¡°Para evitar una epidemia de sarampi¨®n en Espa?a, hay que completar el calendario vacunal de los ni?os¡±
La inmunidad frente a esta enfermedad podr¨ªa verse comprometida por pa¨ªses europeos con escasa vacunaci¨®n y destinos ex¨®ticos con brotes frecuentes
Fiebre y tos seca, lagrimeo, congesti¨®n nasal, malestar general y dolores musculares. Lo que podr¨ªa parecer un cuadro catarral t¨ªpico de invierno, en un ni?o puede esconder los s¨ªntomas de una enfermedad v¨ªrica extremadamente contagiosa: el sarampi¨®n. Apenas 72 horas despu¨¦s de ese falso catarro aparece el t¨ªpico sarpullido y enrojecimiento que se extiende desde el rostro a las extremidades y el tronco, y se acompa?a de manchas blancas en las mucosas de la boca y fiebre alta.
Lo normal en el sarampi¨®n es que despu¨¦s de 7 o 10 d¨ªas de malestar, el cuerpo se defienda y cure solo. Para hacer m¨¢s llevadero el proceso, los cuidados para un ni?o con un brote solo implican descanso y mucha hidrataci¨®n. Eso, si el sarampi¨®n no deriva en otras enfermedades como otitis, bronconeumon¨ªa, encefalitis (uno de cada mil casos) o panencefalitis esclerosante subaguda (uno de cada 100.000 casos), un trastorno inflamatorio del cerebro que puede aparecer a?os despu¨¦s de sufrir el brote v¨ªrico y tiene consecuencias letales.
¡°El problema es la imagen que tenemos del sarampi¨®n como una enfermedad v¨ªrica aparentemente benigna o leve. No hay por qu¨¦ crear alarma, pero la realidad es que se contagia con mucha facilidad y cuando se complica o ataca a pacientes con el sistema inmune debilitado puede provocar enfermedades graves y muerte¡±, se?ala Josefa Masa, investigadora del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa.
Incidencia y mortalidad
Tenemos ejemplos recientes y cercanos en Italia, donde el pasado verano falleci¨® un ni?o de seis a?os con leucemia que fue contagiado de sarampi¨®n por sus hermanos. Ninguno estaba vacunado por decisi¨®n de sus padres. Otro caso reciente fue la muerte de una joven de 17 a?os en Lisboa, durante un brote ins¨®lito en Portugal.
Seg¨²n El Centro Europeo para la Prevenci¨®n y Control de Enfermedades, entre 2016 y 2017 se han notificado m¨¢s de 19.000 casos de sarampi¨®n en la Uni¨®n Europea, con 46 casos mortales. El 86% de los infectados no hab¨ªan sido vacunados. La segunda dosis es imprescindible para que funcione.
Por suerte, en Espa?a, la alta ¡°inmunidad de grupo¡± se explica gracias al ¨¦xito de las campa?as de la vacunaci¨®n triple v¨ªrica -contra el sarampi¨®n, la rub¨¦ola y la parotiditis o paperas- que funcionan desde 1981. El ¨²ltimo informe sobre Epidemiolog¨ªa del Sarampi¨®n, Rubeola y S¨ªndrome de Rubeola Cong¨¦nita en Espa?a desvela que, en 2015, la incidencia de sarampi¨®n dentro de nuestras fronteras fue del 0,08 por 100.000 habitantes, es decir, extraordinariamente baja.
¡°En algunos pa¨ªses de Europa, las reticencias a las vacunas son mucho m¨¢s altas que en Espa?a, porque all¨ª se extendi¨® el bulo que relacionaba la vacuna del sarampi¨®n con efectos secundarios terribles que a?os despu¨¦s se demostr¨® que eran falsos. Esos sectores reacios a las vacunas hacen que cuando viajamos a Francia, Inglaterra, Portugal, Ruman¨ªa o Italia, por ejemplo, nos veamos expuestos al sarampi¨®n con m¨¢s facilidad. Actualmente, todos los casos diagnosticados en Espa?a son importados de pa¨ªses con baja cobertura de vacunaci¨®n, ya sea por viajes internacionales -a India, China o Tailandia- o la visita de turistas no vacunados. Para evitar una epidemia en Espa?a, lo m¨¢s eficiente es completar el calendario vacunal de los ni?os con las dos dosis necesarias. Y los viajeros no vacunados que visiten pa¨ªses con brotes recientes de sarampi¨®n tambi¨¦n deber¨ªan plantearse la vacuna, que es gratis¡±, se?ala la experta en epidemiolog¨ªa.
Que nuestra inmunidad de grupo siga funcionando depende tambi¨¦n de los avances en vacunaci¨®n de la vecina Europa. Algunos pa¨ªses como Francia, Alemania e Italia han anunciado medidas para incluir la vacuna del sarampi¨®n como obligatoria y sancionar a las familias que no quieran informarse sobre c¨®mo inmunizar a sus hijos. Portugal -que acaba de detectar un descenso en su inmunidad por debajo del 95%, por lo que quedan expuestos a futuras epidemias de sarampi¨®n- tambi¨¦n revisar¨¢ sus pol¨ªticas de vacunaci¨®n y divulgaci¨®n.
Un ejemplo de ¨¦xito en la inmunizaci¨®n es Australia, donde es voluntario y nadie obliga a nadie a poner vacunas a sus hijos. Pero curiosamente tienen una cobertura del 99%. ?Su secreto? No imponen multas, pero retiran los incentivos fiscales -tipo ¡°cheque-beb¨¦ y desgravaci¨®n por cada hijo- a las familias antivacunas. De esta forma, el Estado cubre los gastos m¨¦dicos hipot¨¦ticos de esos ni?os que se pondr¨¢n enfermos con m¨¢s frecuencia y gravedad que los vacunados. Mano de santo. Cuando tocan el bolsillo, las vacunas no parecen tan mala opci¨®n.
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