?Qu¨¦ pesa m¨¢s, el desarrollo econ¨®mico o el derecho a un entorno saludable?
Defensores medioambientales de distintos pa¨ªses debaten en Nairobi sobre el nexo entre su activismo y el crecimiento
En 2016, unos 200 ecologistas fueron asesinados. Esta cifra, sin embargo, solo representa la punta del iceberg de un problema m¨¢s amplio. Detr¨¢s de cada muerte registrada se esconden ataques, palizas, detenciones arbitrarias y abusos de todo tipo que sufren centenares de defensores del medio ambiente de todo el mundo en el intento de mostrar que el desarrollo econ¨®mico no est¨¢ re?ido con el respeto de los derechos humanos. Defensores medioambientales de distintos pa¨ªses debatieron este asunto el lunes en la Asamblea de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente, que arranc¨® ayer en Nairobi (Kenia) y que se cerrar¨¢ el mi¨¦rcoles.
Phyllis Omido se implic¨® en la lucha en 2010, cuando su hijo enferm¨® por problemas vinculados con la contaminaci¨®n. La ganadora del Premio Medioambiental Goldman 2015 logr¨® que se cerrara una f¨¢brica de fundici¨®n de plomo en Mombasa (Kenia). No obstante, a¨²n levanta la voz para ayudar a los vecinos que siguen pagando las consecuencias de la contaminaci¨®n y no reciben alg¨²n tipo de cura. Una de ellos es la mujer que le acompa?a en el escenario. De pocas palabras y casi escondida en un rinc¨®n, rompe su silencio para contar brevemente que no puede tener hijos, pese a ser muy joven.
"Mi comunidad est¨¢ compuesta por 300 personas. El 90% de ellas est¨¢ afectado por este problema. M¨¢s de 200 ni?os y 80 adultos han muerto hasta ahora. No puedes poner en la balanza la ganancia econ¨®mica con la vida humana", insiste Omido. La activista consigui¨® atraer la atenci¨®n de la prensa internacional sobre su causa solo despu¨¦s de haber sido detenida, en 2012.
Los defensores del medioambiente denuncian la falta de acceso a la justicia y la impunidad de los que contaminan
En Kenia, unas 5.000 personas que trabajan en peque?as minas de oro est¨¢n expuestas a este tipo de contaminaci¨®n, pese a que el uso de mercurio est¨¦ prohibido por la ley. Sin embargo, la pobreza y el desconocimiento de otros m¨¦todos dejan muy poca libertad de elecci¨®n a las comunidades sin otros recursos.
Julius Opiyo enumera los casos entre su c¨ªrculo m¨¢s cercano de amigos y familiares que han enfermado o han muerto por exposici¨®n al mercurio en Migori (Kenia). El activista empez¨® a trabajar como minero con apenas 12 a?os. Hoy, con 51 primaveras, intenta persuadir a los mineros artesanos del occidente del pa¨ªs a no usar mercurio. La asociaci¨®n que fund¨® trabaja para incrementar la conciencia sobre los efectos devastadores del mercurio sobre el medioambiente y la salud, al mismo tiempo que investiga t¨¦cnicas alternativas para los mineros.
El crecimiento econ¨®mico es importante¡ pero ?qui¨¦n gana?, se pregunta la activista filipina Joan Carling. La coordinadora del Grupo principal de los pueblos ind¨ªgenas para el desarrollo sostenible cree que el actual sistema econ¨®mico no es sostenible, ya que los beneficios solo son para unos pocos y no recaen en la comunidad local.
Carling sufri¨® en su propia carne las amenazas dirigidas a los defensores del medioambiente. A¨²n as¨ª, se considera m¨¢s afortunada de sus compa?eros que fueron asesinados en la lucha contra la miner¨ªa. Carling asegura que los ind¨ªgenas son el grupo m¨¢s afectado por la violencia, por el fervor que vierten en la relaci¨®n con la tierra en la que viven. "El mayor obst¨¢culo al que nos tenemos que enfrentar es el acceso a la justicia", se?ala. "Cuando nos matan o roban nuestras tierras, no sabemos ad¨®nde acudir. Adem¨¢s, muchas veces tenemos que lidiar tambi¨¦n con la corrupci¨®n de las administraciones p¨²blicas".
"Son los pueblos aut¨®ctonos los que tienen que autorizar que unos inversores extranjeros entren o no a su territorio. La vulneraci¨®n de los derechos humanos se basa en la desconexi¨®n entre los que toman las decisiones y los realmente afectados", indica John Knox, relator especial de las Naciones Unidas para Derechos Humanos y Medioambiente.
Casi la mitad de los defensores de derechos humanos asesinados el a?o pasado trabajaban en cuestiones relativas a tierras, territorio y medioambiente
Knox sostiene que es importante que estas historias salgan a la luz para que las empresas sean conscientes de su responsabilidad social, aunque a menudo los que contaminan gozan de total impunidad. La atenci¨®n medi¨¢tica tambi¨¦n puede ser contraproducente, seg¨²n Carling, ya que una mayor exposici¨®n puede traducir en un incremento del acoso a los defensores.
"A pesar de todo, seguimos adelante con el trabajo", dice la filipina. "Si no lo hacemos nosotros, ?qui¨¦n va a hacerlo? Nos mueve la solidaridad y el deseo de dejar un mundo mejor a las nuevas generaciones".
Casi la mitad (49%) de los defensores de derechos humanos v¨ªctimas de asesinados el a?o pasado trabajaban en cuestiones relativas a tierras, territorio y medioambiente, seg¨²n datos de Front Line Defenders citados por Amnist¨ªa Internacional en el informe Ataques letales pero prevenibles. Asesinatos y desapariciones forzadas de quienes defienden los derechos humanos, publicado este martes. Solo en Honduras, se registraron 14 v¨ªctimas en 2016, entre las cuales est¨¢ Berta C¨¢ceres.
Los ¨²ltimos 12 meses han sido los m¨¢s duros para las activistas, ha denunciado la plataforma Women¡¯s Major Group (WMG) desde la Asamblea de Naciones Unidas en Nairobi. Elisa Badayos es solo la ¨²ltima v¨ªctima. Fue asesinada la semana pasada en Filipinas.
Priscilla Achakpa, de WMG, cree que la contaminaci¨®n contribuye a enquistar los conflictos sobre recursos naturales. "La poluci¨®n no es fortuita, sino la consecuencia inevitable de una econom¨ªa orientada al beneficio, basada en el consumo de masa de pl¨¢stico, pesticidas y combustibles f¨®siles".
Los defensores de derechos humanos, blanco de ataques prevenibles
Los defensores de los derechos humanos en el mundo se exponen a riesgos cada vez mayores, que aumentan ante la impunidad de los atacantes. Y los Estados de todo el mundo est¨¢n incumpliendo su deber de protegerlos, ignorando de manera reiterada las peticiones de protecci¨®n de las v¨ªctimas, ha alertado este martes Amnist¨ªa Internacional en el informe Ataques letales pero prevenibles. Asesinatos y desapariciones forzadas de quienes defienden los derechos humanos.
Amnist¨ªa Internacional calcula que 3.500 activistas han sido v¨ªctimas de homicidio en el mundo desde la adopci¨®n de la Declaraci¨®n de la ONU sobre Defensores y Defensoras en 1998. Los ataques se han intensificado a lo largo de los ¨²ltimos a?os. Solo en 2016, al menos los casos registrados en el mundo fueron 281, casi un tercio m¨¢s que en 2015. El informe publicado hoy sostiene que la cifra real podr¨ªa ser incluso mayor, debido a que muchos defensores asesinados o sometidos a desaparici¨®n forzada no son identificados como tales.
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