Los hermanos Thioune abren una escuela en Canarias
El colectivo hispanosenegal¨¦s, profesionalizado desde hace casi una d¨¦cada, impartir¨¢ talleres de danza y percusi¨®n
Khaly Thioune (Bambey, Senegal, 1976) se repantiga en el sof¨¢, con una kora apoyada en la pared como fondo y una guitarra a la vera. Es un hombre largo y delgado, de cabeza rapada, rostro lampi?o y sonrisa perenne, que maniobra unas piernas casi infinitas para acomodarse en el mueble. Acaba de instalar su escuela, hace nada, en esta sala abarrotada de instrumentos de percusi¨®n africana y espejos, situada al final de Paseo de Chil, en la capital grancanaria. La escuela de los hermanos Thioune huele casi al mar que lame las arenas de Las Canteras y se dedica a la danza y percusi¨®n africanas y orientales, entre djemb¨¦s, tamas y dum dums. De momento, es el ¨²ltimo paso de una carrera laboriosa, precavida y lenta, que comenz¨® en una ciudad agr¨ªcola del interior de Senegal en los noventa y se traslad¨® a Canarias con el nuevo siglo, cuando los Hermanos Thioune se constituyeron como agentes culturales y empresa en 2009. Van creciendo al golpito y hoy son, quiz¨¢s, la ¨²nica compa?¨ªa africana de artes esc¨¦nicas radicada en Espa?a de nivel profesional.
"Somos nueve hermanos de padre y madre", empieza Khaly, en su espa?ol amable, algo roto. "Somos una familia muy grande". Y extrae, sonriente, del tintero, a hermanos y hermanas de otras madres con los que comparti¨® hogar en su infancia. "Empec¨¦ en la m¨²sica en primaria", contin¨²a. "Mi ¨²ltimo a?o de primaria fue el momento en el que entr¨¦ en el mundo del arte, con un grupo de baile". Y pasa a describir c¨®mo los Thioune, su hermano Ali y ¨¦l mismo, empezaron a destacar en el colegio en el campo del teatro y el baile tradicional, a apropiarse del espacio esc¨¦nico y atraer la mirada de los profesores. Cuenta que all¨ª les bautizaron como hermanos Thioune y que all¨ª tambi¨¦n compatibilizaron los pinitos en las artes esc¨¦nicas escolares con otros en el barrio y en la regi¨®n de Diourbel, donde se sit¨²a su ciudad natal. "Falt¨¢bamos mucho a clase, porque el grupo regional ten¨ªa competiciones y siempre ven¨ªan a buscarnos para participar en ellas", precisa, sin pena, con la vocaci¨®n clara desde la infancia y la mirada fija en el camino para alcanzar sus objetivos.
Khaly explica que se iniciaron en la cultura wolof con la percusi¨®n m¨¢s famosa de Senegal, el sabar, t¨¦rmino que define tanto el instrumento como el baile y lo que gira entorno a ¨¦l, y que se encuentra en la ra¨ªz de ritmos como el mbalax. Los Thioune primigenios mezclaban sabar y teatro de barrio. "No sab¨ªamos tocar, pero sab¨ªamos mandar a tocar", concreta sin perder la sonrisa. "Ten¨ªamos un don para la m¨²sica: para saber qu¨¦ hab¨ªa que tocar y c¨®mo". En el instituto, Khaly y Ali ganaron el Premio Nacional de Teatro y Danza y dirig¨ªan su propia formaci¨®n. Su prestigio se fue agrandando y se formaron como monitores en teatro y danza para las colonias de verano con uno de los equipos m¨¢s populares del pa¨ªs, con el que compart¨ªan apellido. Los intercambios y las formaciones menudean en su curriculum desde edad bien temprana. Las ganas de saber les pueden.
En el instituto, Khaly y Ali ganaron el Premio Nacional de Teatro y Danza y dirig¨ªan su propia formaci¨®n
A Abdoulaye Wade, presidente de Senegal entre los a?os 2000 y 2012, hay que agradecerle la creaci¨®n de un departamento de artes esc¨¦nicas profesional en Dakar, al que se entraba por oposici¨®n en el ¨¢mbito nacional. S¨®lo se convocaron cuatro plazas en la primera promoci¨®n de la Escuela Nacional de Arte de Senegal y los Thioune, Ali y Khaly, entraron de cabeza en sus aulas. "Fueron cuatro a?os", se?ala Khaly. "Est¨¢bamos estudiando con 15 profesores internacionales, de B¨¦lgica, Francia y diferentes pa¨ªses africanos. De los mejores, de otro mundo".
La entrada en la Escuela Nacional de Arte signific¨® una cura de humildad, un nuevo comienzo. "Pens¨¢bamos que ya lo sab¨ªamos todo, hab¨ªamos ganado competiciones", recuerda. "Nos dijeron que no sab¨ªamos nada y signific¨® cerrar una etapa y empezar de cero". Tambi¨¦n les abri¨® el campo desde el sabar a otros instrumentos, otras tradiciones, otros bailes, otros teatros, otras culturas y al perfeccionamiento en la escritura de textos, la dicci¨®n, la interpretaci¨®n y todo tipo de saberes. Adem¨¢s les abri¨® campo y mente a otros pa¨ªses africanos y a una formaci¨®n en Francia. Desde all¨ª, recalaron casi por casualidad en Canarias, donde se han arraigado con el tiempo.
Hoy en d¨ªa, adem¨¢s de montar espect¨¢culos, talleres y clases, los hermanos Thioune tienen disco calentito, premio del MUMES en 2014 y del Gobierno de Canarias en 2012 y una reputaci¨®n que vincula proyectos en Senegal y Canarias con incursiones en escenarios peninsulares, como sucedi¨® en mayo del a?o pasado en el Off Latina. Han participado en festivales como el Womad de C¨¢ceres y Las Palmas de Gran Canaria en 2009, el ?frica Vive de Casa ?frica desde 2011 a 2015, el Rototom Sunsplash de Benicassim desde 2010 a 2016 o el Bimbache Jazz Festival de El Hierro desde 2013 a 2015. Son ineludibles en las iniciativas escolares y l¨²dicas que florecen en patios, parques y diferentes espacios en Canarias.?
Los Thioune primigenios mezclaban sabar y teatro de barrio
Los Thioune presumen de coraz¨®n senegal¨¦s, en el que se integran m¨²sicos como Malle Sarr, Ndiounga Niang o Bakary Bodian. Lo completan y enriquecen m¨²sicos y bailarines locales y nuevas generaciones afrocanarias. Les lidera Khaly, cantautor, guitarrista y percusionista, y amalgaman lo tradicional y contempor¨¢neo, lo africano y lo no africano para traspasar un mensaje de optimismo, respeto al pr¨®jimo y diversidad.
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