El enigma de Ciudadanos

?Es Ciudadanos algo m¨¢s que un partido refugio en los sondeos para tiempos de incertidumbre? ?Los sorpassos m¨²ltiples que reflejan son solo el efecto de su indudable ¨¦xito en Catalu?a o ah¨ª se esconde algo m¨¢s? Fuera del (sagrado) misterio de la investidura telem¨¢tica de Puigdemont, este es el otro gran enigma que protagoniza nuestra vida pol¨ªtica del momento.

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El verdadero consenso

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Para los m¨¢s entusiastas de Ciudadanos, se podr¨ªa estar gestando una revancha hist¨®rica del centro-liberal-liberal sobre la derecha liberal-conservadora que revierta la opa que la vieja AP hiciera en su d¨ªa a la UCD. Si esto fuera as¨ª, el PP ser¨ªa ya un partido-zombi, una formaci¨®n a punto de entrar en el basurero de la historia. Por mucho que siga al mando. Tengo mis dudas por el firme arraigo territorial del partido de Mariano Rajoy, el peso demogr¨¢fico de sus votantes m¨¢s recalcitrantes ¡ªlos mayores, los de los espacios rurales y los cat¨®licos¡ª y la indiferencia que todos estos han venido mostrando ante los casos de corrupci¨®n.

Pero, tambi¨¦n, porque Ciudadanos todav¨ªa tiene que hacer sus deberes. Si se aguanta el ciclo completo de la legislatura, es posible que el viento de cola de Catalu?a sople con menor intensidad; y, sobre todo, habr¨¢ de dise?ar un discurso capaz de acoger a los peperos insatisfechos con Rajoy y ¡ªhe aqu¨ª la dificultad¡ª tambi¨¦n a los reticentes de volver a votar al PSOE. Y para esto no basta con decir que se est¨¢ m¨¢s all¨¢ del eje izquierda/derecha; o tratar de provocar un efecto Macron. Espa?a no tiene el sistema electoral franc¨¦s ni Rivera posee la capacidad de sorprender como hiciera el presidente de Francia.

Por las declaraciones de Rivera el pasado mi¨¦rcoles en el Foro Europa, parece que se trata de desempolvar, renovada, la apuesta por la ¡°nueva pol¨ªtica¡±. No en vano sus adversarios directos son los viejos actores del bipartidismo, que se lo est¨¢n poniendo f¨¢cil. Tambi¨¦n Podemos, que cada vez tiene m¨¢s cara de IU. La apuesta ser¨ªa mirar al futuro, no al pasado, y perge?ar un proyecto de pa¨ªs como ¡°proyecto nacional¡±, m¨¢s atento a las identidades c¨ªvicas que a las culturales. Lo dem¨¢s estar¨ªa guiado por el pragmatismo pol¨ªtico.

Ciudadanos acierta en que el mayor desaf¨ªo que hemos de afrontar consiste precisamente en eso, en el proyecto nacional. Pero no puede equivocarse, Espa?a tampoco es Francia, en ella conviven muchas identidades nacionales complejas. Y si esto lo simplifica podr¨ªa caer en lo que A. Minc llamar¨ªa un ¡°populismo de centro¡±. La piedra filosofal de la pol¨ªtica espa?ola no es otra que dar con un discurso que nos una a pesar de nuestras muchas diferencias; integrar sin anular al diferente. Y creo que ni la vieja ni la nueva pol¨ªtica lo han conseguido todav¨ªa. Y, menos que nadie, el propio Rajoy. Si este se empe?ara en seguir ser¨ªa ah¨ª donde Ciudadanos tendr¨ªa su mejor baza.