Aprende a gestionar los celos entre hermanos en seis pasos
Trabajar correctamente estas rencillas es clave para las futuras relaciones sociales de tus hijos
Recuerdo una consulta que me hizo una madre de tres hijos, les castigaba y discut¨ªa con ellos continuamente y estaba convencida de que era a causa de los celos entre hermanos. Me explicaba que hab¨ªa intentado hacer todo lo posible para que esto cambiara, pero a d¨ªa a d¨ªa se repet¨ªan los malestares, insultos y mal ambiente. Y eso provocaba en ella nervios, frustraci¨®n y la imposici¨®n de m¨¢s castigos.
Los hermanos son unas de las personas m¨¢s importantes que tenemos en nuestras vidas. Cuando somos padres por segunda, tercera o m¨¢s veces, nuestros hijos no solo se convierten en hermanos, sino que su relaci¨®n va mucho m¨¢s all¨¢. Es su primera interacci¨®n con el mundo social, aquella en la que tienen que convivir con alguien nuevo, adaptarse a ¨¦l, entender sus necesidades y gustos, integrarlo como a uno m¨¢s¡ y respetarle, al fin y al cabo, tal y como es. De la relaci¨®n que tienen entre ellos durante la infancia y adolescencia dependen en gran medida sus presentes y sus futuras relaciones sociales.
En el caso de estos hermanos, los tres ten¨ªan una edad muy similar y fue la llegada del tercero con el que se acentuaron estas situaciones y los celos empezaron a alterar el bienestar y ambiente familiar. Es muy importante, pues, saber qu¨¦ hacer ante estos conflictos para ayudar a los ni?os a establecer una buena relaci¨®n entre s¨ª, as¨ª como los padres trabajar por tener una relaci¨®n con sus hijos basada en el entendimiento, igualdad, calma y respeto, ya que es del ¨²nico modo que integrar¨¢n ese respeto entre ellos, mediante el ejemplo de sus padres.
Aunque hay varios aspectos a tener en cuenta para una eficiente gesti¨®n de los celos entre hermanos, hay que tener en cuenta seis puntos imprescindibles que no solo recomiendo continuamente a los padres que lo necesitan, sino que tambi¨¦n aplico de forma constante en mi d¨ªa a d¨ªa como madre:
1. Entender los celos como un proceso normal: es vox populi catalogar los celos como algo negativo, pero en realidad estos no son malos, son absolutamente normales. El primer hijo est¨¢ acostumbrado a tener a sus padres disponibles solo para ¨¦l, como es l¨ªcito, y aprender a compartir a las personas que m¨¢s le quieren, le protegen y le gu¨ªan no es nada sencillo, al contrario, es un acontecimiento dif¨ªcil y que necesita gran comprensi¨®n por parte de los padres. Los celos, por muy bien que hayamos preparado a nuestro hijo para la llegada de su hermano, pueden aparecer (y si no surgen en el nacimiento, pueden venir m¨¢s adelante) y, adem¨¢s, en ocasiones, conllevan comportamientos agresivos hacia su nuevo hermano e incluso hacia sus padres. Tambi¨¦n pueden conllevar un aparente retroceso en su desarrollo (vuelve a hacerse pip¨ª, necesita ir en brazos de mam¨¢, etc.). Comportamientos que debemos saber integrar como normales y que debemos comprender siendo respetuosos con lo que siente y con el c¨®mo lo siente, aunque a veces esta situaci¨®n llegue a ser desbordante.
2. Aportar atenci¨®n individualizada: para ir creando en casa una atm¨®sfera de normalidad, en la que ya no solo tenemos un hijo o dos, sino que hay otro m¨¢s, es muy necesario pasar tiempo a solas con cada uno. S¨¦ lo complicado que puede llegar a ser esto con el ritmo de vida que llevamos, pero, intent¨¢ndolo a conciencia un poquito cada d¨ªa, nuestros hijos y nosotros lo notaremos, y mucho. Este tiempo, aunque sea ¨²nicamente de 5 minutos, debe ser para estar a solas con cada hijo y sin exigencias, un momento de disfrute mutuo y juego libre para comunicarnos y estrechar lazos.
3. Preparar un sitio para cada uno: unido al punto anterior, cada uno de nuestros hijos es ¨²nico y especial y necesita su propio espacio. No importa si es una habitaci¨®n o un trocito de la misma, pero que sientan que dentro de su hogar tienen su lugar.
4. Trabajar las emociones adultas: estas circunstancias entre nuestros hijos nos suelen poner muy nerviosos, no sabemos c¨®mo afrontar estos cambios y hacemos precisamente todo lo contrario a lo adecuado. Es importante mirarse a uno mismo y reconocer lo que estamos sintiendo y por qu¨¦, as¨ª como respirar, reflexionar y siempre guiar las situaciones con el sentido com¨²n y el respeto, independientemente de lo que sientan nuestros hijos y los motivos que tengan.
5. Saber actuar en los momentos dif¨ªciles: las peleas entre hermanos son absolutamente naturales, est¨¢n creciendo y aprendiendo a medida que avanzan juntos por el camino de la vida. De todos modos, hay situaciones m¨¢s intensas que otras y que, por tanto, necesitan un buen apoyo por nuestra parte para ayudarles as¨ª a solventarlas y a fortalecer su relaci¨®n. Primeramente, dejaremos que hablen, tomen decisiones, se relacionen¡ despu¨¦s, nos acercaremos a ellos y dialogaremos tranquilamente sobre lo que pasa, sin juicios ni etiquetas, escuchando atentamente todas las versiones, ofreciendo apoyo a todos, ayud¨¢ndolos a buscar soluciones sin imponer la que a nosotros nos parezca correcta, dejando que ellos expresen lo que sienten y lo que necesitan.
6. Parar el comportamiento agresivo: siempre hay que poner l¨ªmites ante un comportamiento violento e impulsivo de un hijo hacia otro. La violencia y la agresividad no se deben permitir en ning¨²n caso. No obstante, no frenaremos estas actuaciones utilizando como adultos m¨¢s violencia (gritos, castigos, rega?inas, cachetes¡), porque, si lo hacemos, la ¨²nica moraleja que ense?aremos es que, para relacionarse con sus hermanos y con cualquier persona, la violencia es correcta y est¨¢ permitida, adem¨¢s de propiciar en ellos la inseguridad, la falta de autoestima y una gran tristeza. Ante la agresividad, paramos el acto sin ser agresivos, y posteriormente escuchamos el motivo, intentamos entenderlo, los guiamos hacia maneras coherentes y no violentas de comportarse, dejamos que expresen sus emociones libremente y les animamos a resolver el pr¨®ximo conflicto de una forma positiva y eficaz.
Un buen acompa?amiento de los celos que pueden sentir nuestros hijos al tener hermanos no solo mejorar¨¢ su relaci¨®n y nuestra vida familiar estando m¨¢s cohesionados y teniendo menos estr¨¦s, sino que les aportar¨¢ unas pautas que podr¨¢n poner en pr¨¢ctica toda su vida.
Tania Garc¨ªa es educadora experta en educaci¨®n respetuosa y asesora familiar, directora de Edurespeta y autora de Gu¨ªa para madres y padres imperfectos que entienden que sus hijos tambi¨¦n lo son.
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