No te averg¨¹ences si tu hijo es superdotado, es mucho m¨¢s que una moda
Muchos padres de ni?os con altas capacidades se sienten incomprendidos y acaban ocult¨¢ndolo
D¨¦jame decirte algo: no hay nada m¨¢s atrevido que la ignorancia. Hoy voy a escribir en nombre de todas aquellas familias que se han sentido y se sienten agredidas, ninguneadas y juzgadas con estas u otras afirmaciones parecidas. Me gustar¨ªa alzar la bandera por todas las personas, familias, asociaciones que intentan con su tiempo y esfuerzo hacer visible una realidad muy desconocida, pero a la vez muy juzgada por quienes ni saben ni quieren saber. Quien es capaz de decir o pensar as¨ª desconoce la impotencia, la preocupaci¨®n y el desconcierto que los padres sienten cuando comprueban que su hijo es ¡°diferente¡±.
No conocen ni de cerca la angustia y el dolor de los padres cuando llegan a consulta porque no entienden qu¨¦ le pasa a su hijo, pero le ven sufrir. Le ven c¨®mo no quiere ir al colegio hasta el l¨ªmite de poner en riesgo su salud. Le ven aislarse en un cumplea?os porque no tolera el ruido. Le ven intentando relacionarse, pero es rechazado. Y tambi¨¦n tienen que escuchar las quejas de familiares y profesores sobre su mal comportamiento, su distracci¨®n, su excesiva actividad.
Sufren y se desesperan cuando le ven naufragar en llanto por algo aparentemente incomprensible o nimio; no saben c¨®mo responder al caudal de preguntas constantes; no entienden c¨®mo es posible que le cueste tanto ponerse el pijama o los zapatos o que siempre olvide los deberes y cuando los trae, no los quiera hacer.
No tienen ni la m¨¢s remota idea de lo que significa educar a un hijo en la diferencia, sin guion, sin apoyos, sin referentes, sin una m¨ªnima empat¨ªa ni comprensi¨®n por parte de nadie. Solo juicios y prejuicios procedentes de los adalides de la ¡°verdad¡± , que hablan de falta de l¨ªmites, de demasiada mano blanda, de padres negligentes.
Lo que quiero con mis palabras es poder llegar a esas familias y transmitirles un mensaje valiente, que les devuelva una mirada optimista
Adem¨¢s, y por si fuera poco, teniendo que escuchar que su hijo no cumple los criterios establecidos por la ley para tener derecho a ser educado de manera diferente, cuando la realidad es que la legislaci¨®n se interpreta de forma r¨ªgida, estrecha y fundamentalista. Esta visi¨®n tiene como fin priorizar los recursos econ¨®micos disponibles y no el bienestar del menor. Profesores, orientadores y psic¨®logos que solo han visto un ni?o con Alta Capacidad en los libros y dan lecciones a los padres de c¨®mo deben educarle.
La realidad es que muchos de estos padres no se atreven ni a pensar que su hijo o hija tenga altas capacidades. Y si lo piensan no lo dicen porque tienen ya un sentido de equivocada modestia metida en las venas: saben que ser¨¢n juzgados como vanidosos o prepotentes en un pa¨ªs que hace de la mediocridad apolog¨ªa y bandera.
Decirles que no pidan perd¨®n ni disculpas, que no vayan a las tutor¨ªas con la cabeza gacha porque su hijo es disruptivo o distra¨ªdo en clase, que no les obliguen a ser ¡°normales
A fuerza de ignorancia, de envidia, de prejuicios, de ideas estereotipadas, estos progenitores se encuentran entre la espada y la pared. No encuentran un colegio que brinde las oportunidades de educaci¨®n diferenciada que todo ni?o merece y no lo detectan por miedo. En muchos casos, incluso, su hijo cuenta con un diagn¨®stico psicopatol¨®gico de alg¨²n profesional poco serio que no mide las consecuencias de sus afirmaciones.
Todo esto dista mucho, pero mucho, de una moda. M¨¢s bien tiene tintes de tragedia para quien le toca vivirlo. Lo que s¨ª est¨¢ ocurriendo afortunadamente, aunque en mi opini¨®n de forma t¨ªmida y lenta, es que ya muchas familias no se conforman y salen a pelear lo que por derecho les corresponde. Se crean asociaciones para sensibilizar, para ofrecer recursos a las familias, para mitigar de alguna forma la ausencia de respuestas, para ofrecer con buena voluntad y escasos recursos, lo que los ni?os y sus familias debieran tener garantizado por ley.
Lo que quiero con mis palabras es poder llegar a esas familias y transmitirles un mensaje valiente, que les devuelva una mirada optimista. Decirles que el problema no est¨¢ en ellos ni en sus hijos.
Que hagan un ejercicio de memoria y recuerden al beb¨¦ que ese ni?o o ni?a fue: alegre, curioso, despierto, entusiasmado por aprender y absorber la vida a tragos. No hab¨ªa nada malo en ¨¦l. El problema lo tiene una sociedad que no les acepta, no les ayuda y les da la espalda.
Decirles que no pidan perd¨®n ni disculpas, que no vayan a las tutor¨ªas con la cabeza gacha porque su hijo es disruptivo o distra¨ªdo en clase, que no les obliguen a ser ¡°normales¡± ni lo pretendan, que si hay que hacer apolog¨ªa de algo es de la inmensa suerte que hemos tenido por traer al mundo mentes brillantes. Decirles tambi¨¦n que no utilicen eufemismos para nombrar la sobredotaci¨®n o las altas capacidades, porque si lo hacemos, les estamos rechazando no solo c¨®mo son, sino quienes son en su m¨¢s profunda esencia. No te averg¨¹ences, no ocultes, no disimules. Es tu mirada la que cuenta, no la de los otros. Porque ese es el lugar en el que tu hijo se mira para construirse a s¨ª mismo.
Hazle saber con alegr¨ªa y serenidad a lo que tiene derecho, en palabras del presidente de Asociaci¨®n Nacional para Alumnos Superdotados de Estados Unidos:
Tienes derecho:
- A conocer tu condici¨®n de persona con altas capacidades.
- A aprender algo nuevo cada d¨ªa.
- A sentir pasi¨®n por aquello que te interesa sin tener que pedir perd¨®n por ello.
- A tener una identidad propia m¨¢s all¨¢ de tus talentos.
- A sentirte bien por tus logros.
- A cometer errores.
- A solicitar ayuda para poder desarrollar tu talento.
- A tener diferentes grupos de iguales y diferentes grupos de amigos.
- A ser t¨² quien decida por cu¨¢l de tus talentos decantarte.
- A no ser talentoso en todo.
Y yo quiero a?adir que nosotros, como padres, tenemos la imperiosa responsabilidad de hacer que se defiendan cada uno de esos derechos, en nombre de nuestros hijos.
*Olga Carmona es psic¨®loga cl¨ªnica y experta en psicoterapia breve y en psicopatolog¨ªa de la infancia y la adolescencia
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