Las bacterias de la estaci¨®n espacial se parecen a las de cualquier casa
El microbioma de la ISS alberga miles de especies de microorganismos diferentes
Las bacterias est¨¢n en la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) como en casa. Un an¨¢lisis de diversas superficies, instrumentos y objetos de la estaci¨®n arroja que los astronautas conviven con miles de especies bacterianas diferentes. Adem¨¢s, el microbioma espacial es m¨¢s parecido al que se pueda encontrar en una casa aqu¨ª abajo que al que puedan albergar los propios astronautas, que son los principales vectores para que una bacteria se cuele en la estaci¨®n.
"Los protocolos de limpieza en el Laboratorio de Propulsi¨®n a Reacci¨®n [de la NASA] para el equipamiento que se env¨ªa al espacio son muy rigurosos", dice la investigadora Jenna Lang, del Centro de Gen¨®mica de la Universidad de California, en Davis (EE UU). "Sin embargo, la carga transportada hasta la ISS, humanos incluidos, no puede ser descontaminada por completo. As¨ª que las bacterias acaban por colarse con la comida, los experimentos cient¨ªficos y todo lo dem¨¢s que se lleve en las misiones de reabastecimiento. Los astronautas tambi¨¦n est¨¢n llenos de microbios, por dentro y por fuera", recuerda la cient¨ªfica californiana.
Se tomaron muestras de 15 zonas u objetos de la estaci¨®n parecidos a los que pueda haber en un hogar
Lang forma parte del proyecto MERCCURI, que hab¨ªa enviado 48 muestras de bacterias a la ISS y ya hab¨ªa comprobado que algunas crecen m¨¢s y mejor en el espacio que en la Tierra. Ahora han publicado los resultados del estudio m¨¢s completo hecho hasta hoy de las bacterias que hay en la ISS. Lo primero que han encontrado es que son muchas: al menos 12.554 unidades taxon¨®micas operativas. Las UTO no siempre son especies, pero es el concepto que m¨¢s se le aproxima. En biolog¨ªa, se usa la clasificaci¨®n por UTO cuando es dif¨ªcil o menos pr¨¢ctico identificar con seguridad si una muestra pertenece a una variedad, subespecie, especie, familia, g¨¦nero...
Todas esas bacterias fueron recogidas de 15 localizaciones diferentes de la estaci¨®n por el jefe de la expedici¨®n 39, el japon¨¦s Koichi Wakata. Entre los puntos de recogida estuvieron los micr¨®fonos de los sistemas de comunicaci¨®n, teclados de ordenadores, pasamanos, las fijaciones que, a modo de pantuflas, permiten a los astronautas trabajar con los pies en el suelo, conductos de ventilaci¨®n... Sin embargo, al estudio le faltaron dos localizaciones con una gran riqueza bacteriana: por razones de seguridad no se recogieron muestras del sistema de succi¨®n que funciona como inodoro. Tampoco de la cocina, en el m¨®dulo ruso de la estaci¨®n. En Mosc¨² no dieron permiso para recogerlas.
Adem¨¢s de una treintena de familias bacterianas, el estudio ha identificado por primera vez secuencias de al menos tres arqueas diferentes. Estos microorganismos, aunque similares a las bacterias, forman un reino aparte.
Para contextualizar tanto la cantidad como la diversidad bacteriana hallada en la ISS, el estudio, publicado en la revista Peer J, compara estos resultados con los de otros dos proyectos, estos con bacterias en la Tierra. Por un lado, con el microbioma de las casas, caracterizado por el proyecto La vida salvaje de nuestros hogares. Por el otro, con las bacterias presentes en el cuerpo humano, datos obtenidos de 100 muestras del Proyecto Microbioma Humano.
Aunque el ecosistema bacteriano de la estaci¨®n espacial no es el mismo que el de una casa, s¨ª que se parece m¨¢s al de esta que al de los humanos. El resultado sorprende, ya que han sido los 220 astronautas que han pasado por la ISS desde 2000 los principales introductores de bacterias ah¨ª arriba. "Piensen en la ISS y una casa en la Tierra como dos hermanos. Son diferentes, pero se parecen m¨¢s entre s¨ª que al primo lejano del Proyecto Microbioma Humano", compara Lang.
En cuanto a los pat¨®genos, aunque un estudio anterior mostr¨® la existencia de bacterias potencialmente peligrosas, los autores no ven que haya un extra de peligrosidad en el espacio. Como dice el microbi¨®logo y coautor del estudio, David Coil, "en la Tierra estamos completamente rodeados de microbios inocuos y en la ISS vemos una comunidad microbiana muy similar". Sin embargo, s¨ª creen necesario realizar m¨¢s an¨¢lisis exhaustivos y con una mayor resoluci¨®n para identificar a bichitos indeseables.
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