Andar sin permiso
La Marcha B¨¢sica contra el paro y la precariedad atraviesa Castilla y Le¨®n caminando hacia Madrid para reivindicar derechos b¨¢sicos como la renta o la vivienda

Una de las estrategias que hemos aprendido de las revoluciones sociales m¨¢s recientes es la paciencia, encapsulada felizmente dentro del lema "vamos despacio porque vamos lejos". Las mujeres y hombres que estos d¨ªas caminan desde Le¨®n a Madrid nos recuerdan, una vez m¨¢s, la potencia del paso que no se detiene, del que se da con ¨¢nimo constante y con las fuerzas que se tengan, sin necesidad de hacer alardes ol¨ªmpicos.
El 10 de marzo la Marcha B¨¢sica parti¨® de la plaza de San Marcelo de Le¨®n a las once de la ma?ana. Una avanzadilla de mujeres asturianas (y algunos hombres) hab¨ªa arrancado el d¨ªa antes, cruzando a pie el puerto de Pajares. La ma?ana estaba nublada y ventiscosa, como en casi toda Espa?a. Jos¨¦ Sarri¨®n, procurador en las cortes de Castilla y Le¨®n, les desped¨ªa con unas palabras desde un escenario: "son movimientos como este los que van a transformar la realidad". Sarri¨®n, de Izquierda Unida, les entreg¨® su respeto y les concedi¨® que los verdaderos protagonistas del cambio eran ellas y ellos, los caminantes, y no el pol¨ªtico que se queda sentado en la comodidad de su asiento, al calor de la calefacci¨®n del parlamento. Estas palabras no las utiliz¨® Sarri¨®n, pero lo dio a entender. Recibi¨® aplausos. Se ech¨® a caminar con el grupo.
Y despu¨¦s de lluvia y granizo, la naturaleza regala a los caminantes este hermoso arco¨ªris. Porque despu¨¦s de la tormenta, siempre luce el sol.#EnMarchaXloBasico pic.twitter.com/oZ93VTPVqb
— Jos¨¦ Sarri¨®n Andaluz (@jsarrionan) March 10, 2018
Otra lecci¨®n de la Marea B¨¢sica que impulsa esta caminata es la de dar dos pasos atr¨¢s para ampliar el punto de vista y volver a meter en la foto las necesidades esenciales. Sus reivindicaciones recogen los derechos b¨¢sicos para una vida digna: renta b¨¢sica universal, empleo digno, pensiones decentes, derecho a la vivienda y defensa de la sanidad y educaci¨®n p¨²blicas.
Un 22,3 % de la poblaci¨®n espa?ola vive en riesgo de pobreza. Este dato, construido a partir de los ingresos de los hogares, nos da una idea de la importante desigualdad, creciente, a la que nos enfrentamos. Aunque suban los ingresos medios (2,4 % m¨¢s en 2016 respecto a 2015), la tasa de riesgo de pobreza (0,2 puntos m¨¢s entre 2015 y 2016) tambi¨¦n crece, ensanchando el precipicio de las diferencias de la calidad de vida en Espa?a.
Si hay un colectivo en el que avanza con fuerza la pobreza es el de los pensionistas, la consecuencia se ve en las calles estos d¨ªas. La poblaci¨®n mayor de 65 a?os sufre un 0,7 % m¨¢s el riesgo de pobreza respecto al a?o anterior. El 13 % de nuestros mayores en riesgo de pobreza. Y el porcentaje es a¨²n m¨¢s escandaloso en los menores de 16 a?os, donde encontramos un 28,9 % viviendo en hogares con ingresos bajo el umbral de la pobreza.
Fij¨¦monos ahora en las personas en edad de trabajar. Tenemos una tasa de paro del 16,55 %. En hogares con baja intensidad en el trabajo, encontramos un 2,1 % de personas con carencia material severa. Un 38 % de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, un 39 % no se puede permitir una semana de vacaciones al a?o y un 15 % llega a fin de mes con mucha dificultad. Espa?a no va bien.
Ponemos el umbral de pobreza en un hogar de una persona que ingrese menos de 8.209 euros al a?o (seg¨²n referencia del a?o 2016). Si el hogar re¨²ne a dos adultos y dos ni?os, consideramos que con menos de 17.238 euros anuales se vive en la pobreza. Los defensores de la renta b¨¢sica apuestan por fijar en esa cantidad (684 euros mensuales) la asignaci¨®n que cada persona deber¨ªa recibir de manera incondicional, individual y universal para garantizarnos a todos una vida digna.
La Marcha B¨¢sica se est¨¢ dejando los callos en la carretera para que se cumpla la Carta Social Europea y cuyo mejor instrumento, proponen, es la renta b¨¢sica. Los Estados miembros del Consejo de Europa firmaron la Carta Social, revisada en 1996, conviniendo "garantizar a sus pueblos los derechos sociales con objeto de mejorar su nivel de vida y de promover su bienestar social". Y no est¨¢ sucediendo.
Un peque?o repaso a alguno de los objetivos pol¨ªticos consensuados en esta Carta y que no se est¨¢n cumpliendo:
Toda persona tendr¨¢ la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente elegido.
Todos los trabajadores tienen derecho a unas condiciones de trabajo equitativas.
Todos los trabajadores tienen derecho a una remuneraci¨®n suficiente que les proporcione a ellos y a sus familias un nivel de vida decoroso.
Todos los trabajadores tienen derecho a la igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo y de profesi¨®n, sin discriminaci¨®n por raz¨®n del sexo.
Todos los trabajadores tienen derecho a la dignidad en el trabajo.
Espa?a la firm¨® en el a?o 2000. Y como quien oye llover.
Para la Marea B¨¢sica, una agrupaci¨®n de cien colectivos impulsora de la Marcha, con la renta b¨¢sica se evitar¨ªa el chantaje de los empleos precarios "a cualquier precio" y se recuperar¨ªa el poder salarial. A esta lucha, se suman la de los derechos por la sanidad p¨²blica, la educaci¨®n y la vivienda.
El primer d¨ªa de marcha culmina en Mansilla de las Mulas. Acampan en el polideportivo, donde les espera el poeta leon¨¦s To?o Morala con sus "mil y pico citas para la muerte y ning¨²n poema para la vida". Y as¨ª, cada d¨ªa son m¨¢s, el grupo crece y recaban apoyos, en los arcenes y en las redes, como este manifiesto de las gentes de las letras, las artes y las ciencias. El 14 tienen que llegar a Valladolid, el 15 a Tordesillas, el 16 a Medina del Campo, el 18 a Villacast¨ªn, el 21 a Collado Villalba.
El 24 de marzo, la Marcha B¨¢sica contra el paro y la precariedad entra en Madrid, celebr¨¢ndolo con una manifestaci¨®n que parte a las cinco de la tarde de la plaza de Espa?a y alcanza la plaza de las Cortes, junto al Congreso de los Diputados. El andar terminar¨¢ "en el regazo de la tarde, cuando el sol se adentra en la noche y los sue?os no tienen que pedir permiso a los amos del mundo".
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