La descubridora de Am¨¦rica

El titular, reconocidamente exagerado para llamar tu atenci¨®n, desocupado lector, no quiere decir que Col¨®n fuera una mujer, sino que los verdaderos descubridores de Am¨¦rica se le adelantaron por m¨¢s de 10.000 a?os, tal vez 20.000. Y que, provisionalmente, lo m¨¢s parecido a un descubridor de Am¨¦rica que tenemos es una ni?a que muri¨® a los dos meses de nacer en Alaska, hace 11.600 a?os. Los cient¨ªficos la han llamado Peque?o Amanecer, y su genoma nos ha contado una historia asombrosa sobre los miles de a?os y millones de penalidades que condujeron a la (verdadera) conquista de Am¨¦rica por la humanidad. L¨¦elo en Materia.

El genoma de Peque?o Amanecer demuestra definitivamente que todos los nativos americanos, desde los esquimales i?upiat de Alaska, pasando por los indios sioux de las llanuras de Dakota, hasta los mayas de Yucat¨¢n, los aztecas de Veracruz y los indios haush de Tierra de Fuego, provienen de una peque?a poblaci¨®n asi¨¢tica que cruz¨® el estrecho de Bering hace unos 20.000 a?os. Mejor dicho, que empez¨® a cruzarlo entonces, porque el actual estrecho de Bering era en la ¨¦poca una lengua de tierra, y sufri¨® por entonces una historia compleja de glaciaciones y deshielos que, probablemente, dejaron aislados a aquellos humanos pioneros durante milenios. Tras la ¨²ltima glaciaci¨®n, la fusi¨®n de los hielos y consiguiente subida del nivel del mar sumergieron la lengua de tierra (Beringia) para formar el actual estrecho. Parece probable, por tanto, que las evidencias f¨®siles de aquella ¨¦poca se hallen bajo el agua.

En cualquier caso, aquella traves¨ªa milenaria concluy¨® con la conquista de Am¨¦rica. Peque?o Amanecer, con cerca de 12.000 a?os, es uno de los restos humanos m¨¢s antiguos encontrados en el Nuevo Mundo. Su tribu no es la antecesora directa de los nativos americanos, porque su linaje se extingui¨® sin dejar rastro en los humanos actuales (ni en otros restos antiguos que se han secuenciado). Pero s¨ª que estaba gen¨¦ticamente muy pr¨®xima a los ancestros aut¨¦nticos. La comparaci¨®n del genoma de Peque?o Amanecer con todos los dem¨¢s genomas humanos del planeta cuenta una historia pasmosa sobre los or¨ªgenes asi¨¢ticos de aquellos conquistadores, de su primitivo aislamiento en su continente de origen, de sus ocasionales encuentros sexuales con otros asi¨¢ticos, y de la diversificaci¨®n, ya en Am¨¦rica, que experimentaron los descendientes de aquellos pioneros.

Entre sus muchas aplicaciones, la gen¨®mica est¨¢ resultando muy ¨²til para aclarar la historia de la humanidad. En este caso nos ilumina un episodio crucial de la prehistoria, pero la gen¨®mica tambi¨¦n puede enfocar su microscopio de precisi¨®n a la historia propiamente dicha, que solemos acotar a los ¨²ltimos milenios. Larga vida a Peque?o Amanecer, aquella bebita que solo vivi¨® dos meses pero nos ha legado un Iguaz¨² de conocimiento.