?Agricultura globalizada o producto local?
A principios de los a?os sesenta del siglo pasado, el sector agrario espa?ol ocupaba al 42% de la poblaci¨®n activa y aportaba el 22% del PIB. Los cambios iniciados entonces posibilitaron el crecimiento de la econom¨ªa de mercado y la expansi¨®n del comercio, gracias a la mecanizaci¨®n del campo, la implantaci¨®n de nuevas t¨¦cnicas de producci¨®n o el establecimiento de reglamentaciones espec¨ªficas, as¨ª como a la demanda de alimentos que generaba la urbanizaci¨®n de una sociedad que entraba en la modernidad. En apenas 15 a?os, el desarrollismo model¨® una nueva sociedad que dej¨® de ser eminentemente rural y desplaz¨® la actividad econ¨®mica hacia la industria y los servicios. Ese despegue econ¨®mico, a la estela del Plan Marshall, import¨® el modelo estadounidense de autoservicio y traslad¨® la comercializaci¨®n de los colmados y las tiendas de ultramarinos al sistema de supermercados, eliminando la intermediaci¨®n entre el cliente y la estanter¨ªa. En toda esta historia, quiz¨¢ lo m¨¢s sorprendente sea el cambio de peso que sufri¨® la cadena de valor y la correlaci¨®n de fuerzas en el sector alimentario, que mud¨® de la agricultura y la ganader¨ªa a la industria agroalimentaria, y especialmente a la distribuci¨®n.
Lo cierto es que detr¨¢s de nuestra comida hay una cantidad enorme de energ¨ªa procedente de fuentes no renovables.
No obstante, hay otra realidad menos confortable que se suele obviar en una suerte de aforismo redentor que viene a sugerir: ¡°Si no lo veo, no existe¡±. Pero lo cierto es que detr¨¢s de nuestra comida hay una cantidad enorme de energ¨ªa procedente de fuentes no renovables. Para que nuestros alimentos est¨¦n al alcance de la mano ha sido necesario tratar tierras con fertilizantes en cuya fabricaci¨®n y transporte se ha utilizado energ¨ªa. Dichos alimentos se cosechan mediante procedimientos m¨¢s o menos mecanizados; se transportan a naves donde se seleccionan, calibran, limpian, empaquetan en bandejas de PVC, que tambi¨¦n han consumido energ¨ªa en su confecci¨®n y traslado; se apilan en cajas que tambi¨¦n ha sido preciso elaborar y enviar, y se almacenan en c¨¢maras hasta su distribuci¨®n, en muchos casos a miles de kil¨®metros. Tras el trayecto en cami¨®n, barco o avi¨®n, se vuelven a refrigerar a la espera de su colocaci¨®n en el estante, en un proceso energ¨¦ticamente muy costoso. Se calcula que por cada calor¨ªa consumida se necesitan una media de siete para producirla.
Todo esto nos conduce a una mecanizaci¨®n y automatizaci¨®n de una producci¨®n agr¨ªcola y ganadera basada en monocultivos, a una globalizaci¨®n del mercado agroalimentario y a una cada vez m¨¢s insuficiente autonom¨ªa alimentaria, con la consiguiente p¨¦rdida de calidad y variedad. En esta pugna entre modelos, lo local, lo cercano, conocido como kil¨®metro cero, es la apuesta m¨¢s racional desde el punto de vista cultural y sensorial, pero tambi¨¦n, y sobre todo, de eficiencia energ¨¦tica en un mundo con recursos finitos y desaf¨ªos trascendentales, como la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Sin embargo, hay que tener presente que, m¨¢s all¨¢ de la idealizaci¨®n de lo local, existen entornos donde no se pueden producir alimentos o, al menos, algunos tipos de alimentos y un planeta con muchas bocas que alimentar que necesitan de las materias primas obtenidas en otros lugares. Es preciso pedir inventiva y sensatez para complementar los modelos.
Sand¨ªa a la plancha
Ingredientes
Para 4 personas
- Una sand¨ªa
- 1 manojo de cebolleta fresca
- 10 gramos de perejil deshojado picado
- 27 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 9 gramos de vinagre de Jerez
- Sal
- Pimienta
Instrucciones
1. La sand¨ªa
Pelar la sandía sin que quede ninguna parte blanca y cortar dejando una forma cúbica en el centro. Cortar rectángulos de 13 centímetros de largo por 3 centímetros de ancho aproximadamente. Marcar los rectángulos de sandía a la plancha o a la brasa durante cinco minutos por cada lado. Reservar en una bandeja.
2. El ali?o
Cortar la cebolleta en juliana muy fina y condimentar con el perejil picado, aceite de oliva, sal, pimienta y el vinagre de Jerez.
3. Acabado y presentaci¨®n
Servir un rectángulo de sandía marcada en un plato llano y condimentar con el aliño. Terminar con un poco de perejil fresco picado.
La sand¨ªa
Composici¨®n: El verano es la temporada de la sand¨ªa, una fruta originaria de ?frica compuesta en un 93% de agua.
Calor¨ªas: Su aporte cal¨®rico es muy bajo: unas 22 kilocalor¨ªas por 100 gramos de porci¨®n comestible.
Micronutrientes: Destaca su contenido en vitamina C y su aporte de licopeno, un caroteno con poder antioxidante.
Uso: Debido a su contenido en agua, es adecuada para las personas susceptibles de sufrir deshidrataci¨®n.
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