Qu¨¦ hacer ante el ¡°c¨®mete eso, que hay mucha gente en el mundo pasando hambre¡±
El joven Ankit Kawatra dej¨® su trabajo para alimentar a millones con las toneladas de alimentos que se desperdician en India, el pa¨ªs con m¨¢s hambrientos del mundo
Las distintas variantes del ¡°c¨®mete eso, que hay mucha gente en el mundo pasando hambre¡± han golpeado los o¨ªdos de millones de ni?os espa?oles que pretend¨ªan que el contenido de su plato acabara en la basura. Pero el hambre era una idea abstracta y ajena, y no estaba claro que lo que uno hiciera con su comida ayudase o perjudicase a otras personas en pa¨ªses lejanos.
Sin embargo, Ankit Kawatra (Nueva Delhi, India, 1992) no necesitaba ir muy lejos para darse de bruces con el hambre. Al ir al colegio, a la universidad o a trabajar, pod¨ªa ver la necesidad de cerca y a todas horas. Su pa¨ªs, India, es el que m¨¢s hambrientos aloja: casi 191 millones. ¡°El problema es que, al verlo todos los d¨ªas, acabas acept¨¢ndolo como algo normal¡±, apunta el joven.
Criado en una familia acomodada, tras estudiar en colegios de pago Kawatra sigui¨® la l¨ªnea trazada y comenz¨® a trabajar en una potente consultora. Los problemas sociales de su pa¨ªs no estaban en su agenda, ni se les esperaba. Hasta que, un d¨ªa, decidi¨® que no pod¨ªan tirarse millones de toneladas de alimentos en buen estado mientras tanta gente no ten¨ªa qu¨¦ llevarse a la boca. Y ha conseguido, adem¨¢s, el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: que evitar el desperdicio sirva a su vez para alimentar a los m¨¢s necesitados. Su organizaci¨®n, Feeding India (Alimentando a India, en ingl¨¦s) ya ha suministrado m¨¢s de 9,5 millones de comidas calientes.
Feeding India ha rescatado alimentos de la basura para servir 9,5 millones de comidas
La ca¨ªda del caballo aconteci¨® en uno de los pantagru¨¦licos banquetes de boda indios. El joven Ankit disfrutaba, entre decenas de suculentas preparaciones, del dal makhani, uno de sus platos favoritos a base de lentejas. Pero al ver las interminables cantidades de comida que se serv¨ªan le asalt¨® una duda: ?qu¨¦ pasar¨¢ con todo lo que va a sobrar? Escabull¨¦ndose, se col¨® en las cocinas y esper¨® hasta el final para ver que comida para ?10.000 personas! acababa en la basura. ¡°Me qued¨¦ alucinado, no me lo pod¨ªa creer¡±, recuerda en la sede romana de la FAO (agencia de la ONU para la alimentaci¨®n y la agricultura).
Entonces se puso a indagar, y descubri¨® que eso pasaba a diario, pr¨¢cticamente en cada evento o celebraci¨®n. Y la imagen de la gente necesitada y la de tanta buena comida despilfarrada formaron una ecuaci¨®n en su cerebro. Sin decir nada a sus padres, dej¨® el trabajo, agarr¨® su Hyundai i20 y comenz¨® a colarse en todo tipo de banquetes para pedir la comida excedente. "La gente me miraba como si estuviera loco: '?por qu¨¦ ¨ªbamos a donar las sobras?', me preguntaban. Y se negaban a d¨¢rmelas. No hab¨ªa ninguna conciencia del problema", relata.
El joven gestor contraatacaba con su formaci¨®n empresarial: ¡°Vas a gastar tiempo de tus empleados solo en tirarlo. ?Qu¨¦ problema hay? Yo me lo llevo y me encargo de todo¡±. Cuando se convencieron de que no les iba a cobrar, algunos aceptaron. ¡°Todo empez¨® con mi coche, de madrugada, de forma casi clandestina". Recog¨ªa la comida, la guardaba en un frigor¨ªfico y la llevaba a la ma?ana siguiente a gente que la necesitaba.
A medida que iba tomando conciencia de la dimensi¨®n del problema, cuenta, decidi¨® que m¨¢s gente deb¨ªa involucrarse. Y empez¨® a arrastrar con ¨¦l a amigos y familiares, la mayor¨ªa reacios al principio. Pero pronto prendi¨® la mecha, y en dos meses la incipiente organizaci¨®n ya ten¨ªa unos 100 voluntarios. Un crecimiento as¨ª no puede ocultarse demasiado tiempo, y un d¨ªa, al coger el peri¨®dico por la ma?ana, su padre se top¨® con la doble vida de su hijo, que hab¨ªa seguido fingiendo ir a trabajar por las ma?anas.
Gracias al 'crowdfunding'
Feeding India no cuenta con ning¨²n tipo de ayuda p¨²blica y todo su presupuesto se obtiene del crowdfunding o micromecenazgo. "La gente est¨¢ siendo muy generosa y no solo aporta dinero, tambi¨¦n participa", apunta su fundador, Ankit Kawatra.
La organizaci¨®n cuenta con nutricionistas para verificar la calidad de la comida que recogen sus voluntarios y que luego se sirve en los centros sociales o escuelas adheridas al programa. Kawatra est¨¢ especialmente orgulloso del efecto que la iniciativa ha tenido en la asistencia a la escuela en algunos lugares. "Solo servimos la comida despu¨¦s de las clases, as¨ª los padres mandan a sus hijos al colegio. En un lugar concreto pasaron de tener una media de 30 alumnos a 150. As¨ª, adem¨¢s del hambre, atacamos la educaci¨®n, la pobreza...", se entusiasma.
¡°Ahora me r¨ªo, pero en el momento pas¨¦ miedo¡±, comenta con una risa todav¨ªa nerviosa. ¡°Vengo de una familia de empresarios, as¨ª que entender lo que hago les resulta bastante dif¨ªcil¡±, explica el joven. ?Y qu¨¦ piensan hoy, cuando los voluntarios son 7.500 en 55 ciudades de todo el pa¨ªs, y Kawatra ha sido premiado por Isabel II de Inglaterra y elegido como uno de los 17 j¨®venes l¨ªderes de Naciones Unidas? ¡°Creo que empiezan a entender que es una causa que merece la pena y¡ m¨¢s o menos¡ lo entienden¡±, dice riendo, pero con una sombra de insatisfacci¨®n.
En India, donde no hay ninguna ley contra el desperdicio de alimentos, se tira cada a?o el 40% de lo que se produce, y un total de comida por valor de al menos 7.700 millones de d¨®lares. Por eso, mientras la red de centros de Feeding India sigue expandi¨¦ndose por el pa¨ªs y mejoran los sistemas de almacenamiento y distribuci¨®n ¡ª ¡°desde el principio, solo servimos comida que estemos seguros al 101% de que est¨¢ en buen estado¡±, asegura su fundador¡ª, la tarea se mueve hacia la concienciaci¨®n.
¡°El problema real no es que se tire o se done la comida que sobra. El problema es que en una boda sobre comida como para alimentar a 5.000 personas¡±, reflexiona Kawatra. Por eso quiere convencer a todos de que no es necesario encargar cantidades tan grandes. ¡°Intentamos sensibilizar a la gente en cada cena, cada cumplea?os, en los restaurantes¡ Recuerda que si te quedas con hambre siempre puedes pedir m¨¢s¡±, insiste. Ahora ¡ªpor iniciativa propia¡ª han conseguido sentarse con el Gobierno y la industria alimentaria para buscar una soluci¨®n. ¡°Hay que cambiar toda una cultura, y eso lleva tiempo¡±, previene.
Pero, si se reduce el desperdicio, ?qu¨¦ pasara con la labor alimentaria de Feeding India? ¡°En una boda nunca faltar¨¢ comida, la cosa es que sobre para 50 y no para 5.000. Nosotros queremos seguir funcionando en esos m¨¢rgenes m¨ªnimos¡±, se?ala. ¡°Pero tenemos que hacer mucho m¨¢s en la lucha contra el hambre. Hemos servido menos de 10 millones de comidas en un pa¨ªs con m¨¢s de 190 millones de hambrientos. Eso no es nada¡±.
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