Guillermo Haro, el conquistador de estrellas en la constelaci¨®n de Ori¨®n
El astr¨®nomo mexicano, que tambi¨¦n descubri¨® una supernova, m¨¢s de 10 novas y un cometa que lleva su nombre, contribuy¨® a conocer la edad del Universo y c¨®mo se form¨®
Guillermo Haro decidi¨® cumplir a rajatabla el sentido de la pregunta que en una ocasi¨®n le hizo a su madre y cuya respuesta llev¨® m¨¢s lejos de lo que se ve a simple vista: ¡°?D¨®nde acaba el mundo?¡±. En otra ocasi¨®n, vaticin¨® su futuro al anunciarle a su progenitora que iba ¡°a descubrir c¨®mo nace una estrella¡±.
As¨ª era el intr¨¦pido mexicano, siempre con la duda en la cabeza, no como signo de inseguridad, sino de sabidur¨ªa. Preguntaba todo como se?al de inteligencia, ret¨® a sus maestros y desafi¨® a sus alumnos con el objetivo de no acomodarse y de aprender siempre. Se convirti¨® en un referente de la ciencia mexicana y mundial tanto por su perseverancia en la investigaci¨®n como por la importancia de sus descubrimientos. Guillermo Haro situ¨® a su pa¨ªs en la vanguardia cient¨ªfica con el apoyo a nuevas l¨ªneas de investigaci¨®n pero tambi¨¦n con el establecimiento de pol¨ªticas cient¨ªficas generales en el pa¨ªs y, por todo ello, es considerado el fundador de la astronom¨ªa moderna en M¨¦xico.
Su pasi¨®n por las estrellas lo llev¨® a contemplar el cielo cada noche y la recompensa que obtuvo por ello fue los numerosos hallazgos de estrellas fulgurantes, supernovas y hasta un cometa. Su trabajo contin¨²a de actualidad porque sus descubrimientos ofrecen la posibilidad de conocer la edad del Universo y c¨®mo lleg¨® a formarse.
¡°Servirse de la ciencia y de la t¨¦cnica con un profundo esp¨ªritu humanista, conducirlas, encauzarlas hacia el bienestar y la paz, es la tarea fundamental de nuestra ¨¦poca¡±
Guillermo Benito Haro Barraza naci¨® en Ciudad de M¨¦xico el 21 de marzo de 1913. Creci¨® durante la ¨¦poca de la Revoluci¨®n mexicana y se gradu¨® en Filosof¨ªa en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) antes de interesarse por la astronom¨ªa, ya que siempre le preocup¨® la posici¨®n del hombre en el cosmos.
A partir de la Filosof¨ªa Guillermo Haro mostr¨® un gran inter¨¦s por la epistemolog¨ªa, el estudio del conocimiento cient¨ªfico, aunque fue realmente la astronom¨ªa la que le rob¨® el coraz¨®n. No en vano, su atracci¨®n por los estudios, su dedicaci¨®n y su entusiasmo fueron m¨¦ritos suficientes para que fuera contratado en 1941 como asistente del reci¨¦n fundado Observatorio Astrof¨ªsico de Tonantzintla y, m¨¢s tarde, por el Observatorio Astron¨®mico de Tacubaya, instituciones que lleg¨® a dirigir a lo largo de su carrera.
El ya considerado joven brillante investigador Guillermo Haro estuvo dos a?os en Estados Unidos completando su formaci¨®n en Harvard y, cuando regreso a M¨¦xico en 1945, se reincorpor¨® al Observatorio Astrof¨ªsico Nacional de Tonantzintla como responsable de la nueva c¨¢mara de Schmidt de 24-31 pulgadas. Fue en ¨¦l donde comenz¨® su estudio sobre estrellas brillantes rojas y azules, y tambi¨¦n la ¨¦poca en la que se convirti¨® en articulista de divulgaci¨®n cient¨ªfica para el peri¨®dico Exc¨¦lsior.
Su encuentro y relaci¨®n a partir de ese momento con los grandes astr¨®nomos de la ¨¦poca, como el estadounidense Harlow Shapley, el ingl¨¦s Fred Hoyle, el hind¨² Subrahmanyan Chandrasekhar y, sobre todo, el ruso Viktor Ambartsumian le proporcionaron nuevas perspectivas de discusi¨®n y de planteamientos a su trabajo.
Empez¨® a destacar tan pronto en el mundo que ingres¨® en el Colegio Nacional en 1953 gracias a su sed de conocimiento, y fue uno de los miembros m¨¢s j¨®venes, cuando ten¨ªa 40 a?os, en recibir ese honor. En ese mismo a?o, clave en su carrera, tambi¨¦n le concedieron la medalla de oro de la Sociedad Astron¨®mica Mexicana y fue nombrado doctor honoris causa por Universidad de Cleveland.
¡°Servirse de la ciencia y de la t¨¦cnica con un profundo esp¨ªritu humanista, conducirlas, encauzarlas hacia el bienestar y la paz, es la tarea fundamental de nuestra ¨¦poca¡±, fue una de las frases que destac¨® Haro en el discurso de ingreso en el Colegio Nacional y que convirti¨® en lema durante toda su vida.
Entre los descubrimientos m¨¢s destacados se encuentran la detecci¨®n de numerosas nebulosas planetarias en direcci¨®n al centro de la galaxia y el de condensaciones de nubes de alta densidad junto a regiones ricas en estrellas de reciente formaci¨®n, bautizadas en su honor, y el de George Herbig como Objeto Herbig-Haro.
Guillermo Haro y sus compa?eros de investigaci¨®n descubrieron estrellas fulgurantes en la regi¨®n de Ori¨®n, algo que continu¨® desarrollando durante toda su vida. Otro de sus proyectos de envergadura fue la realizaci¨®n de un listado de 8.746 estrellas azules, publicado conjuntamente con el doctor Luyten en 1961. Al menos 50 de estos objetos acabaron siendo considerados qu¨¢sares despu¨¦s.
La lista de Haro de 44 galaxias azules, recopilada en 1956, tambi¨¦n fue precursora de muchos trabajos posteriores en la b¨²squeda de ese tipo de galaxias, pero la capacidad insaciable por la investigaci¨®n y el entendimiento del cosmos llev¨® a Guillermo a descubrir tambi¨¦n varias estrellas T Tauri, 11 novas gal¨¢cticas, una supernova extragal¨¢ctica y un cometa.
En colaboraci¨®n con los profesores Luyten y Zwicky, Guillermo Haro organiz¨® la Primera Conferencia sobre Estrellas Azules, celebrada en Estrasburgo en agosto de 1964, y junto con los doctores Samuel Ramos y El¨ª de Gortari fund¨® el Seminario de Problemas Cient¨ªficos y Filos¨®ficos, que promovi¨® la edici¨®n de 27 libros y m¨¢s de 80 art¨ªculos de divulgaci¨®n, porque el cient¨ªfico mexicano no solo destac¨® por sus investigaciones, sino que tambi¨¦n lo hizo por su divulgaci¨®n acad¨¦mica con trabajos como Cometa Haro-Chavira (1955), Supernova en una galaxia espiral (1959), Variables eruptivas en el halo gal¨¢ctico (1961), Flare stars (1968), On the photoelectric photometry of some Orion flare stars (1969) y New flare stars in the Pleiades (1970).
Los art¨ªculos sobre diferentes ramas de la astronom¨ªa abrieron nuevas ¨¢reas de investigaci¨®n que contin¨²an desarroll¨¢ndose en todo el mundo y que tienen que ver con los Objetos Herbig-Haro, las estrellas r¨¢faga y estrellas T Tauri, las nebulosas planetarias, las estrellas azules en el halo de la galaxia, y las estrellas azules con nebulosas muy intensas.
En 1967 Haro propuso instalar un observatorio en la Sierra de San Pedro M¨¢rtir, en Baja California, y en 1970, otro en Cananea en el estado de Sonora. El astr¨®nomo sab¨ªa que sus investigaciones no giraban solo en torno a la explicaci¨®n sobre el origen sino que tambi¨¦n ten¨ªan aplicaciones pr¨¢cticas en ¨®ptica electr¨®nica y en computaci¨®n, y por eso fund¨® el Instituto Nacional de Astrof¨ªsica ?ptica y Electr¨®nica (INAOE), el Instituto de Astronom¨ªa de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa e impuls¨® la editorial Siglo XXI.
Gracias a Guillermo Haro, la comunidad de astr¨®nomos mexicanos pas¨® de cinco a m¨¢s de 200 en la actualidad, sin contar los casi 250 doctores en ?ptica graduados hasta la fecha en el INAOE que ¨¦l fund¨®, y es que el cient¨ªfico siempre se preocup¨® de que los estudiantes formados en el extranjero regresaran a M¨¦xico y aportaran su conocimiento al desarrollo del pa¨ªs.
Guillermo Haro recibi¨® el Premio Lomon¨®sov, el equivalente al Nobel ruso, y logr¨® que el observatorio astron¨®mico San Pedro M¨¢rtir, iniciado por ¨¦l y terminado por Arcadio Poveda, se convirtiera en uno de los cuatro mejores del mundo para que los j¨®venes cient¨ªficos desarrollaran su carrera en el pa¨ªs y no en el extranjero.
Su vida, sin embargo, acab¨® demasiado pronto, el 27 de abril de 1988, cuando ten¨ªa 75 a?os y a¨²n numerosos proyectos por desarrollar, ya que siempre dedic¨® su vida a la ilustraci¨®n de sus semejantes.
Pocos hombres han aportado tanto a la ciencia mexicana como Guillermo Haro. Fue, seg¨²n las palabras de su esposa, la escritora Elena Poniatowska, ¡°el m¨¢s notable y visionario astr¨®nomo que entreg¨® su vida a esta disciplina y puso la ciencia de M¨¦xico al nivel de los pa¨ªses desarrollados haciendo investigaci¨®n de vanguardia con los medios de un pa¨ªs del tercer mundo¡±. Ella fue quien cont¨® su vida en el libro El universo o nada: biograf¨ªa del estrellero Guillermo Haro, y lo defini¨® como la persona que siempre puso en duda lo establecido, pero jam¨¢s olvid¨® leer el cielo nocturno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.