno, sin interferencias del otro. Esto se llama control atencional, que conduce a quedarse con lo relevante y descartar lo irrelevante. Los ni?os biling¨¹es est¨¢n acostumbrados a hacer estos ¡°malabares¡± para decidir entre una lengua y otra, lo que conlleva un buen ejercicio cerebral para otras decisiones de su vida y tambi¨¦n para saltar de una actividad a otra sin problema.
-Favorece el control ejecutivo, a saber procesos cognitivos tales como atenci¨®n, flexibilidad mental, memoria, planificaci¨®n...).
-Se sabe que un cerebro m¨¢s sano es uno que se ejercita m¨¢s: el biling¨¹ismo se antoja como buen entrenamiento para mantener al cerebro en forma debido al esfuerzo extra que debe realizar al focalizarse solo en una lengua cada vez que habla, lee, escucha.
-Albert Costa adem¨¢s destierra una aprensi¨®n habitual: ¡°quienes adquieren dos lenguas desde la cuna o se les expone a ellas desde muy peque?os, no est¨¢n m¨¢s confundidos, sino que crecen muy bien y tienen la ventaja de saber dos idiomas¡±.
Los inconvenientes de llevar dos idiomas en el cerebro
-Hay estudios que muestran que el vocabulario de biling¨¹es es m¨¢s limitado. ¡°Si juntas la cantidad de palabras, es mayor en el ni?o biling¨¹e; pero si lo mides por separado, lo cierto es que parece que su vocabulario en lengua materna es m¨¢s reducido que uno monoling¨¹es, expuesto a m¨¢s de 18 horas al d¨ªa a la misma lengua. Estas diferencias se reducen r¨¢pidamente con el tiempo porque la adquisici¨®n de vocabulario depender¨¢ del entorno.
-El cerebro biling¨¹e va a tener que trabajar m¨¢s, por lo que acarrear¨¢ unos procesos cerebrales que requieren m¨¢s esfuerzo que hablar solo una lengua, por lo que se pierde m¨¢s energ¨ªa en ¡°activar¡± una lengua y ¡°desactivar¡± la otra.
-Tambi¨¦n hay estudios que concluyen que el biling¨¹ismo ralentiza la denominaci¨®n de las cosas con palabras y que sucede m¨¢s a menudo el efecto de ¡°tener la palabra en la punta de la lengua¡±. Efectivamente, hay una menor velocidad de reacci¨®n en la recuperaci¨®n de las palabras, porque el cerebro tiene que discernir entre dos palabras, en una lengua u otra. Un ni?o biling¨¹e de espa?ol e ingl¨¦s, por ejemplo, tiene intenci¨®n de decir gato, la palabra cat tambi¨¦n se activa en su cerebro.
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