¡°La situaci¨®n de la tortura en el mundo est¨¢ empeorando¡±
El presidente del Consejo Internacional para la Rehabilitaci¨®n de V¨ªctimas de Tortura, Jorge Aroche denuncia su expansi¨®n en un curso sobre salud mental, desplazamientos forzados y minor¨ªas ¨¦tnicas
Para miles de personas refugiadas en Europa, la ciudad serbia de Novi Sad es la ¨²ltima parada antes de llegar al tap¨®n h¨²ngaro, otra frontera de la Uni¨®n Europea que permanece militarizada desde que hace dos a?os comenzara la crisis de los refugiados. Para la poblaci¨®n serbia, sin embargo, es la memoria viva de los ¨²ltimos bombardeos de la OTAN contra el r¨¦gimen de Slobodan Milosevic, como atestiguan los puentes ya reconstruidos que, 18 a?os despu¨¦s, vuelven a acariciar el Danubio.
En este escenario de violencia pasada y presente se celebr¨® la semana pasada una conferencia sobre salud mental, desplazamientos forzados y minor¨ªas ¨¦tnicas. En ella particip¨® Jorge Aroche, presidente del Consejo Internacional para la Rehabilitaci¨®n de las V¨ªctimas de Tortura (IRCT), un movimiento de profesionales sanitarios de 170 centros sanitarios en 74 pa¨ªses que atiende a cerca de 100.000 personas al a?o, seg¨²n sus propios registros. Este psic¨®logo cl¨ªnico australiano, que migr¨® con su familia procedente de Uruguay a los 14 a?os, es tambi¨¦n director del STARRTS, un servicio para la rehabilitaci¨®n de los superivientes de la tortura en S¨ªdney (Australia).
"La situaci¨®n de la tortura en el mundo est¨¢ empeorando", advierte Aroche en una pausa del encuentro de expertos organizado por la Sociedad Internacional de Salud y Derechos Humanos (ISHHR) en Novi Sad. En su opini¨®n, pa¨ªses que hab¨ªan registrado mejoras en los ¨²ltimos a?os han retrocedido de nuevo. "Es el caso de Turqu¨ªa, Egipto o M¨¦xico, entre otros", detalla.
Aroche entiende que en este declive participa "un discurso populista muy nacionalista, donde se usa el miedo para conseguir apoyo popular", y cree que discursos como el de Donald Trump no ayudan. El presidente estadounidense sorprendi¨® al mundo en enero justificando la utilidad de esta pr¨¢ctica prohibida. "Lamentablemente no es el ¨²nico", reflexiona el experto. "Muchos de los gobiernos que ten¨ªan un plan para abolir la tortura han cambiado sus preocupaciones y ahora las orientan a cuestiones internas, como el control de las fronteras", a?ade.
Discursos como el de Donald Trump ¡°no ayudan¡± a combatir la pr¨¢ctica de la tortura
Y todo, a pesar de que hay numerosos informes (como el de la senadora Diane Feinstein, emitido en diciembre de 2012 y desclasificado en diciembre de 2014 sobre el Programa de detenci¨®n e interrogatorios del Comit¨¦ de inteligencia de EEUU) sobre la nula utilidad de esta pr¨¢ctica, m¨¢s all¨¢ de consideraciones legales o morales. El documento de Feinstein se?ala que incluso antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001 "la CIA conoc¨ªa por su propia experiencia que los interrogatorios coercitivos no producen inteligencia, sino falsas respuestas".
Entonces, ?por qu¨¦ se sigue ejerciendo la tortura? "Es una herramienta de control social", responde Aroche. La ejercen los gobiernos, se?ala, pero tambi¨¦n otros actores como el crimen organizado o determinados movimientos que se disputan el poder. "Se busca ejercer el control a trav¨¦s del terror, del sentimiento de destrucci¨®n de humanidad que produce la tortura. Es una forma de amedrentar a la poblaci¨®n", asegura. La opini¨®n del presidente del IRCT coincide con las conclusiones del Relator especial de Naciones Unidas sobre la tortura, quien ya en 2016? advert¨ªa de que tras 30 a?os en el cargo hab¨ªa visto c¨®mo se iba incrementando "la tolerancia a la violencia pol¨ªtica y la tortura en nombre de la seguridad nacional".
?Qu¨¦ hacer ante la dimensi¨®n global de semejante problema y con los cientos de miles de v¨ªctimas que deja anualmente? Aroche apunta que uno de los retos del tratamiento sociosanitario a las v¨ªctimas es no distanciarse de la denuncia p¨²blica de la tortura. "El movimiento rehabilitador no se puede separar de la prevenci¨®n. Nos gustar¨ªa vivir en mundo donde nuestros servicios no se necesiten, pero es bastante ut¨®pico por el momento y hay mucha menos divulgaci¨®n sobre qu¨¦ es lo que pasa con las v¨ªctimas, sobre c¨®mo se rehacen las vidas de los supervivientes", explica en referencia a las necesidades de rehabilitaci¨®n, reconocidas por el Derecho Internacional.
¡°La gente de a pie, al final, siempre condena estos abusos¡±
"La rehabilitaci¨®n es una tarea donde se necesitan servicios especializados. Lamentablemente no se conoce demasiado esta labor y eso hace que no sean ofrecidos a la mayor¨ªa de las v¨ªctimas", argumenta. La ¨²ltima asamblea general del organismo que preside, en diciembre de 2016, hizo un llamamiento a los Estados para que cumplan "con el derecho a la rehabilitaci¨®n" y urgi¨® a facilitar fondos necesarios para satisfacer ese derecho.
Pero el experto australiano no solo se pide apoyo a los gobiernos. Sino tambi¨¦n respeto a las labores humanitarias y a la integridad de los miembros de la entidad. Cerca de dos de cada tres supervivientes de la tortura son atendidos en los mismos pa¨ªses donde la sufrieron. Eso, denuncia Aroche, hace que muchos trabajadores hayan sido "atacados por el Estado o detenidos con diferentes excusas, pero la raz¨®n es que est¨¢n trabajando con personas que han sido torturadas por gobierno de aquel pa¨ªs".
El IRCT promueve la utilizaci¨®n en sus centros del Protocolo de Estambul, una herramienta pericial creada por Naciones Unidas para la documentaci¨®n exhaustiva de las personas supervivientes de la tortura y los tratos inhumanos y degradantes. De esta forma las consecuencias sanitarias y legales derivadas de los abusos quedan registradas, para incomodidad de quienes los han perpetrado.
Ante la reciente llegada de refugiados a Europa, Aroche recuerda que cuando se habla de dos millones de refugiados "tenemos que entender que una importante proporci¨®n es gente que ha sido torturada o traumatizada", razona. "Van a requerir tener servicios especializados de rehabilitaci¨®n para recobrar control sobre sus vidas y poder insertarse en la sociedad de acogida y contribuir a ella en lo humano, lo social y tambi¨¦n en lo econ¨®mico". Su centro en Australia ha pasado en 20 a?os de una docena de trabajadores a m¨¢s de 200, y se ha convertido en un referente internacional en la investigaci¨®n, desarrollo y divulgaci¨®n de t¨¦cnicas innovadoras para la rehabilitaci¨®n del trauma ps¨ªquico.
Con el suave acento uruguayo que mantiene al conversar en espa?ol, este amante del tango recuerda que el proceso de rehabilitaci¨®n del trauma es complejo, como lo es el proceso de acogida a una nueva sociedad, debido a los esfuerzos que implica integrarse en una nueva cultural y crear nuevas redes sociales cuando se viene de una situaci¨®n de persecuci¨®n tan da?ina. "Adem¨¢s, estas personas han tenido muchas p¨¦rdidas y pasan por procesos de duelo. Proveer servicios rehabilitadores es, en su opini¨®n una de las mejores inversiones que las sociedades de acogida pueden hacer se puede hacer para garantizar la integraci¨®n. En Espa?a, la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR) participa en esta red de centros rehabilitadores.
A pesar de la grave situaci¨®n de la tortura en el mundo, Aroche, siempre prudente, defiende un optimismo basado en datos de la realidad: "La gente de a pie, al final, siempre condena la tortura".
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