Las almejas a la marinera de Xoel L¨®pez

No parece casualidad que, con un nuevo ¨¢lbum bajo el brazo titulado Sue?os y pan, la receta que prepara Xoel L¨®pez lleve incorporadas tres o cuatro cucharadas de pan rallado. No tanto porque este sea un ingrediente raro en s¨ª mismo, al contrario, sino porque, en principio, uno no se esperar¨ªa encontrarlo en un plato de almejas a la marinera. ¡°Es verdad, normalmente se echa harina¡±, se r¨ªe el m¨²sico, ¡°pero, mira, como mi disco lleva ese nombre, creo que hay que hacerle un peque?o homenaje, porque siempre he pensado que el pan era un s¨ªmbolo de algo muy noble. Todo el proceso que se sigue para hacerlo yo lo comparo al de composici¨®n: desde la semilla, que es la primera idea que uno tiene de la canci¨®n en el subconsciente, hasta c¨®mo va germinando y se convierte en un brote, que en el caso de la m¨²sica es cuando dices: ¡®?Aqu¨ª tengo un tema!¡¯. Luego est¨¢ el horno, que para m¨ª es el estudio, donde terminas de cocinar las canciones. Y tambi¨¦n est¨¢ la distribuci¨®n, porque el pan, si no te lo lleva el panadero a tu casa o vas t¨² a la panader¨ªa, no lo comes¡­¡±.

No le conoc¨ªa en persona, pero de la primera impresi¨®n de compartir fogones y charla con ¨¦l me sobreviene la sensaci¨®n de que la met¨¢fora tambi¨¦n se podr¨ªa extender a ¨¦l mismo, a su personalidad. L¨®pez es paciente, amable y sumamente sensible. Un trozo de pan, vaya. Eso adem¨¢s de buen cocinero, pues sus almejas, que preparamos en ?apenas un momento, resultan exquisitas. ¡°En Galicia siempre tiramos de producto: si la almeja es buena, muy mal lo tienes que hacer para carg¨¢rtela¡±, dice ¨¦l con modestia y con un tono idealista que tambi¨¦n deja entrever de d¨®nde nace esa otra mitad de su t¨ªtulo, la de los sue?os. Anhelos y fantas¨ªas que no solo habitan en ¨¦l, sino que surgen de ¡°toda la imaginer¨ªa, todo el misterio, toda la m¨ªstica de Galicia¡±.

Nacido en A Coru?a hace 40 a?os, por si no quedaba claro, L¨®pez es un tipo gallego. Gallego, adem¨¢s, de ambos lados del Atl¨¢ntico, desde que en 2009 decidiera poner oc¨¦ano de por medio para asentarse una temporada en Buenos Aires, base de operaciones desde donde aprovech¨® para explorar el continente americano. ¡°Ya sabes que en Argentina los espa?oles somos todos gashegos¡±, dice imitando el acento con mucha gracia. ¡°All¨ª yo siempre ten¨ªa que especificar que yo soy gashego gashego, es decir, gallego de Galicia, porque me han llegado a decir que tambi¨¦n eran gallegos y resulta que eran gallegos de M¨¢laga¡±, cuenta divertido.

Antes de aquel viaje, que result¨® ser una ¡°especie de crisis autoinducida¡± y que, despu¨¦s de todo, le sirvi¨® para ¡°poner los pies en la tierra¡± tras una etapa de ¨¦xitos, Latinoam¨¦rica ya formaba parte de su educaci¨®n sentimental a trav¨¦s de sus sonidos. ¡°Yo siempre lo digo: la m¨²sica tradicional de Galicia, adem¨¢s de las m¨²sicas antiguas, de gaita, de tambor, de pandereta¡­, es la m¨²sica latinoamericana. [Tras la emigraci¨®n masiva de gallegos a Am¨¦rica entre los siglos XIX y XX] esa m¨²sica regres¨® a Galicia para integrarse desde dentro: los famosos indianos, cuando volv¨ªan, muchas veces tra¨ªan con ellos a familia y tambi¨¦n la m¨²sica¡±.

Ese ecl¨¦ctico combinado de influencias fue algo que mam¨® desde peque?o a trav¨¦s de sus padres. ¡°Recuerdo que, de ni?o, en las cenas que organizaban siempre se terminaba cantando. Se cantaba el Ondi?as venen e van, a Alfredo Jim¨¦nez, un tango o una bachata¡­ Se mezclaba la m¨²sica latinoamericana con la espa?ola y la tradicional de Galicia¡±. Aquellas veladas de canciones e historias, sumadas a la creatividad que se respiraba en su casa, acabaron destin¨¢ndole casi irremediablemente a su vocaci¨®n art¨ªstica. ¡°No he heredado la parte musical tan espec¨ªficamente, pero s¨ª tengo una herencia¡±, reconoce. ¡°Mi padre era el director de Kiosko Alfonso, que es un centro de exposiciones de arte moderno importante en A Coru?a, y yo me crie rodeado de cuadros, de esculturas¡­ En teor¨ªa, por una cuesti¨®n l¨®gica, deber¨ªa haber sido pintor. Pero tambi¨¦n hab¨ªa muchos libros y una muy buena colecci¨®n de discos, muy variada: hab¨ªa discos de m¨²sica africana, balc¨¢nica, de Vin¨ªcius de Moraes¡­ Recuerdo ir a esa colecci¨®n y viajar¡±.

Almejas a la marinera

5 euros por persona