Ciudades sin tabaco

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Compartir casa con un fumador es ¡°como vivir en Pek¨ªn¡±

Prohibido fumar en los parques infantiles de toda Francia

El sector sanitario pide que no se fume en coches y recintos donde haya ni?os

Por qu¨¦ las leyes antitabaco est¨¢n reduciendo los infartos en todo el mundo

El tabaquismo es uno de los principales problemas de salud p¨²blica que vive nuestra sociedad, y la primera causa prevenible de muerte en el mundo. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, el tabaco mata cada a?o a m¨¢s de 7 millones de personas. De ¨¦stas, m¨¢s de 6 millones son consumidores del producto y alrededor de 890.000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno. En pleno siglo XXI, los fumadores pasivos? ¨Cincluidos ni?os, embarazadas o ancianos¨C, tenemos que resignarnos a tragar el humo de los pitillos de los fumadores en la entrada de oficinas, bares, teatros o escuelas. Aunque hay Estados y gobiernos municipales que legislan para que los espacios p¨²blicos y privados est¨¦n libres del humo del tabaco, esta parece a¨²n una batalla dif¨ªcil de ganar sin la voluntad pol¨ªtica necesaria.

Encontramos muchos ejemplos exitosos fuera de nuestro pa¨ªs. En la ciudad de Nairobi, capital de Kenia, los fumadores llevan una d¨¦cada ya sin humear a sus compatriotas en ning¨²n espacio p¨²blico, siguiendo la prohibici¨®n de Nakuru, la primera ciudad del ?frica Oriental libre de humo de tabaco. En Sud¨¢frica, durante el Mundial de 2010, tambi¨¦n se prohibi¨® fumar en espacios como los estadios de f¨²tbol.

M¨¢s recientemente, ciudades como Tokio han empezado a dar incentivos a los trabajadores que no fuman con d¨ªas de vacaciones extras como una de las medidas para reducir el tabaquismo antes de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2020. En Holanda, Groningen se ha convertido en la primera ciudad libre de tabaco. La ciudad estadounidense de Santa Barbara, en California, no permite fumar en ¨¢reas p¨²blicas como playas, parques, aceras o paseos para proporcionar un ambiente saludable, propicio para la familia y limpio para los residentes y visitantes. En Filipinas, fumar en espacios p¨²blicos puede conllevar multas de 90 euros o hasta cuatro meses de c¨¢rcel.

Tambi¨¦n Tailandia prohibi¨®, a finales de 2017, fumar en las playas para fomentar un entorno m¨¢s saludable. Y ciudades como Buenos Aires est¨¢n barajando prohibir por ley fumar en los espacios abiertos, mientras gobiernos como el de Chile se ven instados por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud a hacer lo propio.

A pesar de que desde 2006 Espa?a prohibiera fumar dentro de hospitales o centros educativos, y en 2010, por presiones de la Comisi¨®n Europea, legislara definitivamente contra fumar en lugares p¨²blicos cerrados como bares y restaurantes, el 28% de los espa?oles ¨Cdos puntos porcentuales por encima de la media europea¨C sigue fumando. Y lo hace tanto en sus casas, sus autom¨®viles como en las calles, las plazas y los parques.

Mientras el c¨¢ncer de pulm¨®n ya es la primera causa de muerte prematura entre las mujeres de Barcelona, seguimos sin encontrar medidas restrictivas efectivas en las calles de la ciudad. Es cierto que Catalunya o Euskadi se han planteado medidas como prohibir fumar en los autom¨®viles y que hay, aunque escasos, algunos ejemplos de ¨¦xito.

Talarn, en Lleida, ha sido un municipio pionero en prohibir fumar en zonas al aire libre. El pueblo gallego de Baiona ha convertido sus playas en 100% libres de tabaco. La playa de Las Canteras, en Las Palmas, pasar¨¢ a ser este 2018 un espacio libre de humos tras una consulta a sus vecinos. Sin embargo, no podemos decir que esta sea la t¨®nica, mientras otros muchos municipios y ciudades siguen sufriendo la lacra del tabaco. Una medida para prohibir fumar en las playas de Arrecife, Lanzarote, top¨®?el pasado verano con la oposici¨®n del Partido Popular y no se pudo implementar.

?Hasta cu¨¢ndo tendremos que sufrir los y las no fumadoras el tabaco ajeno en nuestras calles, plazas y parques?