Los ni?os convertidos al islam en secreto
La historia de Indira Gandhi ilustra c¨®mo en Malasia algunos c¨®nyuges est¨¢n convirtiendo secretamente a sus hijos para ganar una ventaja legal en las batallas de custodia
El matrimonio de Indira Gandhi comenz¨® a desmoronarse en el momento en que dio a luz a su tercer hijo, Prasana, en 2008. Cuando Indira y su esposo se casaron, viv¨ªan juntos en la ciudad de Ipoh (Malasia) y ambos se identificaban como hind¨²es. Pero ¨¦l comenz¨® a tratar de convencerla para que se convirtiera al islam, amenaz¨¢ndola incluso con el divorcio si se negaba. "Dec¨ªa que si nos convert¨ªamos obtendr¨ªamos m¨¢s ventajas como dinero y propiedades", explica ella.
Aunque Indira, que trabaja como profesora de educaci¨®n infantil, no est¨¢ segura de cu¨¢ndo sucedi¨®, su marido empez¨® a practicar el islam cambiando su nombre de Patmanathan Krishnan a Muhammad Riduan. Convirti¨® tambi¨¦n a sus tres hijos sin su consentimiento e incluso sin su presencia, utilizando sus certificados de nacimiento.
Despu¨¦s de una acalorada discusi¨®n entre la pareja el 31 de marzo de 2009, Riduan secuestr¨® a Prasana, que ten¨ªa 11 meses en ese momento. En los ocho a?os transcurridos desde entonces, Indira solo ha visto una vez a su hija, casi como una r¨¢faga. "Ella ten¨ªa un a?o. Fue durante un juicio para obtener su custodia", explica Indira. "Se acord¨® de m¨ª, incluso me llam¨® mam¨¢, pero ¨¦l se neg¨® a devolv¨¦rmela".
La historia de Indira es una de las m¨¢s destacadas entre una serie de casos legales que se han convertido en una fuente de tensi¨®n en los debates sobre el papel del islam en Malasia, donde aproximadamente el 60% de la poblaci¨®n es musulmana, la mayor¨ªa de ellos de etnia malaya. En el pa¨ªs viven otras poblaciones considerables de malasios de origen chino e indio, as¨ª como miembros de grupos ind¨ªgenas que practican otras creencias como el hinduismo, el budismo y cristianismo.
En las disputas de custodia entre parejas religiosas mixtas, lo m¨¢s probable es que se le otorgue la custodia al padre o madre musulmana, sobre todo si los ni?os se han convertido al islam
La Constituci¨®n de 1957 garantiza la libertad religiosa para los no-malayos, pero al mismo tiempo el islam es la confesi¨®n oficial. Los no musulmanes est¨¢n sujetos a un sistema jur¨ªdico dual que presenta un enigma importante para los padres y madres como Indira: mientras que los tribunales isl¨¢micos manejan casos de derecho de familia que involucran a los musulmanes, los tribunales seculares tratan a los que involucran a no musulmanes.
Los no musulmanes, por lo tanto, se enfrentan a una desventaja legal cuando su caso llega a un tribunal isl¨¢mico, ya que no se les permite comparecer ni siquiera para defensa. En consecuencia, en las disputas de custodia entre parejas religiosas mixtas, lo m¨¢s probable es que se le otorgue la custodia al padre o madre musulmana, sobre todo si los ni?os se han convertido al islam. Los activistas consultados aseguran que, incluso, en algunos casos, los c¨®nyuges se est¨¢n convirtiendo al islam para ganar una ventaja legal.
As¨ª no es de extra?ar que Riduan ganara la custodia de la ni?a, Prasana, una decisi¨®n impugnada por Indira. En marzo de 2010, se le concedi¨® la custodia de los tres hijos de la pareja, pero Riduan no ha devuelto a Prasana, ni se ha enfrentado a ninguna consecuencia por secuestrar a una menor.
Kula Segaran, miembro del Parlamento de Ipoh Barat, tambi¨¦n abogado de Indira, dice que conoce varios casos similares de los que ¨¦l mismo se ha hecho cargo, aunque no hay estad¨ªsticas oficiales disponibles. Seg¨²n el abogado, muchos c¨®nyuges, en su mayor¨ªa mujeres, no pueden iniciar acciones legales porque "es caro" y a veces incluso "prohibitivo".
Los cr¨ªticos acusan al Gobierno, dominado principalmente por los musulmanes malayos, de hacer muy poco para intervenir y asegurar que se haga justicia cuando colisionan los dos sistemas jur¨ªdicos del pa¨ªs. La Organizaci¨®n Nacional de Malayos Unidos (UMNO), que dirige la coalici¨®n gobernante Barisan Nasional, y ocupa puestos clave como la de primer ministro, perdi¨® votantes en las ¨²ltimas elecciones. Desde entonces, la popularidad del partido ha ca¨ªdo en picado debido, en gran parte, a un importante esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que ha involucrado al primer ministro Najib Razak. Razak, un musulm¨¢n moderado, ahora est¨¢ cortejando a los partidos pol¨ªticos isl¨¢micos, y complaciendo sus agendas, con la esperanza de aumentar su popularidad en el mundo rural.
James Chin, director del Instituto de Asia de la Universidad de Tasmania, sostiene que la discriminaci¨®n contra las minor¨ªas religiosas "se ha extendido" en los ¨²ltimos a?os. Mientras que los grupos isl¨¢micos son libres de convertir a los no musulmanes al islam en Malasia, por ejemplo, no est¨¢ permitido que los no musulmanes hagan proselitismo entre los musulmanes.
La legislaci¨®n oficialmente sit¨²a a las leyes civiles y de la shar¨ªa en condici¨®n de igualdad, pero incluso en el Tribunal Supremo la mayor¨ªa de los abogados son musulmanes. Seg¨²n Chin, si un letrado act¨²a contra la corte de la shar¨ªa, "puede ser acusado por los fundamentalistas de ser un mal musulm¨¢n".
La Constituci¨®n, por otro lado, dice que la religi¨®n de un menor de 18 a?os debe ser decidida por el padre o tutor, pero esto se ha interpretado de diferentes maneras. Para muchos abogados, esto significa que se necesita la aprobaci¨®n de ambos padres, mientras que los tribunales isl¨¢micos han dictaminado que el consentimiento de uno de ellos es suficiente.
Una serie de grupos de derechos humanos ¡ªcomo la Sociedad para la Promoci¨®n de los Derechos Humanos Malasia y el Consejo Consultivo Malayo de Budismo, Cristianismo, Hinduismo, Sikhismo y Tao¨ªsmo¡ª ha pedido al Gobierno que proteja los derechos de los no musulmanes en casos de conversi¨®n unilateral y priorizar el inter¨¦s de los ni?os involucrados
El grupo Joint Action Group for Gender Equality dice que, en los ¨²ltimos a?os, tambi¨¦n ha habido numerosos casos de esposas que se han convertido al islam y luego han hecho lo mismo con sus hijos. En estos casos, seg¨²n el grupo, "los derechos de los maridos que no se convierten son violados de manera similar y hay serias implicaciones en torno a la custodia y tutela de los ni?os".
Entre ellos se encuentra Lee Chang Yong, un hombre de negocios que solicit¨® el divorcio de su exmujer, Teng Wai Yee, en 2015. La pareja no consegu¨ªa llegar a un acuerdo sobre la custodia de los ni?os, la divisi¨®n de bienes y otros asuntos, pero estos quedaron a un lado cuando Teng se convirti¨® al Islam el 29 de diciembre de 2015, cambiando su nombre a Aleena Abdullah.
Muchos c¨®nyuges, en su mayor¨ªa mujeres, no pueden iniciar acciones legales porque "es caro" y a veces incluso "prohibitivo"
El 11 de mayo de 2016, Aleena no llev¨® a la escuela a los dos hijos de la pareja de ocho y tres a?os. En su lugar, los llev¨® a recitar el Kalimah Shahadah (la afirmaci¨®n de la fe) para convertirlos al islam. Lee ha solicitado a la Corte Suprema la anulaci¨®n de los certificados de conversi¨®n de sus hijos y para impedir el registro de los ni?os como musulmanes.
El Gobierno de Razak dijo en 2009 que se deb¨ªa hacer algo para detener las conversiones realizadas por uno de los padres, pero sus declaraciones no se han materializado en una ley, aunque introdujo una disposici¨®n en las enmiendas a la Ley de Reforma Legal (matrimonio y divorcio) para "resolver" las conversiones ilegales.
Esta disposici¨®n, llamada 88A, estipula que los ni?os deben mantenerse en su religi¨®n original a pesar de la conversi¨®n de sus padres al islam. Pero fue suprimida en agosto debido a las cr¨ªticas de que es potencialmente inconstitucional.
El Tribunal Federal no ha decidido a¨²n c¨®mo proceder¨¢ el caso de Indira. Su abogado, Kula, prefiere no especular sobre el caso. "Tendremos que ver cu¨¢les son las nuevas enmiendas", sostiene el letrado.
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