?C¨®mo evitar la muerte de la ayuda al desarrollo?

Cada ¨¦poca vive a la luz de una disciplina determinada. Hubo un tiempo, siglos atr¨¢s, en el que esta disciplina era la medicina. En concreto, predomin¨® la idea de la circulaci¨®n sangu¨ªnea, en tanto que llega a todos los ¨®rganos del cuerpo humano y as¨ª estos estaban relacionados entre s¨ª. De esta forma, el cuerpo humano era presentado como una ¨²nica cosa y no como una serie de ¨®rganos independientes los unos de los otros. Esta visi¨®n se propag¨® r¨¢pidamente por otras disciplinas y, entre otras, lleg¨® a la econom¨ªa. As¨ª, los diferentes factores que estudiaban los economistas (tipo de inter¨¦s, tipo de cambio, inflaci¨®n, paro...) dejaron de ser considerados como factores aislados para ser considerados parte de un conjunto. Bajo este nuevo prisma, cualquier acci¨®n ejecutada sobre uno tendr¨ªa forzosamente una consecuencia sobre los otros factores. La econom¨ªa pasaba a ser entendida como una ¨²nica asignatura.

Esto constituy¨® un paso muy importante para la econom¨ªa. Entre otras cosas porque contribuy¨® a que sus estudiosos pudieran crear sus diferentes propios modelos econ¨®micos. Algunos de ellos incluso se contradicen. Sin embargo, estas contradicciones no restan en absoluto importancia a esos modelos. Porque lo que importa es que existan teor¨ªas ¨²tiles sobre el funcionamiento de la econom¨ªa.

La existencia de modelos es de suma importancia. Entender c¨®mo funciona la econom¨ªa es vital para poder ofrecer soluciones a problemas relacionados con ella. Dicho de otro modo, para poder llevar a cabo pol¨ªticas econ¨®micas eficientes y eficaces es obligatorio conocer el funcionamiento de la econom¨ªa.? Y aqu¨ª es donde quer¨ªa llegar. Sigo con mucha atenci¨®n las publicaciones de prensa que se hacen hoy en relaci¨®n con la ayuda al desarrollo y tengo la impresi¨®n de que gran parte de esta ret¨®rica trata, casi exclusivamente, sobre la pr¨¢ctica de la ayuda. Todo lo relativo a la teor¨ªa queda casi ninguneado. ?Acaso no existe la teor¨ªa del desarrollo?

Hace tiempo le¨ª casualmente una publicaci¨®n en la que alguien defin¨ªa modelo de desarrollo como "un esquema a seguir a fin de promover el progreso de un pueblo". No estoy de acuerdo con esa definici¨®n. Entre otras cosas porque un modelo debe ser un texto positivo ¡ªes decir, que hace referencia a lo que hay¡ª y no normativo ¡ªque hace referencia a lo que debe haber¡ª. De otra manera, estar¨ªamos hablando de pol¨ªticas de desarrollo y no de modelos.

Echo de menos literatura que se centre en esta teor¨ªa, es decir, en las ideas que sustentan la disciplina de la ayuda al desarrollo

Esto es pertinente porque contribuye a mi idea inicial, seg¨²n la cual, actualmente habr¨ªa fallos en las teor¨ªas del desarrollo. No solo se habla (y se escribe) poco de ellas, sino que, adem¨¢s, parece que hay una especie de confusi¨®n generalizada hacia ellas.

Apoyo la existencia de art¨ªculos de prensa centrados en la materializaci¨®n (la pr¨¢ctica) de la ayuda al desarrollo. Los encuentro necesarios para, entre otras cosas, dar visibilidad a esta disciplina. Pero a veces tengo la impresi¨®n de que lo que se publica sobre la ayuda al desarrollo hoy est¨¢ de alguna manera cojo, puesto que obvia una parte importante: la teor¨ªa.

Echo de menos literatura que se centre en esta teor¨ªa, es decir, en las ideas que sustentan la disciplina de la ayuda al desarrollo. Debemos desplegar m¨¢s y mejores modelos espec¨ªficos. Estos deber¨¢n entender la ayuda al desarrollo como una ¨²nica cosa que relacione las variables (educaci¨®n, democracia, g¨¦nero, igualdad...) de las que se ocupa la ayuda. Porque, hasta que no existan modelos de desarrollo de calidad, no podr¨¢ haber tampoco pol¨ªticas de desarrollo de calidad.

La ayuda al desarrollo es una disciplina nueva. Volviendo al ejemplo de la econom¨ªa, esta se ha estudiado durante siglos. La ayuda al desarrollo apenas existe desde hace 60 a?os. Lograr su supervivencia a largo plazo pasa por definirla, delimit¨¢ndola y explic¨¢ndola de manera clara. Y para ello es necesario trabajar su teor¨ªa, es decir, crear modelos de desarrollo de calidad.

Miguel Forcat Luque es economista y trabaja para la Comisi¨®n de la Uni¨®n Europea. El art¨ªculo no refleja necesariamente el punto de vista de la instituci¨®n para la que trabaja.