El miedo a cumplir 18 a?os
Los j¨®venes que viven tutelados por el Estado en Latinoam¨¦rica se quedan sin ning¨²n soporte al llegar la mayor¨ªa de edad. Argentina ha aprobado una ley pionera para evitarlo
Beber alcohol, conducir, votar, ir a la c¨¢rcel, entrar en locales que estaban vetados, apostar, montar una empresa¡ El decimoctavo cumplea?os, en muchos pa¨ªses, abre un enorme abanico de nuevos derechos y responsabilidades. Pero algunos j¨®venes llegan con miedo, incertidumbre, ansiedad, inseguridad y dudas. Son aquellos que fueron apartados de sus familias (o hu¨¦rfanos) y que hasta entonces vivieron en un hogar tutelado por el Estado. Para ellos, la mayor¨ªa de edad les deja sin el techo que hasta entonces ten¨ªan y, normalmente, sin una red familiar que les apoye en esta brusca transici¨®n a la vida adulta.
¡°Es un cambio artificial, el ser humano no madura de un d¨ªa para otro. Es un proceso que puede llegar antes o despu¨¦s. Cuando tienes una familia con la que contar, normalmente vas haci¨¦ndolo progresivamente hasta que llega un momento en el que, emocional y econ¨®micamente, puedes empanciparte. Pero a estos j¨®venes, que adem¨¢s tienen menos herramientas, se les exige hacer la transici¨®n de la noche a la ma?ana¡±, lamenta Mariana Incarnato, directora de Doncel, una organizaci¨®n argentina que trabaja en el acompa?amiento de estos nuevos mayores de edad.
El pa¨ªs ha sido el primero de Latinoam¨¦rica en aprobar una ley para evitar dejar en el desamparo los j¨®venes que egresan de los hogares de acogida. Con un intenso trabajo de esta y otras asociaciones, junto con Unicef, el Congreso aprob¨® en mayo de 2017 esta norma, que, sin embargo, todav¨ªa no ha entrado en vigor. Falta concluir los reglamentos y que las provincias ¡ªequivalentes a las comunidades aut¨®nomas espa?olas¡ª las implementen.
¡°El planteamiento era que si a los padres se les exige la manutenci¨®n y el cuidado hasta los 21 o los 25, si estudian, el Estado, cuando tiene esta funci¨®n parental, no deb¨ªa ser menos¡±, explica Incarnato. Con la nueva norma se les garantiza al salir de los hogares un apoyo econon¨®mico equivalente al 80% del salario m¨ªnimo durante dos a?os. Pero, adem¨¢s, trata de articular esta red que muchos j¨®venes no tienen asign¨¢ndole un tutor. ¡°El joven tiene que sentir que tiene con qui¨¦n contar, una persona a la que puede acudir, que est¨¢ disponible y que le aporte apoyo emocional¡±, subraya la directora de Doncel.
En opini¨®n de? Roberto Benes, representante de Unicef en Argentina, es un ¡°importante primer paso¡±.?¡°Aunque no se trata de un grupo estad¨ªsticamente enorme, s¨ª es extremadamente vulnerable. Tener una ley es un primer paso que convierte al pa¨ªs en referente en la regi¨®n", a?ade.
En Argentina hay unos 15.000 menores en hogares tutelados, donde la atenci¨®n es muy desigual
En Argentina hay unos 15.000 chicos y chicas en hogares tutelados, donde la atenci¨®n es muy desigual. Suelen ser casas donde conviven entre 10 y 30; a veces con un equipo entero para atenderlos y otras, con una persona para todos. No existe en el pa¨ªs un est¨¢ndar, como tampoco en el resto de la regi¨®n, donde la cifra asciende a 380.000, seg¨²n la Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar (Relaf).
Tatiana Lustig da Silva, que hoy tiene 24 a?os, era una de estas adolescentes que un d¨ªa fue apartada de su madre y entr¨® en uno de estos centros que ella imaginaba o como una especie de parque de atracciones en el que todo era diversi¨®n o como una prisi¨®n. ¡°No era ninguna de las dos cosas¡±, aclara. Entr¨® con 13 a?os porque, en sus palabras, su madre ¡°no era capaz de cuidarla¡±.
Casi la mitad de los j¨®venes argentinos que ingresan en centros lo hacen en la adolescencia, entre los 13 y los 17 a?os, seg¨²n los datos de Doncel. La primera causa son los abusos, seguida de malos tratos y de abandono. La mayor¨ªa son chicos de clases bajas, ya que los de las medias ¡°suelen tener una red que evita que acaben en los hogares¡±, dice Incarnato, que explica que entre los 200 j¨®venes que atendieron el a?o pasado, solo un 8% hab¨ªa terminado la secundaria.
Con estos mimbres hay que salir al mundo real y labrarse un futuro. Tatiana, al menos, s¨ª hab¨ªa completado los estudios, hab¨ªa participado en decenas de cursos de formaci¨®n y ya hab¨ªa pasado por varios trabajos antes de cumplir la mayor¨ªa de edad. A¨²n as¨ª, su egreso ¡°no fue bueno¡±. ¡°Tuve que volver con mi madre, el sitio donde se supon¨ªa que no pod¨ªa estar. Pero en esos momentos te agarras a lo que tengas¡±, explica. Muchas amigas suyas acabaron en la calle, con problemas de drogadicci¨®n, algo que no es infrecuente en estos casos. ¡°Tienes miedo a equivocarte, porque ya no tienes donde volver¡±, a?ade.
Soledad y desamparo. Son las dos palabras que mejor definen lo que sientes cuando sales del hogar
¡°Soledad y desamparo. Son las dos palabras que mejor definen lo que sientes cuando sales del hogar¡±, afirma Jessica Waksmann, que tiene 43 a?os y tuvo que pasar por esta experiencia hace 30. ¡°En mi ¨¦poca ni siquiera esperaban hasta los 18, te echaban del hogar cuando terminabas los estudios. Muchas repet¨ªamos para retrasar este momento¡±, asegura. Como Tatiana, tuvo que volver a la casa de su madre, que no la cuidaba. ¡°Hac¨ªa y deshac¨ªa lo que quer¨ªa, hasta que a los 17 a?os me qued¨¦ embarazada y me fui a vivir con mi pareja¡±, relata.
Algunos chavales egresados vieron estas carencias y comenzaron a preparar una gu¨ªa que pudiera servir de apoyo a quienes dejaban los hogares. ¡°Porque estos no preparan a los chicos cuando se van; puede estar bien o mal, pero no lo hacen. Nosotros trabajamos precisamente en eso, en colaborar con ellos antes de que se vayan, contarles experiencias vividas por otros, c¨®mo es la vida fuera, qu¨¦ les puede llegar a pasar¡±, cuenta Jessica.
As¨ª naci¨® hace ocho a?os Gu¨ªaE, un manual que ha ido creciendo de forma colaborativa en el que hay consejos que van desde los asuntos m¨¢s pr¨¢cticos de la nueva vida que afrontan quienes hasta ese momento eran menores de edad, como burocracia, hacer un curr¨ªculo, c¨®mo afrontar entrevistas de trabajo¡ Hasta actividades que les ayuden a relacionarse y a tejer esta red de la que muchos carecen. Tanto Jessica, como directora de la iniciativa, como Tania, de forma voluntaria, trabajan en este acompa?amiento que tiene una p¨¢gina de Facebook como soporte.
Esto no les evitar¨¢ pasar por los problemas a los que se enfrentan estos j¨®venes y que la mayor¨ªa no tiene que afrontar. La inseguridad, el miedo, probablemente estar¨¢ ah¨ª, pero al menos cuentan con m¨¢s herramientas para afrontarlo.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.