Tres barreras psicol¨®gicas que nos impiden ascender (y explican que haya menos mujeres en la ciencia)
El efecto pigmali¨®n, el s¨ªndrome del impostor(a) y el efecto Dunning-Kruger. As¨ª funcionan y as¨ª se pueden combatir
El 63% de los espa?oles cree que las mujeres no sirven como cient¨ªficas de alto nivel (no sabemos cu¨¢ntas de las encuestadas eran mujeres); quiz¨¢ esta creencia se deba a que solo el 18% de los premios recaen sobre ellas y solo el 3% de los Nobel.
No es solo que se presenten menos. Estos resultados supuestamente meritocr¨¢ticos son, para algunos expertos, fruto del mismo mecanismo del que adolecen los Recursos Humanos: los sesgos en la selecci¨®n de personal. En el informe Cient¨ªficas en Cifras 2015, del Ministerio de Econom¨ªa, se recog¨ªa que el porcentaje de mujeres que recib¨ªan ayudas estatales para I+D+i sobre el total que las solicitaban era "sistem¨¢ticamente inferior al de los hombres, ya fueran convocatorias de recursos humanos o de proyectos". Esta tendencia, cambi¨® en 2013 y la tasa de solicitudes que reciben ayudas son ya iguales para ambos sexos.
El Ministerio de Econom¨ªa analiz¨® las asignaciones p¨²blicas de ayudas al I+D+i y encontr¨® que el porcentaje de las dotaciones a proyectos de mujeres era "sistem¨¢ticamente inferior al de los hombres"
Dec¨ªa Flora de Pablo, profesora de investigaci¨®n en el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), para la campa?a Cambia las cifras: "En el momento actual, el 60% de las becarias del CSIC son mujeres, pero en el escal¨®n m¨¢s alto, el del profesorado de investigaci¨®n, estamos al borde del 25% de mujeres. O sea que se pierden mujeres a lo largo de la carrera cient¨ªfica".
?Ingenier¨ªa? No, gracias
Ese es un problema com¨²n a otros ¨¢mbitos profesionales. Sin embargo, el caso de las ciencias es paradigm¨¢tico desde la universidad (e incluso desde la infancia): mientras el porcentaje de mujeres en las carreras de las ramas de arte y humanidades es del 61% o del 60% en ciencias sociales y jur¨ªdicas, en las ingenier¨ªas y en Arquitectura tan solo representan el 26%, y el 51% en otros estudios de ciencias (no biosanitarios, donde Enfermer¨ªa eleva el porcentaje). ?Por qu¨¦?
El problema no est¨¢ en el contenido de los estudios. Como reconoc¨ªa Alexander Mendiburu, decano de la Facultad de Inform¨¢tica de la UPV, con motivo de la celebraci¨®n del 40 aniversario de la carrera de Inform¨¢tica, en el momento en que comenz¨® a llamarse Ingenier¨ªa "se redujo notablemente la ratio de mujeres matriculadas, no solo en Espa?a, sino internacionalmente".
Entonces, ?es el nombre lo que separa a las mujeres de las carreras de ciencias? S¨ª y no.
Cosas de chicos
La falta de role models es para Natalia Gonz¨¢lez-Vald¨¦s, doctora de L'Or¨¦al Unesco For Women in Science en Espa?a, una de las razones de que las ni?as no elijan estos estudios. "Por eso en la Fundaci¨®n trabajamos mucho por acercar esos referentes a las ni?as: llevando testimonios de mujeres cient¨ªficas a las aulas de j¨®venes entre 12 y 14 a?os, promovemos que den conferencias, organizamos una exposici¨®n con la historia de la mujer en la ciencia, celebramos editatones de Wikipedia para dar m¨¢s visibilidad a las cient¨ªficas en Internet...".
Las matriculaciones de mujeres en Inform¨¢tica cayeron desde el momento en que empez¨® a llamarse Ingenier¨ªa Inform¨¢tica, dice Alexander Mendiburu, decano de la Facultad de Inform¨¢tica de la UPV
Pero antes incluso de buscar los modelos en los que reflejarse, las ni?as reh¨²yen las ciencias: "La brecha de g¨¦nero empieza a edades muy tempranas", denuncia Gonz¨¢lez-Vald¨¦s. "En un estudio se vio c¨®mo las ni?as de entre cinco y seis a?os no se sent¨ªan capaces de desarrollar actividades vinculadas socialmente a estereotipos masculinos. Y esto se debe a la educaci¨®n". Son cosas de chicos.
"Hay muchos casos de ¨¦xito de mujeres en ¨¢mbito cient¨ªfico o matem¨¢tico, por lo general desconocidos", explica la doctora Saskyn, experta psic¨®loga de Top Doctors. "El reto est¨¢ en la promoci¨®n social del potencial femenino y de todas las aportaciones a la ciencia que han hecho las mujeres. En fomentar actitudes igualitarias donde se prioricen los valores y la diversidad en la inteligencia por su condici¨®n de seres humanos instruidos, y no por raz¨®n g¨¦nero".
El efecto Dunning-Kruger y el sesgo positivo
En 1999, los psic¨®logos David Dunning y Justin Kruger indagaron en el mecanismo por el que evaluamos nuestras propias habilidades. Estudiando a personas con habilidades especialmente bajas encontraron que, precisamente debido a su falta de conocimiento, tienden a sobreestimar sus propias capacidades. Al contrario, las personas con m¨¢s habilidades las infravaloran pues no son conscientes de que se encuentran por encima de la media.
Los resultados de las ni?as son mejores en la mayor¨ªa de asignaturas, incluidas las matem¨¢ticas y las ciencias, seg¨²n los estudios, pero el efecto del sesgo positivo hace que se sientan inferiores
Este efecto interviene tambi¨¦n en la autoevaluaci¨®n de las personas con capacidades medias, que difiere entre hombres y mujeres. Son muchos los estudios que demuestran que las ni?as obtienen mejores resultados que los ni?os en la mayor¨ªa de las asignaturas, incluidas las matem¨¢ticas y la ciencia. Sin embargo, esto las llevar¨ªa a infravalorar sus aptitudes frente a los chicos, quienes sentir¨ªan sus capacidades superiores a lo que de verdad son.
Es lo que se ha denominado como sesgo positivo y fue objeto de estudio reciente por un grupo de investigadores de la Universidad A&M de Texas y la Universidad de Washington. Mientras las mujeres tend¨ªan a evaluar c¨®mo hab¨ªan respondido en su ¨²ltimo examen de matem¨¢ticas con criterios m¨¢s ajustados a la realidad, los hombres, en cambio, consideraban que lo hab¨ªan hecho mucho mejor de lo que en realidad les hab¨ªa salido.
Esta es la raz¨®n, seg¨²n los investigadores, de que ellos se sientan m¨¢s animados a dedicarse a carreras relacionadas con matem¨¢ticas y ciencias: "El sesgo positivo puede ayudar a reforzar los deseos de una persona a emplearse a fondo a una materia", reconoc¨ªa Heather Lench, directora de la investigaci¨®n.
El efecto Pigmali¨®n y el efecto Golem
"El efecto Pigmali¨®n hace referencia a que las expectativas que tenemos sobre el rendimiento de una persona incitan a actuar a esa persona conforme a dichas expectativas", explica M¨®nica Quintana, psicopedagoga experta en g¨¦nero y diversidad y directora de Mindset, empresa dedicada a la gesti¨®n del talento y la innovaci¨®n. "Esto lo demostraron Rosenthal y Jacobson son su famoso experimento. Es lo que denominamos 'profec¨ªa autocumplida'. Por ejemplo, si tengo un profesor que piensa que voy a obtener muy buenas calificaciones o un jefe que est¨¢ convencido de que har¨¦ un trabajo excelente, esto elevar¨¢ mi autoestima y me incitar¨¢ a trabajar para conseguir los resultados que se esperan de m¨ª".
Pero lo mismo sucede en sentido inverso, "o el efecto Golem, que produce que la autoestima disminuya", a?ade. "Si en una clase cuando interviene una ni?a no se la toma en serio y al ni?o se le refuerza de forma positiva se produce un bloqueo en ella. Es lo que sucede con el campo de la ciencia y la tecnolog¨ªa, hist¨®ricamente asociado a capacidades masculinas".
Y este efecto se extiende a todos los terrenos. ¡°La sociedad espera que una mujer sea sensible, tierna y emp¨¢tica, y el hombre fuerte, valiente y agresivo", explica el doctor Cristian Toribio, miembro del Centro Psicopedi¨¢trico Gu¨ªa: "Esto se vincula a la representaci¨®n que nos hacemos de nosotros mismos, la interiorizamos, y nos dirige inevitablemente en nuestra toma de decisiones".
Los principales estereotipos que ponen barreras al acceso de la mujer en el mundo de la ciencia est¨¢n relacionados directamente con la predisposici¨®n biol¨®gica de las mujeres a ser m¨¢s "emocionales" y la de los hombres a ser m¨¢s "l¨®gicos", de modo que "nos hacemos una imagen mental de la mujer como una buena cuidadora, madre, artista o modista", contin¨²a el experto.
Frases como "la ciencia no es para mujeres" o "tienes m¨¢s facilidades para hacer esto o aquello" son estereotipos que van calando a lo largo del desarrollo educativo y madurativo, repercutiendo en la percepci¨®n que tienen las mujeres (y los dem¨¢s) de sus propias capacidades y, por ende, influyendo directamente en ellas y en sus decisiones sobre su futuro profesional (Enfermer¨ªa, Magisterio, Dise?o de interiores, de moda...).
A este efecto Golem indirecto, Quintana, a?ade el directo: "Salarios m¨¢s bajos, techo de cristal, discriminaci¨®n por g¨¦nero, que las mujeres reciban menos premios... Estos hechos objetivos construyen un relato: 'las mujeres est¨¢n menos capacitadas'".
El s¨ªndrome del impostor(a)
Cuando una persona con aptitudes para desarrollar una actividad pero baja autoestima (efecto del sesgo positivo) decide desafiar el efecto Golem y dedicarse a aquello para lo que no tiene la certeza de estar capacitada, muy probablemente ser¨¢ v¨ªctima del s¨ªndrome del impostor(a): sentir¨¢ que est¨¢ usurpando un terreno que no le pertenece, que en realidad est¨¢ enga?ando a su entorno y que no es capaz de realizar aquello para lo que se ha postulado y que, finalmente, terminar¨¢ decepcionando a quienes han puesto en ella sus expectativas.
"El efecto del impostor(a) consiste en no atribuirte tus propios logros y considerar que son fruto del azar", explica Quintana. "Debemos hacer un ejercicio de toma de conciencia. Hay un malestar invisible de las mujeres, que tiene un origen social, fruto de la dominaci¨®n patriarcal". Para luchar contra ello, Quintana propone ense?ar a las mujeres a comunicarse de forma asertiva: "La comunicaci¨®n asertiva como veh¨ªculo para el desarrollo de la autoestima y crear espacios de mujeres que inviten a la reflexi¨®n y a reforzar una visi¨®n positiva de nosotras mismas".
Medidas para mejorar la autoestima de las mujeres (y acabar con el 'miedo' a las ciencias)
Estas son algunas pautas que pueden ayudar a superar el s¨ªndrome del impostor(a) y que, seg¨²n M¨®nica Quintana, ayudar¨ªan a las mujeres en la elecci¨®n de carreras de ciencias y tecnolog¨ªa.
- Impartir charlas con perspectiva de g¨¦nero en los momentos cr¨ªticos antes de la elecci¨®n de estudios, como las que lleva a las aulas la iniciativa de L'Or¨¦al Unesco For Women in Science
- Que las mujeres y ni?as conozcan y escuchen testimonios de mujeres
- Conocer la historia y las biograf¨ªas de mujeres inspiradoras
- Comprender el origen social del malestar de las mujeres
- Practicar networking con otras mujeres
- Mejorar las habilidades de comunicaci¨®n asertiva y de negociaci¨®n
- Participar con otras mujeres en un grupo de desarrollo personal
- Rodearse de personas que nos valoren y aprecien: en definitiva reforzar¨¢n nuestra autoestima con mensajes positivos
- Acudir a sesiones de coaching para el desarrollo de la carrera profesional
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