Lucro pol¨ªtico versus reconstrucci¨®n incluyente
Cr¨®nica del terremoto en la Ciudad de M¨¦xico
El 19 de septiembre pasado un sismo de 7.1 grados Richter azot¨® la Ciudad de M¨¦xico y otras cinco entidades del centro del pa¨ªs con un saldo provisional de 337 muertos. En la mayor parte de la capital mexicana no hubo da?os, pero en varios barrios centrales el panorama es desolador: 198 muertos, 800 lesionados, 30 desaparecidos, 50 edificios colapsados y alrededor de 500 edificios severamente deteriorados. Los da?os no se comparan en escala con los de los sismos del 19 y 20 de septiembre de 1985, con relaci¨®n a los miles de muertos, damnificados y edificios destruidos. Sin embargo, el n¨²mero de edificios derrumbados o severamente da?ados paulatinamente se incrementa.
Cientos de j¨®venes se volcaron a levantar escombros con sus manos para rescatar heridos y atender damnificados. Se trata de im¨¢genes que le dan la vuelta al mundo. Paulatinamente esta movilizaci¨®n ciudadana fue desplazada por las fuerzas p¨²blicas (polic¨ªa local y federal, militares, marina), particularmente en los colapsos m¨¢s mediatizados, como la escuela Enrique R¨¦bsamen, donde la principal televisi¨®n del pa¨ªs invent¨® un personaje atrapado bajo los escombros, la ni?a ¡°Frida Sofia¡±, que le permiti¨® cooptar la atenci¨®n de millones de televidentes. El desastre, que de ninguna manera es natural, permite lucrar a empresas privadas.
Los medios de comunicaci¨®n paulatinamente presentaron im¨¢genes de un Estado mexicano responsable. El esfuerzo por invisibilizar a los ciudadanos y hacer protagonistas a militares, polic¨ªas y gobernantes es evidente. Sin embargo, ¡°Frida Sofia¡± result¨® ser un culebr¨®n, el presidente se qued¨® sin dar esa buena noticia y el secretario de educaci¨®n p¨²blica, que estuvo muchas horas en esa escuela, se qued¨® sin tomarse la selfie.
El jueves 21 de septiembre sal¨ª temprano a la colonia Ju¨¢rez, donde deber¨ªa servir como traductor de un equipo de expertos alemanes en seguridad f¨ªsica de inmuebles da?ados por sismos. Las redes sociales se han vuelto un canal de comunicaci¨®n muy ¨²til para los miles de ciudadanos que desde las primeras horas del sismo se movilizaron para rescatar heridos, atender damnificados y apoyar en lo que se pueda. Pero las redes sociales tambi¨¦n sirven para difundir rumores, como el de los expertos alemanes.
En las visitas que hemos hecho a edificios da?ados en los barrios afectados no dejan de sorprendernos los dict¨¢menes oficiales de Protecci¨®n Civil: en algunos edificios que aparentemente presentan da?os menores, el dictamen es evacuaci¨®n; en otros edificios evidentemente da?ados (con cuarteaduras en muros) el dictamen es ¡°sin da?os estructurales¡±. Igualmente, en algunos edificios que parecen estar bien, la gente se va y no quiere regresar, pero en otros que parecen en alto riesgo, la gente se niega a salir. En las calles hay gente valorando el estado de su inmueble, analizando qu¨¦ hacer, si quedarse o irse. Hay edificios que se encuentran en regular estado, pero tienen al lado un edificio que se est¨¢ recargando y pone en riesgo su estabilidad. Hay inquilinos, propietarios y gente que reci¨¦n compr¨® (y est¨¢ pagando) un departamento nuevo hace menos de seis meses y no sabe qu¨¦ hacer.
En la sociedad hay solidaridad y luto, pero tambi¨¦n la rabia y la demanda pol¨ªtica comienza a emerger ?Por qu¨¦ se cay¨® el edificio si es nuevo? ?Por qu¨¦ se destinaron enormes esfuerzos y recursos humanos en la b¨²squeda de una ni?a que nunca existi¨® y no se concentraron esfuerzos en otros derrumbes para salvar posibles vidas? ?C¨®mo confrontar el discurso hegem¨®nico de que estamos frente a un desastre ¡°natural¡±? ?Qu¨¦ efectos ha tenido el modelo de desarrollo urbano intensivo que ha encarecido el suelo y la vivienda y ha densificado indiscriminadamente selectos barrios centrales? ?Por qu¨¦ Protecci¨®n Civil recomienda evacuar edificios aparentemente no muy da?ados en las colonias Roma y Condesa? ?Se trata de acabar de limpiar socialmente los barrios de moda?
Tambi¨¦n comienzan a surgir las propuestas. Hace 32 a?os la poblaci¨®n damnificada por los sismos, a trav¨¦s de sus movilizaciones, consigui¨® que el gobierno expropiara alrededor de 5.000 inmuebles para que all¨ª se reconstruyera la vivienda de los damnificados. As¨ª, esa poblaci¨®n evit¨® ser deportada a la periferia, donde el suelo es m¨¢s barato y m¨¢s r¨¢pida la construcci¨®n de vivienda. Un primer decreto expropiatorio, emitido el 11 de octubre de 1985, incluy¨® decenas de predios en barrios como la Ju¨¢rez, Roma y Condesa. Sin embargo, un segundo y definitivo decreto expropiatorio, bajo el discurso que hubo errores e inmediatez, elimin¨® todos los predios de las colonias de clase media. Ahora, en 2017, los barrios afectados son mayoritariamente de clase media y cobra fuerza la demanda de expropiar los edificios colapsados o severamente da?ados para reconstruir vivienda accesible a la poblaci¨®n damnificada. El Derecho a la Ciudad, oficialmente reconocido en la nueva Constituci¨®n de la Ciudad de M¨¦xico, que entrar¨¢ en vigor en septiembre de 2018, debe cristalizarse en beneficio de quienes perdieron todo.
Curiosamente el jueves 21 de septiembre a mediod¨ªa nos cruzamos con los expertos alemanes en estructuras da?adas por los sismos (no era del todo un rumor). Cuatro ingenieros alemanes, acompa?ados de cinco funcionarios de Protecci¨®n Civil, tres traductores, dos de seguridad privada y otros personajes, estaban evaluando la estructura de un hotel de cinco estrellas. Les preguntamos que hacia la cooperaci¨®n alemana revisando un negocio de una cadena trasnacional, cuando en ese mismo barrio, la Ju¨¢rez, hab¨ªa decenas de edificios que esperaban un dictamen de su estado estructural. Los funcionarios locales nos dec¨ªan que despu¨¦s ir¨ªan a revisar una unidad habitacional. En cambio, un experto alem¨¢n nos confes¨® que a ellos siempre les pasa lo mismo, que su gobierno los env¨ªa a labores de apoyo en situaciones de emergencia, pero que siempre terminan revisando hoteles de lujo y casas de ricos. No deja de sorprender que a dos d¨ªas del sismo el gobierno local privilegiara la revisi¨®n de un negocio privado trasnacional, en lugar de aprovechar la cooperaci¨®n internacional en la revisi¨®n de centenas de edificios da?ados en los barrios centrales.
A una semana del sismo, el gobierno local anunci¨® algunas medidas y la creaci¨®n de una comisi¨®n que har¨¢ un programa de reconstrucci¨®n. En lugares p¨²blicos se instalaron centros de atenci¨®n para que los ciudadanos acudan a pedir dict¨¢menes de sus inmuebles, ayudas para renta, solicitar la reposici¨®n de documentos perdidos, etc¨¦tera. La estrategia es clara: atenci¨®n individualizada. Frente a ello, colectivos de vecinos de los barrios centrales se (re)organizan para demandar una atenci¨®n colectiva, p¨²blica y transparente; y una reconstrucci¨®n habitacional y regeneraci¨®n urbana incluyentes.
V¨ªctor Delgadillo es profesor investigador de la Universidad Aut¨®noma de la Ciudad de M¨¦xico.
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