¡°Si Espa?a no toma decisiones sobre los toros, les forzar¨¢n a realizar cambios¡±
Buscando puntos de vista desde la veterinaria a la ¨¦tica o la religi¨®n, Susan Kopp trata de entender nuestra relaci¨®n con los animales
Susan Kopp, profesora de la Universidad de Yale, es experta en nuestra relaci¨®n con los animales, un tema que despierta emociones intensas y encontradas. Sin embargo, su enfoque no busca la confrontaci¨®n y cuando habla parece estar tratando de ponerse en el lugar de personas con puntos de vista opuestos, desde los animalistas hasta los amantes de las corridas de toros. Recientemente, visit¨® Madrid invitada por la Fundaci¨®n Tatiana P¨¦rez de Guzm¨¢n el Bueno para hablar de Pensar en los animales en el mundo actual, una charla en la que se mezclaron los enfoques sobre ecologismo, la religi¨®n o los derechos de los animales.
Pregunta. ?Cu¨¢ndo empezamos a plantearnos que no pod¨ªamos utilizar a los animales para satisfacer cualquiera de nuestros deseos sin preocuparnos por su bienestar?
Respuesta. Es un proceso. Empezamos por preocuparnos por no herir a los animales. Aparecen leyes en el siglo XVIII que dicen que no puedes herir al animal de tu vecino. Despu¨¦s, en el siglo XX, alrededor de la Segunda Guerra Mundial, lleg¨® un punto en que empezamos a plantearnos que pod¨ªamos estar da?ando a animales aunque no fuese de forma evidente. Antes, si ten¨ªas animales y los criabas para tener carne o leche, era importante que estuviesen bien cuidados, porque si no, no ten¨ªas comida. Ahora, hay tal ¨¦nfasis en la producci¨®n, en recortar costes y producir la mayor cantidad de carne posible por el menor dinero posible, que el animal sufre con ese modelo. Hay nuevas enfermedades que no exist¨ªan hace cien a?os porque tenemos a los animales hacinados. Y la gente, cuando escucha estas cosas, siente disgusto. La gente, si tienen la opci¨®n entre comer huevos de pollos que est¨¢n amontonados en una granja o de unos que est¨¢n en el campo, siempre va a elegir el segundo modelo. El problema es si puedes producir suficiente comida de esa manera.
En ocasiones, para mantener el equilibrio, vas a tener que eliminar una especie de un ecosistema
Hay un grupo de personas que al conocer las condiciones de algunos animales de granja reacciona diciendo que no deber¨ªamos utilizar a los animales para nada. Ese grupo es muy ruidoso y tambi¨¦n ha provocado cambios positivos, como la mejora de las condiciones de vida de los animales que se emplean para investigaci¨®n. Pero la mayor¨ªa de la gente lo que quiere es que los animales reciban un trato correcto.
P. ?D¨®nde ponemos la l¨ªnea que separa a los animales de los humanos para plantearnos qu¨¦ derechos deber¨ªan tener? ?D¨®nde ponemos la l¨ªnea que separa a distintos animales con distintos derechos, entre una mosca y un chimpanc¨¦, por ejemplo?
R. Hay gente que siente que todos los animales deber¨ªan tener los mismos derechos. Otros sienten que depende de su inteligencia o de su raciocinio. En EE UU hay una gran campa?a para dar a los chimpanc¨¦s la condici¨®n de persona. Y lo argumentan bas¨¢ndose en el comportamiento de los chimpanc¨¦s, que pueden aprender un lenguaje o que pueden tener determinados sentimientos. As¨ª que hay gente que dice que debemos valorar a los animales por lo que pueden hacer.
Por otro lado, hay planteamientos desde la filosof¨ªa y la tradici¨®n religiosa que valoran los ecosistemas por s¨ª mismos, sin compararlos con el valor de algo construido por humanos. No se trata de decir que un animal tiene valor porque es capaz de utilizar una herramienta, por ejemplo. Hay mucha gente que piensa que los animales tienen un valor intr¨ªnseco y que no tenemos derecho a destruir una especie. Puedo destruir mi coche si quiero, pero no puedo destruir a la poblaci¨®n de p¨¢jaros de mi jard¨ªn.
La mala reputaci¨®n de animales como los lobos o los tiburones ha mejorado mucho gracias a un mejor conocimiento
P. Cuando hablamos de humanos, damos valor a cada individuo solo por pertenecer a una especie, incluso si tiene una gran discapacidad y no puede hacer nada. En animales, ?se puede dar valor a individuos o lo tienen m¨¢s como parte de una especie y debido a su papel dentro de un ecosistema?
R. Hay algunos ¨¦ticos que dicen que depende de tu conocimiento y tu cercan¨ªa a un animal espec¨ªfico. Si un miembro de tu familia est¨¢ enfermo, vas a dedicar mucha m¨¢s energ¨ªa para ayudarle que a un desconocido. Con un animal, si es una mascota, probablemente tendr¨¢s un inter¨¦s en ese animal como individuo, as¨ª que tu preocupaci¨®n por ese animal se produce en otro contexto.
Algunas encuestas han mostrado que la forma en que se valora a animales salvajes queridos y a animales que tienen mala reputaci¨®n ha cambiado mucho durante los ¨²ltimos treinta a?os. La valoraci¨®n de los animales m¨¢s queridos se ha mantenido igual, pero la de los que ten¨ªan mala reputaci¨®n, como los lobos o los tiburones, ha mejorado much¨ªsimo. ?Cu¨¢l es el motivo para este cambio? Los autores de estas encuestas creen que es porque se ha podido conocer mejor a estos animales a trav¨¦s de zoos, parques nacionales o documentales.
Las mascotas que viven en EE UU producen el 30% de las emisiones de carbono?
Pero en la vida salvaje hay veces que no puedes considerar al individuo. Puedes tener un ecosistema en el que depredadores y presas est¨¢n interactuando entre ellos y ser¨ªa dif¨ªcil considerar a cada animal. La prioridad ser¨ªa conservar la especie completa en lugar de un animal particular. Dicho esto, hay historias como la de un joven delf¨ªn que hab¨ªa perdido su cola y le pusieron una artificial, que tienen efectos interesantes. Se piensa que esta historia ha servido para sensibilizar a la gente sobre los mam¨ªferos marinos en general, porque adem¨¢s de cuidar al animal se estaba presentando al p¨²blico la especie.
Hay veterinarios de animales salvajes, que han trabajado en un vertido de petr¨®leo, y hay un gran debate sobre c¨®mo se distribuyen los recursos de limpieza. Tienes muchos pel¨ªcanos cubiertos de petr¨®leo que mueren por eso. ?Utilizas esos recursos para limpiar un ¨¢rea m¨¢s amplia de agua o arena o utilizas una parte para tratar a pel¨ªcanos individuales que son m¨¢s importantes para el p¨²blico? No es una respuesta f¨¢cil porque tratando un animal particular es posible que indirectamente sirvas a otros porque generes una conciencia.
P. Tambi¨¦n es muy diferente cuando se analiza el trato a animales como parte de un ecosistema o como individuos. Un cazador puede ser perfectamente un ecologista respetuoso con el equilibrio de la naturaleza.
R. Lo ¨²nico consistente sobre la forma en que pensamos sobre animales es que somos inconsistentes. Una de las principales causas de efecto invernadero es el consumo de prote¨ªnas animales, algo que podr¨ªa gustar a los amantes de los animales. Pero hace poco, un investigador de la Universidad de California en Los ?ngeles (UCLA) mostr¨® que las mascotas que viven en EE UU, perros y gatos, produce el 30% de las emisiones de carbono y otros impactos negativos en el medioambiente de la poblaci¨®n humana del pa¨ªs. Su proposici¨®n ¨²ltima no era que se eliminen los perros y los gatos, porque tambi¨¦n tienen un tremendo valor para nosotros, desde trabajos como los de los perros polic¨ªas, a las terapias con animales, a la pura compa?¨ªa. Sin embargo, podemos reconsiderar el tipo de animales que tenemos. El autor propon¨ªa llevar una transici¨®n hacia animales que comen menos prote¨ªnas animales. Son debates que nos debemos plantear.
Los investigadores fueron conscientes de que ten¨ªan que tomar la iniciativa para mejorar el trato de los animales
P. A veces, la concienciaci¨®n sobre los derechos de los animales, sobre las condiciones en que viven en las granjas, puede servir como acicate para que la gente cambie h¨¢bitos relacionados con el cambio clim¨¢tico, como el consumo de carne. ?Los derechos animales son interesantes como herramienta para facilitar este tipo de cambios o tambi¨¦n tienen un valor intr¨ªnseco, como los derechos humanos?
R. Hay un solapamiento entre el activismo medioambiental y los derechos animales, pero ambos se pueden ayudar mutuamente. Pero al mismo tiempo, los valedores de los derechos animales ponen el foco en animales individuales, y pueden decir que no se debe permitir matar a ning¨²n animal. Y ah¨ª puede haber un conflicto.
En ocasiones, tienes una especie que se ha introducido en un ecosistema de forma artificial. En Florida, hay problemas con algunos tipos de serpientes, que han dado problemas a poblaciones aut¨®ctonas. Con mucha frecuencia cuando introduces un nuevo animal en un ecosistema con un equilibrio fr¨¢gil lo puede destruir. Uno de los problemas de la ¨¦tica ecol¨®gica tiene que ver con que a veces, para mantener el equilibrio, vas a tener que eliminar una especie de un ecosistema. Eso suele implicar capturar a los animales o sacrificar una parte.
Mi visi¨®n personal es que a veces hay que intervenir. Hay un caso que conocemos, pero que se tuvo que justificar con datos s¨®lidos. Se sabe que los gatos eran un factor desequilibrante en las poblaciones de peque?os invertebrados y p¨¢jaros en un ecosistema y hay estudios que muestran que esos gatos van a cazar incluso aunque tengan mucha comida. Adem¨¢s, algunos de estos gatos se asilvestran y comienzan a invadir una zona. Hay grupos de defensa de los animales que presionan para que no se mate a estos gatos, pero sabemos que hay que hacerlo porque afectan a otros animales e incluso ellos tienen una vida peor porque no est¨¢n adaptados a ese ecosistema.
P. ?C¨®mo ve lo que se hace en Espa?a con los toros?
R. Siento que no conozco lo bastante la cultura de Espa?a y de la realidad detr¨¢s de las corridas de toros. Lo que puedo decir es que Espa?a es uno de los pocos pa¨ªses del mundo, quiz¨¢ al ¨²nico, en el que cuando pensamos en ¨¦l nos acordamos de un deporte en el que hay animales. Me ha sorprendido la cobertura reciente de estos eventos en EE UU, que es muy abundante. Hab¨ªa incluso un art¨ªculo positivo sobre un espa?ol que retornaba despu¨¦s de a?os fuera del pa¨ªs y lo consideraba una experiencia espiritual, pero casi todos los art¨ªculos se centran en los aspectos negativos.
Las culturas occidentales son cada vez m¨¢s sensibles al sufrimiento de los animales. Ahora sabemos m¨¢s sobre el dolor en la gente y somos conscientes de que los animales son bastante parecidos. Tambi¨¦n estamos m¨¢s separados de los animales, as¨ª que tendemos a pensar m¨¢s sobre ellos. El cambio de ideas de la gente, en un momento determinado, se puede convertir en una norma, y despu¨¦s en leyes y regulaciones. Si una cultura o un grupo no toma la iniciativa para estudiar el asunto que est¨¢ causando un problema, tomando decisiones que respeten su cultura, habr¨¢ otros que les presionen para tomar esas decisiones y les forzar¨¢n a realizar cambios. En investigaci¨®n animal en EE UU hay mucha presi¨®n para que se cambie la forma en que se trata a animales. Esto pas¨® en los 70 y acab¨® habiendo cambios legislativos. Pero los propios investigadores fueron conscientes de que tienen que tomar la iniciativa para mejorar el trato de los animales. Si ellos no lo hacen, la presi¨®n llegar¨¢ desde fuera.
La comunidad internacional es cada vez m¨¢s sensible al tema de los toros y estar¨ªa bien que Espa?a analizase el asunto, porque solo Espa?a puede valorar esa herencia cultural, estudiar c¨®mo puede preservarla de una manera que tambi¨¦n refleje el conocimiento que tenemos sobre los animales y la sensibilidad del p¨²blico, que no es la del pasado.
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