¡°Le llamamos de EL PA?S, ha ganado usted el Premio Ortega y Gasset de Periodismo¡±
Tres galardonados rememoran el momento de "orgullo", "felicidad" y l¨¢grimas en el que obtuvieron este prestigioso reconocimiento
Los Premios Ortega y Gasset de Periodismo, de los que el EL PA?S acaba de convocar una nueva edici¨®n, llevan 35 a?os reconociendo la labor de cientos de reporteros y fot¨®grafos que salen a la calle en busca de la noticia. Tres de sus ganadores, de diferentes a?os y categor¨ªas, coinciden al relatar "la felicidad" y "el orgullo" de una llamada, esa en la que les dijeron que eran los ganadores.?
Joseph Z¨¢rate,?Mejor historia o investigaci¨®n period¨ªstica
Ninguna historia es peque?a. Lo que le sucede a una persona que vive aislada en los Andes peruanos puede ser importante para todo el pa¨ªs, para toda Latinoam¨¦rica. As¨ª lo ve el periodista Joseph Z¨¢rate que se cogi¨® un autob¨²s durante 20 horas, lo cambi¨® por una moto, atraves¨® un campo a pie en la oscuridad e incluso se cay¨® por una colina para llegar a la casa de M¨¢xima Acu?a. Esta mujer peruana, que vive asediada por una empresa minera que quiere extraer oro de sus tierras, protagoniza su reportaje La dama de la Laguna Azul versus la laguna negra, por el que se le concedi¨® el premio Ortega y Gasset en 2016. ¡°Tengo un inter¨¦s m¨¢s all¨¢ de lo period¨ªstico, quiero explorar por qu¨¦ el ser humano es capaz de arriesgar su vida por su hogar, por lo que considera vivir mejor¡±, relata por tel¨¦fono desde Nueva York.
Z¨¢rate trabaj¨® en el tema durante meses. Tuvo que ganarse la confianza de Acu?a, cansada de periodistas que la llamaban, y gestionar un viaje peligroso, pues la empresa minera vigila la zona y no deja que pasen for¨¢neos. Dos semanas estuvo compartiendo casa Z¨¢rate con esta mujer, a la que ayudaba con las labores del d¨ªa a d¨ªa y con la que sufri¨® el acoso de las fuerzas de seguridad y los empleados de la empresa. ¡°Un d¨ªa entr¨® un grupo de polic¨ªas, con cascos y todo, y le dijo que por qu¨¦ no se iba; a m¨ª tambi¨¦n me amenazaron¡±, recuerda ahora impresionado por haber tenido la "poca prudencia" de quedarse all¨ª.
El jurado de los premios destac¨® que se trata de una historia local que se hace universal¡±, ¡°un relato de lucha que hace part¨ªcipe al lector¡±. El reconocimiento le sirvi¨® a Z¨¢rate para ¡°abrir una ventana de prestigio¡±. Y no solo, con el dinero del premio, 15.000 euros, pudo volver a los Andes, costearse un nuevo reportaje sobre un vertido de petr¨®leo?en su pa¨ªs, Per¨², e incluso realizar un m¨¢ster en creaci¨®n literaria en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. El periodista asegura que ha intentado invertir el premio en hacerse mejor profesional: ¡°Ha sido un gran impulso para m¨ª porque soy 'freelance', no tengo muchos recursos, as¨ª que es un impulso para todos aquellos que trabajan solos y para los medios alternativos como 'Etiqueta Negra' -donde public¨® su reportaje-, con una redacci¨®n muy peque?a".?
Informa adem¨¢s de que Acu?a sigue, casi tres a?os y dos sentencias judiciales favorables despu¨¦s, luchando contra la empresa minera, sin abandonar su casa.?
Carmela R¨ªos, Mejor trabajo de periodismo digital?
¡°Cuando me lo dijeron fue uno de los momentos m¨¢s bonitos y felices de mi vida, estaba en la redacci¨®n, acababa de terminar el informativo de las 2 y me llamaron de EL PA?S; me puse a llorar y me sal¨ª al aparcamiento porque a¨²n no se hab¨ªa hecho p¨²blico. Llam¨¦ a mi chico y a mi familia y me qued¨¦ como en 'shock¡±. As¨ª recuerda la periodista Carmela R¨ªos la comunicaci¨®n de su premio Ortega y Gasset, concedido en 2012 por la cobertura en Twitter del movimiento 15-M.
Aquello le surgi¨® a R¨ªos casi sin querer. ¡°Estaba haciendo un curso de redes sociales y a la vez en la cadena Cuatro me encargaron la cobertura del 15-M¡±, explica. M¨¢s all¨¢ de la informaci¨®n que ofrec¨ªa a la televisi¨®n, la periodista acud¨ªa a las manifestaciones y ¡°escuchaba a Twitter¡±. Antes de que el movimiento se evidenciara en las calles, R¨ªos lo hab¨ªa identificado en esta red social. Cuando se traslad¨® del mundo virtual a la primera manifestaci¨®n, la periodista pudo comprobar las coincidencias con otras sublevaciones sociales europeas. ¡°Yo trabaj¨¦ en Francia como corresponsal y all¨ª las protestas ciudadanas tienen mucho impulso, as¨ª que cuando fui a la manifestaci¨®n y vi aquellos carteles, hechos en casa, que no estaban apadrinados por ning¨²n partido pol¨ªtico ni sindicato, y escuch¨¦ el malestar que hab¨ªa en Twitter, aquello me record¨® a Francia; era algo diferente, algo a lo que en Espa?a no est¨¢bamos acostumbrados¡±, expone.
Comenz¨® a relatar lo que ve¨ªa, o¨ªa y le¨ªa sin perder de vista la rigurosidad del periodismo. As¨ª desarroll¨® una cobertura pionera en aquel momento. Pero cuando quiso presentarla a los premios Ortega y Gasset se encontr¨® con un escollo: "Ten¨ªa que recopilar todos los tuits y entonces no hab¨ªa tantas herramientas como ahora, adem¨¢s las fotos se a?ad¨ªan desde otras aplicaciones y muchas ya hab¨ªan cerrado". Fue un trabajo t¨¦cnico y de acopio arduo que result¨® en formato libro?y que el jurado supo valorar. R¨ªos agradece que sus componentes, periodistas como I?aki Gabilondo o Soledad Gallego-D¨ªaz a los que confiesa admirar, reconociesen el potencial de Twitter y su labor al teclado.?
Jos¨¦ Palaz¨®n, Mejor fotograf¨ªa
Un grupo de inmigrantes sobre una valla, en Melilla. Una imagen repetida mil veces, solo que debajo lo que se ve es a una pareja jugando al golf, con sus impolutos trajes y unas palmeras fabulosas. Esta fotograf¨ªa de Jos¨¦ Palaz¨®n le vali¨® el premio de Mejor fotograf¨ªa en 2015. ¡°Fue un momento muy feliz, un sue?o que podr¨ªa parecer inalcanzable se cumpli¨®¡±, rememora Palaz¨®n.
Fue una imagen buscada durante varios meses. ¡°Llev¨¢bamos ya mucho tiempo viendo los problemas que los inmigrantes ten¨ªan al saltar la valla, hab¨ªa muchas fotos que mostraban solo la violencia que se practicaba, las devoluciones en caliente, se estaba normalizando la situaci¨®n¡±, relata el fot¨®grafo. Palaz¨®n quer¨ªa evitarlo, romper esa din¨¢mica e incidir en la indiferencia de la sociedad, los extractos sociales, los pobres frente a los ricos. Y un d¨ªa lleg¨® esa imagen. ¡°Era totalmente consciente de la foto que estaba haciendo, la hab¨ªa buscado, quer¨ªa sensibilizar a la gente; lo que no sab¨ªa es la repercusi¨®n que iba a tener despu¨¦s¡±.
Present¨® la fotograf¨ªa a los Premios Ortega y Gasset y se olvid¨® del asunto. Hasta que le llamaron. ¡°Estaba descansando en mi casa y llaman por tel¨¦fono. Me acuerdo que lo cog¨ª pensando ¡®otra vez a la hora de la siesta¡¯. Descuelgo y me dicen: ¡®Le llamamos de EL PA?S'; muy esc¨¦ptico por la hora contest¨¦: ¡®Aj¨¢¡±. A partir de ah¨ª sus nervios se incrementaron y estall¨® en alegr¨ªa cuando le confirmaron la noticia. ¡°Fue un momento muy feliz para m¨ª, por el reconocimiento personal y tambi¨¦n porque me puse a pensar en los chavales, subidos a la valla, en que la foto iba a seguir teniendo importancia¡±. Gracias a este premio la imagen ha seguido ¡°trabajando ella sola¡±, como dice Palaz¨®n, apareciendo en libros, cursos, etc. ¡°Yo la tengo en mi casa junto al Chillida¡±, confiesa.
La indiferencia que quiso combatir con esa foto, la desigualdad, no ha desaparecido. ¡°Solo ha aumentado, por eso hay que seguir haciendo muchas fotos¡±, anima.
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