Un equipo cient¨ªfico ultima sensores para marcar a los animales marinos y espiar los oc¨¦anos
El proyecto, financiado por una universidad saud¨ª, prueba la tecnolog¨ªa en el Oceanogr¨¤fic de Valencia
¡°Vamos a equipar a los animales marinos con smartphones¡±, proclama el ocean¨®grafo espa?ol Carlos Duarte, mientras camina entre tanques de agua habitados por tortugas bobas heridas por las redes de arrastre de pescadores en el litoral valenciano. Adheridos a los caparazones de las tortugas, unos sensores de ¨²ltima generaci¨®n registran sus movimientos, su velocidad, su profundidad, la temperatura del agua, la salinidad, el pH. Hace 20 a?os, recuerda Duarte, la gente no llamaba por tel¨¦fono a una persona, llamaba a una casa que pod¨ªa estar vac¨ªa. Y un ciudadano en la calle era imposible de encontrar. Hoy, un usuario con un tel¨¦fono inteligente est¨¢ permanentemente localizable. Duarte quiere lograr la misma ¡°revoluci¨®n¡± con los animales marinos. ¡°El oc¨¦ano tiene una profundidad media de 4.000 metros y solo vemos 10¡±, lamenta.
El cient¨ªfico present¨® el martes, en el Oceanogr¨¤fic de Valencia, un proyecto internacional para desarrollar sensores milim¨¦tricos y baratos con los que marcar a animales marinos, con el fin de explorar sus movimientos y la salud de los oc¨¦anos. La iniciativa, con un presupuesto de 2,5 millones de euros, arranc¨® en 2016 y los primeros prototipos se est¨¢n probando estos d¨ªas en tortugas, tiburones, delfines y otras especies presentes en el Oceanogr¨¤fic, el mayor acuario de Europa. Junto a los sensores, se ponen a punto c¨¢maras submarinas del tama?o de una moneda de dos euros.
¡°Estamos tratando de preguntar a los animales qu¨¦ est¨¢ pasando en el mar¡±, explica el bi¨®logo marino Rory Wilson
Duarte dirige el Centro de Investigaci¨®n del Mar Rojo, perteneciente a la millonaria Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢, en la ciudad costera de Thuwal (Arabia Saud¨ª). La siguiente fase del proyecto, explica, ser¨¢ probar los sensores en mar abierto, en los arrecifes de coral del mar Rojo. ¡°Tambi¨¦n pensamos en otro experimento en Australia para evaluar el impacto en los animales marinos de las prospecciones s¨ªsmicas que se llevan a cabo para buscar yacimientos de petr¨®leo y gas en el subsuelo¡±, a?ade el investigador.
¡°Hemos conseguido ahora dos grandes hitos. Uno es la reducci¨®n del tama?o de los sensores aproximadamente 10.000 veces, o incluso 100.000: de un kilogramo a unos miligramos. El otro es la reducci¨®n del coste unitario desde los alrededor de 10.000 euros por sensor a posiblemente por debajo del euro cuando los produzcamos¡±, asegura Duarte. "Ahora, poner un sensor a los animales es como ponerles una tirita".
Su colega Muhammad Mustafa Hussain, un ingeniero estadounidense de origen banglades¨ª, reconoce los obst¨¢culos. Los sensores transmiten los datos con diferentes se?ales, pero el agua marina es todav¨ªa una barrera insalvable. La se?al apenas recorre cinco o diez metros. ¡°Estamos investigando c¨®mo aumentar la profundidad. Queremos llegar a un kil¨®metro¡±, afirma Hussain. Otra limitaci¨®n es la contaminaci¨®n. Los prototipos actuales est¨¢n fabricados con pol¨ªmeros y metales, como el titanio, y llevan una peque?a bater¨ªa de litio. ¡°Otros grupos est¨¢n investigando posibles bater¨ªas biodegradables, pero de momento los materiales biodegradables bajan la eficacia de los sensores¡±, reconoce.
Duarte, sin embargo, es optimista. Imagina un futuro a medio plazo en el que los animales marinos marcados har¨¢n una copia de seguridad de los datos de otros ejemplares que pasen cerca. As¨ª, en una l¨ªnea vertical, los animales que viven en las profundidades transmitir¨ªan su informaci¨®n a los de profundidades medias y estos la transferir¨ªan a las especies que viven en superficie. All¨ª, unas antenas flotantes recoger¨ªan todos los datos. Y una flota de drones recolectar¨ªa toda la informaci¨®n sobrevolando la superficie del oc¨¦ano. El bi¨®logo marino Rory Wilson, de la Universidad de Swansea (Reino Unido), lo resume con una frase: ¡°Estamos tratando de preguntar a los animales qu¨¦ est¨¢ pasando en el mar¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.