La gran evasi¨®n, versi¨®n africana
El impacto de la fuga de capitales es mucho m¨¢s devastador en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, especialmente en el caso de ?frica
Ya conocemos la historia: ?frica es pobre y necesita ayuda de los pa¨ªses ricos. El hecho de que las potencias occidentales hayan explotado al continente negro por medio de esclavitud, colonialismo y extracci¨®n de recursos, es ya agua pasada. A d¨ªa de hoy se comportan de modo generoso, tratando de erradicar la pobreza y promoviendo el desarrollo sostenible.
Pero el problema de esta historia, es que, por m¨¢s que nos la hayan repetido ad nauseam, es falsa. Desde hace ya tiempo venimos sabiendo que ?frica es acreedor neto del mundo entero. En las ¨²ltimas d¨¦cadas la cantidad de recursos acumulados en el extranjero, provenientes de la fuga de capitales, supera con creces el movimiento de los recursos en direcci¨®n contraria, inclusive ayuda y deuda. Anualmente, entre 30 y 60 billones de d¨®lares son desviados fuera del continente, seg¨²n un informe publicado por la Comisi¨®n Econ¨®mica para ?frica de Naciones Unidas (UNECA), dirigida por Thabo Mbeki, ex presidente de Sud¨¢frica. En cualquier caso, esta estimaci¨®n sigue siendo bastante modesta.
?Pero en qu¨¦ consiste esta hemorragia que los especialistas denominan flujos financieros il¨ªcitos? Por supuesto, incluye los ingresos de actividades criminales de todo tipo (tr¨¢fico de drogas, armas, etc¨¦tera) y blanqueo de capitales provenientes de la corrupci¨®n. Pero son las empresas multinacionales las principales responsables de estos movimientos de capitales al exterior mediante la manipulaci¨®n de transacciones comerciales.
Las transacciones enga?osas, en el c¨¢lculo de los precios a la hora de formular los pagos entre empresas y subsidiaros, as¨ª como los diversos mecanismos de transferencia de activos y beneficios, son pr¨¢cticas comunes de las empresas en busca del m¨¢ximo beneficio. Las compa?¨ªas usan la evasi¨®n de impuestos (siendo ilegal) y la evasi¨®n fiscal, aprovech¨¢ndose de los vac¨ªos legales que existen para las empresas en el cuadro del sistema tributario internacional.
Las autoridades tributarias no cuentan con los recursos adecuados para luchar contra las, cada vez m¨¢s, sofisticadas estrategias de las multinacionales para eludir impuestos
La fuga de capitales es un fen¨®meno global. Desde hace a?os, los pa¨ªses desarrollados consideraban que el problema de las corrientes financieras il¨ªcitas era primordialmente una cuesti¨®n de lucha en contra del terrorismo, blanqueado de capitales y otros cr¨ªmenes financieros. Recientemente, sin embargo, aunque vienen siendo tiempos dif¨ªciles para los presupuestos nacionales, los gobiernos de los pa¨ªses avanzados han intensificado sus esfuerzos por combatir la evasi¨®n de impuestos corporativos sobre las sociedades. Esto explica la batalla que se desarrolla actualmente en Europa, donde pa¨ªses como Francia o Alemania est¨¢n ya cansados de ver a peces gordos del sector digital como Google, Apple, Facebook o Amazon zaf¨¢ndose de sus obligaciones fiscales por medio del desv¨ªo de ingresos a Irlanda o Luxemburgo.
Pero el impacto de la fuga de capitales es mucho m¨¢s devastador en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, especialmente en el caso de ?frica. Las recaudaciones tributarias son de por s¨ª bajas en el continente, donde nos encontramos con un promedio del 17% del PIB, siendo del 35% en los pa¨ªses ricos. Las autoridades tributarias no cuentan con los recursos adecuados para luchar contra las, cada vez m¨¢s, sofisticadas y agresivas estrategias de las multinacionales para evadir impuestos, por no mencionar la dificultad a?adida que supone la corrupci¨®n, cuando las instancias decisorias locales venden su complacencia al mejor postor.
Sufrimos un costo econ¨®mico y humano gigantesco proveniente de los abusos relacionados con el manejo del impuesto sobre las sociedades. Lo cual hace que existan cada vez menos fondos para infraestructura, educaci¨®n, sanidad, nutrici¨®n, protecci¨®n de los derechos de la mujer o programas de protecci¨®n medioambiental. De hecho las Naciones Unidas declararon que estos flujos financieros il¨ªcitos son una desventaja para la financiaci¨®n del desarrollo y un obst¨¢culo para cumplimentar los objetivos de un desarrollo sostenible.
Los flujos financieros il¨ªcitos son una desventaja para la financiaci¨®n del desarrollo y un obst¨¢culo para cumplimentar los objetivos de un desarrollo sostenible, seg¨²n la ONU
En este contexto, la Comisi¨®n Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT) ha instado a las Naciones Unidas a combatir la evasi¨®n de impuestos por parte de las multinacionales mediante la estrategia de frenar especialmente aquellos flujos financieros il¨ªcitos.
Esta lucha en contra de los flujos financieros il¨ªcitos involucra el compromiso tanto de los estados como de toda la comunidad internacional, en un esfuerzo por mejorar la transparencia global de los sistemas e intercambios financieros y de reforzar las capacidades de las distintas administraciones fiscales nacionales. Esto incluye obligar a las grandes compa?¨ªas a desvelar los detalles de sus actividades en cada pa¨ªs en el que operan, para poder asegurar que todas las ganancias est¨¢n siendo correctamente tasadas en el pa¨ªs d¨®nde ocurren esas actividades productivas y comerciales. Tambi¨¦n significa tener en el punto de mira a aquellos que hacen posible la huida de capitales, especialmente la de aquellos bancos que ayuden a encubrir los recursos financieros que son desviados ilegalmente fuera de ?frica.
L¨¦once Ndikumana es Profesor de Econom¨ªa y director del Programa de Pol¨ªtica Africana sobre el Desarrollo en el Instituto de Investigaci¨®n de Pol¨ªticas Econ¨®micas de la Universidad de Massachusetts y miembro de la Comisi¨®n Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT).
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.