Cuando los ni?os sobran
El mundo sigue siendo un lugar muy injusto y peligroso para millones de menores que se enfrentan a una vida de pobreza y de falta de oportunidades. Esta situaci¨®n puede revertirse
"La sociedad los exprime, los vigila, los castiga, a veces los mata: casi nunca los escucha, jam¨¢s los comprende". Eduardo Galiano escrib¨ªa esto en Patas arriba. La escuela del mundo al rev¨¦s. Y no le falta raz¨®n al escritor uruguayo. Da la impresi¨®n de que algunos ni?os le sobran a esta sociedad del siglo XXI.
Si en este 20 de noviembre, en el que celebramos el D¨ªa Universal del Ni?o, echamos un vistazo al mundo de hoy, tenemos que enfrentarnos a una verdad inc¨®moda pero innegable: las vidas de millones de ellos est¨¢n malogradas por el solo hecho de haber nacido en un pa¨ªs, en una comunidad, con un g¨¦nero o en determinadas circunstancias. El futuro de millones de menores desfavorecidos y vulnerables ¡ªy, por tanto, el futuro de sus sociedades¡ª se encuentra en peligro.
El mundo sigue siendo un lugar muy injusto y peligroso para millones de peque?os que se enfrentan a una vida de pobreza y de falta de oportunidades: 15.000 por debajo de 5 a?os siguen muriendo cada d¨ªa ¡ª5,6 millones al a?o¡ª por causas que se pueden prevenir, como la diarrea, la neumon¨ªa o la malaria; 535 millones de ni?os ¡ªuno de cada cuatro¡ª viven en pa¨ªses afectados por conflictos, desastres naturales, epidemias y otras emergencias; 385 millones viven en extrema pobreza; 264 millones de ni?os y adolescentes est¨¢n fuera de la escuela; 168 millones de entre 5 y 17 a?os trabajan ¡ª85 millones realizan trabajos peligrosos¡ª. Siguiendo a Galeano, estos ni?os "nacen con las ra¨ªces al aire".
Esta situaci¨®n, no obstante, puede revertirse. El mundo ha logrado enormes progresos en las ¨²ltimas d¨¦cadas: han mejorado la nutrici¨®n y el acceso a agua potable, la mortalidad infantil se ha reducido a la mitad, y hoy m¨¢s ni?os y ni?as que nunca van a la escuela y reciben una educaci¨®n que les permitir¨¢ romper el c¨ªrculo de la pobreza.
Lo que hacemos cada d¨ªa puede marcar la diferencia para millones de ni?os. No es una cuesti¨®n t¨¦cnica.?Es una cuesti¨®n de decisi¨®n
Soy un convencido de que otro mundo para la infancia es posible. Lo que hacemos cada d¨ªa puede marcar la diferencia para millones. No es una cuesti¨®n t¨¦cnica. Muchos de los progresos conseguidos, como las vacunas, las sales de rehidrataci¨®n oral o la mejor nutrici¨®n, han resultado pr¨¢cticos y eficaces con respecto a su costo. Adem¨¢s, la innovaci¨®n tecnol¨®gica facilita, y hace rentable, la prestaci¨®n de servicios fundamentales y la ampliaci¨®n de oportunidades para los ni?os y las familias que se encuentran en una mayor situaci¨®n de riesgo.
Es una cuesti¨®n de decisi¨®n. De apostar por ellos para revertir definitivamente la situaci¨®n. Hace falta compromiso pol¨ªtico, recursos y voluntad colectiva. Una voluntad que debe incluir algo que, por desgracia, la sociedad no termina de comprender: escuchar y darles voz.
Eso es lo que hoy hemos querido hacer en este D¨ªa Universal del Ni?o. Les hemos preguntado ¡ªen una encuesta realizada a m¨¢s de 11.000 menores de entre 9 y 18 a?os de 14 pa¨ªses¡ª y nos han dicho que est¨¢n preocupados por la violencia, el terrorismo, el acoso escolar y la educaci¨®n; que les inquieta el trato que se profesa a las personas refugiadas y migrantes; y que los l¨ªderes mundiales deber¨ªan abordar y dar soluciones a estos temas y a otros como la pobreza.
Adem¨¢s, en este 20N, los ni?os y ni?as de todo el planeta han tomado el mando de medios de comunicaci¨®n, empresas, ayuntamientos y entidades deportivas con el objetivo de que puedan dar voz a los millones que viven en la pobreza, que no pueden ir a la escuela o que son v¨ªctimas de la violencia.
Hay que escucharles y hay que actuar. Si no lo hacemos, en 2030 casi 70 millones de ni?os y ni?as podr¨ªan morir antes de cumplir cinco a?os, m¨¢s de 60 millones en edad de asistir a la escuela estar¨¢n sin escolarizar, 750 millones de mujeres habr¨¢n contra¨ªdo matrimonio a corta edad.
Ha llegado el momento de pasar con determinaci¨®n a la acci¨®n. Con voluntad, compromiso y recursos podemos hacerlo. Tenemos una Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 que debe servirnos como eje canalizador para erradicar la pobreza y asegurar la prosperidad de todos. Hay que entender de una vez que invertir en la infancia no es solo una necesidad moral, es tambi¨¦n un imperativo de orden pr¨¢ctico y estrat¨¦gico de desarrollo.
Carmelo Angulo Barturen es presidente de Unicef Comit¨¦ Espa?ol
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