En caso de duda, votar

Hay un modo de evitar la hibernaci¨®n de la autonom¨ªa catalana, del derecho constitucional de los ciudadanos a ella y del consiguiente menoscabo en la din¨¢mica descentralizadora de la Carta Magna.

?Cu¨¢l? Que el president Puigdemont aproveche el plazo del Senado para el 155 y convoque elecciones anticipadas, ya. Votar.

Como la autonom¨ªa le importa poco (¨¦l y los suyos la anularon el 6 de septiembre, al derogar el Estatut) y la Constituci¨®n, menos, ?qu¨¦ razones pr¨¢cticas le aconsejar¨ªan entrar en raz¨®n?

Una es el ego¨ªsmo, la supervivencia. La intervenci¨®n de Catalu?a perjudicar¨¢ los intereses individuales, familiares y tribales de sus propios dirigentes. La tradici¨®n convergente de utilizar la Generalitat como espacio de pastoreo para aspirantes a ganapanes f¨¢ciles ¡ªo corruptos¡ª, seguridad funcionarial de reto?os de clases medias en declive y posiciones de dominio no justificado por su valor de mercado, se ha reducido. Pero sigue viva: ?qui¨¦n pagar¨ªa un sueldo a los Forn, Turull o Forcadell?

Dos, la alternativa de la Declaraci¨®n Unilateral de Independencia (DUI) resulta p¨¦sima. El ¨²ltimo Consejo Europeo ha descartado con rotundidad la inanidad de las ya residuales expectativas del Govern de ¡°internacionalizar el conflicto¡±. El efecto europeo de una DUI ser¨ªa el vac¨ªo m¨¢s absoluto para Catalu?a; nadie la reconocer¨ªa, como al fin entendi¨® el anterior presidente de la Generalitat.

Tres, la ya estresada y fragmentada sociedad catalana se abocar¨ªa al desaliento y la depresi¨®n, por culpa de una orfandad de liderazgo catastr¨®fica. Am¨¦n de a un empobrecimiento econ¨®mico lento, pero ya palpable y exponencial. Muchos habr¨¢n pecado de ilusos ante las falaces promesas de sus dirigentes, pero no son idiotas, acabar¨¢n pas¨¢ndoles factura.

A la abrumadora mayor¨ªa de catalanes partidarios del autogobierno y que tanto pugnaron por recuperar sus instituciones hist¨®ricas, la intervenci¨®n auton¨®mica les resulta inquietante. Y en demasiados casos, traum¨¢tica. Algunos reclamar¨¢n la f¨²til movilizaci¨®n permanente, el suicidio econ¨®mico, la le?a. Pero la historia detallar¨¢ qui¨¦n les traicion¨®, qui¨¦n derrib¨® el Estatut el 6 de septiembre, qui¨¦n ahuyenta empresas, prestigio y talento. Nunca es generosa con los empecinados que fracasan.