?C¨®mo abordar los miedos infantiles?
Sus caracter¨ªsticas principales son la dificultad para controlarlos y la imposibilidad de escapar, de ah¨ª que los ni?os se muestren tan dependientes cuando los padecen
El miedo es una de las emociones b¨¢sicas que tenemos los seres humanos. Realmente se pasa muy mal cuando experimentamos dicha emoci¨®n. Hay personas que ¡°disfrutan¡± viendo pel¨ªculas de miedo, pero en estas situaciones, se dan unas caracter¨ªsticas que hacen que el miedo se pueda controlar. Cuando vemos largometrajes de terror, adem¨¢s de saber que no es real, tenemos la opci¨®n de ¡°escapar¡± de esa situaci¨®n, es decir, nos podemos tapar los ojos, podemos parar la pel¨ªcula, etc¨¦tera. Esto no ocurre en la vida real. Es por ello que cuando nuestros hijos nos dicen que tienen miedo es porque lo est¨¢n pasando muy mal. Una de las caracter¨ªsticas principales del miedo es la dificultad para controlarlo y la imposibilidad de escapar, de ah¨ª que los ni?os se muestren tan dependientes cuando tienen miedo.
?Cu¨¢les son las caracter¨ªsticas que muestra un ni?o cuando siente miedo?
- Partimos de la base de que el miedo es una emoci¨®n b¨¢sica, como lo es tambi¨¦n la alegr¨ªa, la tristeza, la curiosidad o la rabia.
- Es una emoci¨®n de defensa: las emociones se pueden clasificar en dos grandes grupos: las emociones que permiten que nos aproximemos y las que nos hacen alejarnos. El miedo, sin lugar a dudas, nos hace defendernos y alejarnos.
- Intensidad: los miedos son muy intensos y por eso los ni?os lo pasan muy mal cuando lo experimentan. Las emociones desagradables (miedo, tristeza, rabia) son m¨¢s intensas que las agradables (alegr¨ªa o curiosidad).
- Escasa duraci¨®n: dec¨ªamos que el miedo aparece de forma s¨²bita, pero afortunadamente, suele durar muy poco tiempo. Los estudios llegan a la conclusi¨®n de que una emoci¨®n suele durar de media un m¨¢ximo de dos minutos.
- Ocurre irremediablemente: la voluntad no es suficiente para evitar tener miedo. Ya nos gustar¨ªa poder eliminar miedos y fobias s¨®lo con pensarlo. Las personas que tienen miedo a montar en avi¨®n no se sienten c¨®modos volando por el simple hecho de saber que es el medio de transporte m¨¢s seguro. Por lo tanto, queramos o no queramos, las emociones surgen, y el miedo no es una excepci¨®n. No podemos hacer nada para que nuestros hijos no sientan miedo, pero lo que s¨ª que podemos hacer es ense?arles estrategias para gestionar y controlar dicho miedo. Debemos tener cuidado con proponernos eliminar los miedos, puesto que no se puede ni es conveniente.
- Cuando sentimos miedo, reaccionamos: dado que todas las emociones se producen de manera autom¨¢tica e involuntaria, cuando nuestros hijos experimentan el miedo en su cuerpo est¨¢n reaccionado, no est¨¢n respondiendo. Esto quiere decir que no son due?os ni controlan sus reacciones.
- El miedo es subjetivo: cada uno de nosotros tenemos miedo a diferentes lugares, animales, objetos, etc. Todos tenemos miedo pero a diferentes cosas o situaciones. Cualquier emoci¨®n es subjetiva.
- Universal: todos los seres humanos tenemos miedo. Es verdad que hay diferencias entre ni?os, ya que hay ni?os m¨¢s temerosos y sensibles y otros que son m¨¢s valientes, pero todos tenemos miedos.
- Los miedos se dan por cosas que vemos en el exterior o bien por algo que estamos imaginando: en ocasiones, nuestros hijos tienen miedo a algo que le est¨¢n dando vueltas en sus cabezas (bronca que le ha echado pap¨¢, divorcio de sus padres, muerte, da?o, etc). Muchas veces el miedo es imaginado y no real (un monstruo que hay detr¨¢s de la cortina).
- La emoci¨®n de miedo no suele venir sola: lo normal es que el miedo venga acompa?ado de una sensaci¨®n corporal (temblor, rigidez muscular), pensamientos negativos (me voy a morir, algo malo va a pasar, alguien me va a hacer da?o) y acciones (querer marcharse del lugar temido).
- Es contagioso: ?hab¨¦is sido conscientes de lo r¨¢pido que se contagia una emoci¨®n en un grupo de personas? Cualquier emoci¨®n es f¨¢cilmente transmitida a los dem¨¢s. Por ejemplo, al ver pel¨ªculas de miedo con un grupo de amigos, dicha emoci¨®n al ser experimentada por una persona acaba contagi¨¢ndola al resto.
- Necesario para la supervivencia: necesitamos del miedo para poder sobrevivir. Nos da informaci¨®n de aquellos lugares, animales y personas que pueden ser nocivos y, al activar el miedo, se pone en marcha la conducta de escape y protecci¨®n.
Es verdad que hay diferencias entre ni?os, ya que hay ni?os m¨¢s temerosos y sensibles y otros que son m¨¢s valientes, pero todos tenemos miedos
Una vez que hemos visto las caracter¨ªsticas que tiene el miedo, vamos a desarrollar algunas estrategias concretas y sencillas para poder ayudar a nuestros hijos en situaciones en las que est¨¢n pasando miedo.
Veamos algunas de estas estrategias de intervenci¨®n:
1) No racionalizar los miedos: ya hemos comentado que el ni?o no puede elegir tener miedo o no, ya que esta emoci¨®n surge de manera involuntaria, autom¨¢tica e inconsciente. Es por ello que no conviene racionalizar los miedos con comentarios como ¡°no entiendo c¨®mo tienes miedo de un caniche¡±, ¡°ves como cuando quieres, puedes¡± o ¡°el colegio es muy divertido, te tiene que gustar¡±.
2) Legitimar los miedos: si el miedo es subjetivo, es decir, de cada persona, debe ser aceptado y legitimado siempre. Los ni?os no elijen tener miedo por placer, por lo tanto, debemos aceptar y respetar sus miedos, sean los que sean. Aqu¨ª no entra en juego nuestra opini¨®n ni, como dec¨ªamos antes, debemos racionalizar los miedos.
3) Ayuda a tu hijo a reconocer sus miedos: uno de los primeros pasos que debemos dar para superar un miedo es reconocer que lo tenemos. Es ah¨ª donde la ayuda del adulto es fundamental (mam¨¢, pap¨¢, profesores, etc). En aquellas situaciones donde el ni?o tenga miedo, debemos explicarle que el miedo viene acompa?ado de otros elementos. Le diremos que el miedo se suele manifestar a trav¨¦s del cuerpo en forma de sensaciones (tensi¨®n muscular), pensamientos negativos (me va a pasar algo malo) y en acciones o conductas (tener ganas de salir corriendo hacia mam¨¢ o pap¨¢ para que le protejan). De esta manera ayudaremos a nuestro hijo a poder reconocer el miedo.
4) Nombrar para dominar: si cada vez que el peque?o tiene miedo, lo que hacemos es tranquilizarle y etiquetar la emoci¨®n que est¨¢ sintiendo, estamos favoreciendo el reconocimiento futuro de sus miedos. Podemos decirle algo parecido a esto: ¡°Mar¨ªa, no te duermes porque tienes mucho miedo. Es algo muy normal. Mam¨¢ y pap¨¢ tambi¨¦n tenemos miedo a otras cosas. Te das cuenta c¨®mo est¨¢s hecha una bolita en la cama y tienes los m¨²sculos agarrotados. Eso se llama miedo cari?o¡±.
5) Sintoniza con sus miedos y act¨²a de manera responsiva: para poder sintonizar con los miedos de nuestros hijos necesitamos ser emp¨¢ticos y comprensivos con ellos. Una vez que hayamos identificado su miedo, debemos actuar de tal manera que nos hagamos cargo de lo que necesiten. Dado que no son capaces por ellos mismos de solucionar dicha situaci¨®n, les ayudaremos a tranquilizarles y a que vayan adquiriendo herramientas para afrontar sus miedos de manera aut¨®noma. Cada ni?o tiene una manera de tranquilizarse y de ahuyentar el miedo: siendo abrazado, cont¨¢ndole un cuento, haci¨¦ndole masajes, etc.
6) Comprender no es justificar: es importante que distingamos entre comprensi¨®n y justificaci¨®n. El hecho de que comprendamos que nuestro hijo ha pegado a su hermano porque ten¨ªa miedo no quiere decir que estemos justificando dicha conducta, pero s¨ª que nos debemos mostrar comprensivos y emp¨¢ticos con ¨¦l. Podremos castigar o reprochar su conducta, pero jam¨¢s a su persona.
7) Mirada incondicional: en la misma l¨ªnea que lo que acabamos de decir, es imprescindible que nuestros hijos no se sientan evaluados por el hecho de tener determinado miedo. Tenemos que mirar a nuestros hijos de manera incondicional. Les queremos por el simple hecho de existir y de ser nuestros hijos. Que sean m¨¢s o menos miedosos no aumentan ni disminuye nuestro amor hacia ellos.
8) No preguntar el porqu¨¦ de sus miedos: dado que nosotros los adultos somos los expertos emocionales (o deber¨ªamos serlo), no debemos preguntar nunca a los ni?os por qu¨¦ sienten miedo. Somos nosotros los que les tenemos que dar una explicaci¨®n de por qu¨¦ tienen miedo. En muchas ocasiones escuchamos a padres hacer este tipo de preguntas a sus hijos: ?Por qu¨¦ tienes miedo al examen de Sociales? Os propongo una alternativa m¨¢s asertiva y respetuosa. ¡°Miguel, lo que te pasa es que tienes miedo a suspender el examen de ma?ana. Es normal cari?o. Siempre que nos examinamos o nos eval¨²an tenemos miedo¡±. Es muy importante que les pongamos ejemplos de situaciones en las que nosotros tambi¨¦n sentimos miedo.
En definitiva, ayudar a un ni?o a superar un miedo es algo dif¨ªcil y que requiere de mucho tiempo y paciencia. Los miedos no se ¡°eliminan¡± de la noche a la ma?ana. Lo m¨¢s importante es que entendamos que nuestros hijos no tienen control sobre sus miedos y que nos necesitan a su lado. Al igual que no le quitar¨ªamos la muleta a un ni?o que se acaba de hacer un esguince de tobillo, debemos tener presente que el camino hacia la autonom¨ªa emocional es largo y costoso, requiriendo de grandes dosis de cari?o y de paciencia. ??nimo papis en vuestro viaje! ?Coged aire y a por ello! Vuestros hijos os necesitan seguros, tranquilos y descansados. Sois sus superh¨¦roes favoritos.
*Rafael Guerrero Tom¨¢s es psic¨®logo y Doctor en Educaci¨®n. Director de Darwin Psic¨®logos. Profesor de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Experto en Psicoterapia breve con ni?os y adolescentes. Miembro de la Sociedad Espa?ola de Medicina Psicosom¨¢tica y Psicoterapia.
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