Afrontar la sequ¨ªa

La sequ¨ªa meteorol¨®gica que sufre Espa?a al registrar menos lluvias que las medias hist¨®ricas desde 2014 se ha convertido ya en sequ¨ªa hidrol¨®gica, al provocar un descenso en las reservas de agua hasta niveles inferiores a las medias: los pantanos del pa¨ªs est¨¢n al 38,3% de su capacidad y hay que remontarse hasta los a?os noventa para encontrar una reserva menor. Cinco comunidades han tenido que prolongar en octubre el uso de camiones cisterna propios del verano tras el septiembre m¨¢s seco de este siglo. Y el Gobierno ha advertido de que el abastecimiento est¨¢ garantizado hasta final de a?o.

De prolongarse esta situaci¨®n, se ampliar¨¢n las restricciones para el riego en un pa¨ªs en el que el sector agroalimentario representa un 10% del PIB. Las p¨¦rdidas de cosecha son ya considerables y han hecho activar seguros, exenciones, ayudas directas y l¨ªneas de financiaci¨®n por parte del Gobierno a trav¨¦s de los reales decretos del J¨²car, Segura y Duero, seg¨²n explic¨® esta semana la ministra Isabel Garc¨ªa Tejerina en el Senado.

Las ayudas pueden paliar los da?os que sufren ya los agricultores, pero Espa?a necesita una estrategia de largo plazo que ordene y mejore las infraestructuras hidr¨¢ulicas para reducir p¨¦rdidas de agua y que afronte un cambio posiblemente estructural y no parches coyunturales. Tambi¨¦n un plan contra el cambio clim¨¢tico que racionalice y disminuya las emisiones, que crecen si aumenta la electricidad producida con carb¨®n y gas y disminuye la de las centrales hidroel¨¦ctricas. En lo que llevamos de a?o se ha producido la mitad de electricidad a trav¨¦s de esta fuente renovable que en el mismo plazo de 2016.

La sequ¨ªa, en suma, afecta al consumo, pero tambi¨¦n a la agricultura, a las emisiones y en ¨²ltima instancia al desarrollo sostenible de un pa¨ªs. Afrontarla desde la responsabilidad de Estado debe ser una obligaci¨®n prioritaria para el Gobierno, comunidades y oposici¨®n.