¡°Nuestra ¨²nica misi¨®n es morir¡±
La asociaci¨®n de Mujeres de la Industria de la M¨²sica (MIM) cumple su primer a?o de vida con un objetivo claro: avanzar hacia su propia disoluci¨®n
Esta historia, como tantas otras a estas alturas de nuestro mundo hiperconectado, comenz¨® con un correo electr¨®nico: de reenv¨ªo en reenv¨ªo, ocho mujeres convirtieron una inquietud personal en una bomba de relojer¨ªa. Es lo que ocurre cuando hay un dolor com¨²n, la igualdad en este caso, m¨¢s concretamente aquella que no existe en el mundo de la m¨²sica. As¨ª naci¨® MIM, la asociaci¨®n de Mujeres de la Industria de la M¨²sica, que cumple su primer a?o con un objetivo definido, morir como asociaci¨®n, no hacer falta porque las cifras, y las circunstancias, sean equitativas.
Cuatro de aquellas primeras ocho se sientan alrededor de unos cuantos caf¨¦s una ma?ana de septiembre, en El Palentino. Hablan mucho, sacan recuerdos a pu?ados de cada frase, se pisan y una de ellas levanta un brazo para mostrar c¨®mo todav¨ªa se le eriza el vello cuando recuerda aquella primera reuni¨®n en la que fueron muchas m¨¢s de las que esperaban, tras haberse sucedido una convocatoria casi por generaci¨®n espont¨¢nea, de forma natural y con focos diseminados por toda la geograf¨ªa y muchos ¨¢mbitos dentro del sector.
La de la piel de gallina es Lorena Jim¨¦nez (Madrid, 1974), socia fundadora de la empresa de comunicaci¨®n La Trinchera; enfrente est¨¢ Marcela Sanmart¨ªn (Santiago de Chile, 1967), programadora de la madrile?a sala El Sol desde hace m¨¢s de 20 a?os. Completan la mesa Nuria Rico (Granada, 1970), directora de ticketing en Live Nation Madrid, y Celia Carrillo (Madrid, 1967), directora de marketing en Ticketmaster. Llega justo despu¨¦s Roc¨ªo S¨¢iz, (Madrid, 1991), la cantante de Las Chillers, productora y, dice, ¡°agitadora social¡±.
Lo son un poco todas. Aunque primero tuvieron que hacer aquel ¡°exorcismo¡±, como lo llama Carrillo, que fue sentarse y exponer la realidad, clarita y transparente, para que ninguna creyera que lo de sentirse relegada, frenada o invisibilizada era algo exclusivo de su historia personal. ¡°Fue muy enriquecedor conocer todas aquellas experiencias, algunas muy personales. Historias de mujeres que no hab¨ªan tenido la necesidad de contarlo, o quiz¨¢s el lugar donde hacerlo¡±, apostilla Rico.
Los escu¨¢lidos datos
Promotoras, programadoras, periodistas, productoras, t¨¦cnicas, cantantes, m¨²sicas¡ Una amalgama de profesiones dentro de la industria que solo alcanza la igualdad en el ¨¢mbito de la comunicaci¨®n. En el resto las cifras son escu¨¢lidas, como en casi cualquier sector. De los 20 festivales m¨¢s grandes de Espa?a, solo el 15% de los solistas y bandas incluyen mujeres; poco m¨¢s del 10% de las empresas de la Asociaci¨®n de Promotores Musicales tienen mujeres en su direcci¨®n; de los 250 conciertos con m¨¢s p¨²blico de 2016, el 77% no inclu¨ªa a ninguna artista principal, ni instrumentista, ni nada. La misi¨®n de MIM es cambiar eso. "Involucrar e inspirar a todo aquel que trabaja en esto, para que apoyen a las mujeres en sus puestos de trabajo y logren alcanzar sus metas profesionales", apunta Jim¨¦nez.
¡°Esto es como las manadas en la naturaleza, nos hemos organizado como un lobby¡ Ya no estamos solas¡±, dice S¨¢iz. ¡°Una familia donde puedes contar tu problem¨¢tica laboral, que al final afecta a lo personal. Aprender juntas y enfrentar juntas, con las experiencias compartidas, los retos que van llegando¡±, a?ade San Mart¨ªn. Algunas han contado con el apoyo de su empresa, otras han ampliado su red, algunas se han dado cuenta de que la lucha, la de la igualdad, tiene que articularse m¨¢s all¨¢ del convencimiento personal. Seg¨²n San Mart¨ªn ¡°es dejar de pensar en singular y hacerlo en plural, y es abrir el camino a las que vienen detr¨¢s¡±. Una generaci¨®n que, aunque m¨¢s libre y m¨¢s concienciada, se enfrenta en muchos aspectos a la problem¨¢tica de hace una, dos o tres d¨¦cadas.
Los lastres de las mujeres en la m¨²sica
Desde MIM hacen un repaso a todo aquello que supone un impedimento para crecer profesionalmente. "Algo que empieza claramente a partir, m¨¢s o menos, de los 40", anota Celia Carrillo. Ser madres o la posibilidad de serlo y el frenazo que sufren cuando llegan al llamado techo de cristal, provoca que, a determinada edad, el ascenso de ellos sea mucho m¨¢s posible y r¨¢pido que el de ellas.
Pero hay m¨¢s, entre ellos la falta de modelos femeninos y de acceso a redes informales sociales y contactos; la casi ausencia de empuje y apoyo de los superiores; la desigualdad en el hogar, con una mayor carga para ellas; o la habitual valuaci¨®n de las mujeres por su rendimiento y a los hombres por su potencial.
Todas recuerdan al menos una vez en la que se dieron cuenta de que alguien les dec¨ªa no por ser mujer, o no les prestaban atenci¨®n, o menospreciaban su trabajo o su opini¨®n. Algunas saben que si no han promocionado ya en su empresa es por ser mujer, que si no ganan m¨¢s es por ser mujer, y Celia Carrillo a?ade a ese panorama una creciente dificultad cuanto mayor es la empresa en la que se trabaje. Algo carente de sentido cuando la estad¨ªstica, los estudios y las previsiones de organismos, p¨²blicos y privados, internacionales, dicen lo contrario. "El ¨²ltimo estudio sobre la situaci¨®n laboral de las mujeres de McKinsey asegura que adelantar la igualdad de las mujeres podr¨ªa a?adir hasta 11 billones de euros al crecimiento global, por ejemplo. O que la diferencia de rendimiento entre empresas con mujeres directivos y las que no es de un 26%", explica San Mart¨ªn.
No es el ¨²nico, en una de las ¨²ltimas investigaciones de la entidad financiera Morgan Stanley se marcan dos factores como determinantes para la mejora global de la econom¨ªa de aqu¨ª a 2025: invertir en ampliar el acceso a servicios sociales y la reducci¨®n de la brecha de g¨¦nero facilitando la participaci¨®n de las mujeres. Y el ¨²ltimo Informe Global de la Brecha de G¨¦nero del Foro Econ¨®mico Mundial alertaba sobre el retraso que podr¨ªa sufrir la igualdad econ¨®mica entre sexos, 170 a?os, y el frenazo que eso supondr¨ªa para los avances conseguidos hasta ahora. ¡°El mundo se enfrenta a un desperdicio del talento al no actuar con rapidez para frenar la desigualdad de g¨¦nero. Esto podr¨ªa poner el crecimiento econ¨®mico en riesgo y privar a las econom¨ªas de la oportunidad de desarrollarse¡±, dec¨ªa el documento.
Lucha com¨²n
Un futuro dif¨ªcil al que se a?ade el factor humano. "A veces las mujeres con las que hablamos tienen ya 50 y tantos a?os y no quieren meterse en l¨ªos. O 24 y saben que no podr¨¢n seguir trabajando si son combativas. Y a veces tambi¨¦n, las que llegan arriba se acomodan y no quieren que se las reconozca como feministas. El poder distorsiona un poco...", reflexiona Carrillo.
Depende de c¨®mo quiera usarse ese poder, si es que llega a alcanzarse, se puede hacer m¨¢s o menos por una lucha que Rico incide, insistente, en que es de todas: "De las aut¨®nomas y las directivas, de los puestos medios, de las que van por libre, de las que lo tienen f¨¢cil y de las que no". Es entonces cuando San Mart¨ªn recuerda a Daniela Bos¨¦, miembro de MIM, la ¨²nica directora general que hay en Espa?a de una discogr¨¢fica, activa en la batalla diaria de la igualdad y directora del documental Mujeres de la m¨²sica, que ella misma defini¨®, en su estreno, con una frase que condensaba la filosof¨ªa de esa hora y algunos minutos en los que 14 mujeres de este mundo esbozaban el panorama: "Las mujeres est¨¢n en el ocio pero no en el negocio".
Marcela San Mart¨ªn asegura que hay pocas mujeres que re¨²nan las condiciones que Bos¨¦: "Desde su posici¨®n ha roto ese techo de cristal, es feminista, va a cumplir 60, sabe que le van a llegar cr¨ªticas y a¨²n as¨ª hace un llamamiento continuo... Es importante que mujeres con un alto perfil como ella tengan ese discurso, y est¨¦n arriba, porque las decisiones se toman arriba y si no llegamos ah¨ª, estamos perdidas". A pesar de que la estad¨ªstica dice que ellas est¨¢n mejor formadas que ellos, sufren m¨¢s desempleo, el que hay es de menor calidad, est¨¢n sobrecualificadas para el puesto que ocupan, peor pagadas y alcanzan un desarrollo profesional menor... Un rosario de bondades que qued¨® reflejado el pasado a?o en un estudio del centro de estudios de econom¨ªa aplicada (FEDEA).
Observar, entender, repensar y revisar
Para combatir esta realidad llena de puntos negros, han establecido una metodolog¨ªa que comienza con la observaci¨®n y la recopilaci¨®n de datos sobre la participaci¨®n y la situaci¨®n de las mujeres en la industria, entender d¨®nde est¨¢n los sesgos y las fallas para poder revisar las pol¨ªticas y costumbres dentro del sector y a partir de ah¨ª establecer una serie de objetivos ¡ªdesarrollar campa?as divulgativas y de concienciaci¨®n o impulsar programas para abordar problemas espec¨ªficos como la cuota en los festivales¡ª.
"Es agotador a veces, lo de hacerte respetar, que te valoren y te escuchen", exclama San Mart¨ªn, que no obstante lleva 26 a?os al frente de la Sala Sol. El resto asiente y empiezan los ejemplos en sus propias carreras. Las cinco tienen m¨¢s de uno, m¨¢s de dos y m¨¢s de tres. Precisamente esos ejemplos son los que quieren erradicar. "Tampoco es tan dif¨ªcil", dice Roc¨ªo S¨¢iz. "Queremos las mismas posibilidades, ser consideradas por nuestras capacidades, poder acceder a los mismos puestos de responsabilidad bajo los mismos criterios y queremos cobrar lo mismo por el mismo trabajo". La cantante se queda pensando: "Bueno, igual s¨ª es tan dif¨ªcil. Pero tambi¨¦n es lo l¨®gico". S¨ª, lo l¨®gico s¨ª que es.?
Los logros del primer a?o
La segunda reuni¨®n de MIM, la que celebraba el primer a?o de vida de la asociaci¨®n, se celebr¨® el pasado 15 de septiembre durante el Mercat de M¨²sica Viva de Vic. All¨ª se renov¨® la Junta, con Carme Zapata como presidenta, Nuria Rico como secretaria y Marcela San Mart¨ªn como tesorera, adem¨¢s de dos nuevas vocales.
"Ha sido un buen a?o" asegura San Mart¨ªn. Ya pasan las 160 socias, 13 hombres entre ellas; han hecho contacto con el Ministerio de Cultura y el Instituto de la Mujer; y han firmado un acuerdo de colaboraci¨®n con la ONG ACCEM (que trabaja por mejorar la calidad de vida con los refugiados). "Adem¨¢s, ya hemos tenido ponencias y charlas y hemos colaborado con distintos festivales como el BIME (Bilbao), el Mad Cool (Madrid), o el Primavera Pro (Barcelona)", a?ade la tesorera.
Tambi¨¦n pusieron en marcha la web de la asociaci¨®n, donde est¨¢n creando una base de datos con profesionales de la industria y ya tienen lista la de artistas, y que ambas sirvan como bolsa de trabajo: "Que no puedan decir eso de 'es que no hay mujeres". "Y hemos creado el sello de calidad MIM, para otorgarlo a aquellos eventos que cumplan con los criterios de igualdad". El trabajo, seg¨²n San Mart¨ªn, es continuo. "Desde identificar talentos para impulsar su participaci¨®n y darles visibilidad, hasta servir de observadoras y analizar los datos para identificar los problemas e intentar solucionarlos con programas que combatan las malas tendencias o fomentar un debate abierto sobre sesgo de g¨¦nero".
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